30 noviembre, 2022

Juicio del Alvia: la gran incógnita

                                                                                                                                                                         Desde hace días estoy visualizando los vídeos que algunos medios de comunicación gallegos publican sobre las sesiones de la vista oral del juicio sobre la tragedia de Angrois.

J. Enrique Villarino Valdivielso

Un momento de la vista oral del juicio del accidente del tren Alvia 04155

Son largas sesiones, con largos y tediosos interrogatorios, a vueltas una y otra vez con que si la señal avanzada a´ o c´, con la repetición de preguntas de las distintas partes, unas, pocas, marcadas por el interés incisivas y determinantes para quienes quieran hacerse una idea de las distintas responsabilidades habidas y no solamente la del chivo expiatorio que es el maquinista y otras que no aclaran ni conducen a esclarecer extremo alguno. 

Una de las preguntas de lo que hasta ahora he visionado y ninguna de las partes involucradas en la causa se ha planteado  es, ¿quién ordenó cambiar el proyecto de entrada de la AV a Santiago de Compostela y no cumplir con lo que decía el proyecto original que era llegar a la misma estación con RTMS?

Vista aérea de la curva "maldita" de A Grandeira, tecnológicamente desprotegida

En román paladino, dicho de otra manera, ¿por qué se modificó el proyecto dejando una curva endemoniada desprotegida, sobre la que además se produjeron un cúmulo de negligencias y despropósitos, entre otros el mayúsculo de inactivar el RTMS de a bordo porque su mal funcionamiento producía retrasos?.

En lo declarado en la sala por un jefe de maquinistas formador de los asignados a la línea 082 dice en un momento que existían prisas para dar la formación, que no se impartió con los tiempos habituales y solamente se llevó a cabo el reconocimiento y prácticas sobre la vía 2, por premura de tiempo. La misma premura se desprende de otras declaraciones de otros testigos declarantes. Todos suponían y daban por hecho que la vía 2 era un calco de la 1. Y no resultó ser así.

Yo les digo el por qué de la premura y también les digo el por que no se llevó a cabo el proyecto original y el por qué se implantó el ancho ibérico presente en la mayor parte de la red convencional en la línea 082, en vez del ancho internacional UIC, presente en el resto de las líneas españolas de alta velocidad y el por qué se redujo el tiempo de la formación a los maquinistas y el por qué se dió de alta la línea sin el debido equipamiento de seguridad, ni se efectuaron los correspondientes análisis de riesgos que protegiesen debidamente la curva y la conducción y, en definitiva, al tren.

Yo se lo digo, porque antes de que acabase la legislatura que diría adiós al PSOE, pocos días antes el ministro Blanco quería marcarse un acto de fines electorales y presumir que bajo su égida "LA ALTA VELOCIDAD LLEGABA A GALICIA". Falso de toda falsedad que otros actores involucrados no tuvieron más remedio que desmentir. Todo fue una chapuza, una inmensa chapuza a la que por una falsa obediencia debida se prestaron tanto los altos cargos del entonces FOMENTO, Adif y Renfe.

Por si la chapuza de los cambios llevados a cabo en el proyecto original fuesen poco, bajo la égida de la ministra Pastor se añadió una nueva chapuza: la desconexión del RTMS solicitada por la dirección de seguridad de Renfe a Adif, solicitud autorizada y llevada a efecto en las fechas en que se produjo el accidente, sin análisis de riesgos de ningún tipo.

El gobierno desoyó el informe de la ERA (Agencia Ferroviaria Europea) de 2016 que ponía de manifiesto la falta de independencia de la investigación oficial de la CIAF (Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios, trufada de ex cargos de Renfe y Adif) y de no investigar las causas últimas, originarias del trágico accidente. En palabras de la ERA, el riesgo evidente de la desprotección de la curva "se exportó al conductor".

Y, a más a más, que se dice por tierras del noreste, el comportamiento de la ministra post accidente fue manifiestamente mejorable, por decirlo suavemente, con incumplimiento de promesas realizadas a las víctimas, solicitud a las autoridades europeas de ocultación documentación importante, contraviniendo la obligación de una gestión transparente para con la ciudadanía.

No me entra en la cabeza que a estas alturas nadie en la sala, juez incluida, no se hayan preguntado: ¿quién ordeno modificar el proyecto original?, ¿por qué el instructor no imputó a altos cargos de Fomento, Adif y Renfe, como sí y solo lo hizo con el maquinista y el director de seguridad de Adif? El primero de los dos, el último eslabón de una larga cadena de negligencias dolosas.

Los políticos y altos adláteres, una vez más de rositas.

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