28 enero, 2022

Entre el oil y el kilovatio: el dilema energético de RENFE

                                                                                                                                                                            La respuesta ya nos la sabemos. Sembrar de tejados solares las vías para producir la energía de los trenes. En alguna ocasión ya nos hemos referido a esto como una sección de un famosísimo comic de nuestra infancia, que respondía al título de "Los inventos prácticos del TBO".

 


Como si ello fuese así de sencillo y factible en un plis plás. Hemos consultado a profesionales de la energía mucho más solventes de los que militan en Renfe y nos han venido a decir que quien hace tal propuesta es que ignora lo que es un kilovatio y que en su vida ha visto un enchufe. Renfe, se des-carbonizó definitivamente y de forma institucional en el año 1975 en favor del diésel. No mucho más tarde, el denostado diésel convivió con la tracción eléctrica. Y en éstas estamos todavía.

Las cuentas que suelen usar los verdes de Renfe para mostrarnos las bondades de la electricidad como fuente de tracción omiten otras cuestiones como es la contaminación que produce la fabricación de los trenes y la cadena de inputs necesarios que todavía contaminan mucho más. Las bondades eléctricas no son otra cosa que mentiras que los lobbies se transmiten de unos a otros para, si cae alguna, poner el cazo de las subvenciones, al tiempo que farfollear en congresos, jornadas, al tiempo que viajes, turismo etc, diciendo tópicos, lugares comunes y falsedades.

Cada tres por cuatro, nos cuentan la milonga de las toneladas de CO2 que nos hemos ahorrado de emitir por usar el tren, mantra que repiten los del negocio-climático, que no son los que militan en estas sectas, sino los que las mueven desde las alturas, que son los que se embolsan los grandes beneficios, manejando a los curritos de a pie, que pagamos todos.

Pues bien, visto lo visto, ¿qué van a decir y hacer ahora los tira levitas del climatismo? Si malo el oil porque contamina un montón, peor el kilovatio que está por las nubes, por mucho que se hayan pactado precios con anterioridad al desmadre del gas. Lo que venga, será a peor para todos y también para los trenes.

A la talibana ministra de Transición del no se sabe a qué, le importa un pito que los viajeros vean reflejados en sus billetes un "surplus" por sus intransigencias de progre de fines de los 60 y los 70 de la pegatina "nucleares no, gracias" en el lateral del 2CV con su pareja bien barbudo y greñudo. Ahí se han quedado muchos que nos están jod**ndo la vida a otros muchos más.

Recoge "Cinco Días" que el sector  (Mercancías) lleva dos meses comunicando una situación de práctico colapso al Ministerio que lidera Raquel Sánchez, en cuyo equipo se manifiesta que se debe movilizar a distintos ministerios para encontrar una solución.  

El sector del transporte de mercancías por ferrocarril atraviesa uno de sus momentos más críticos por el encarecimiento de la electricidad y la imposibilidad que tienen las operadoras de acudir al mercado a negociar precios. La agonía es generalizada entre empresas privadas y también alcanza a Renfe Mercancías. 

Ya no bastan los ecoincentivos por 20 millones anuales (un céntimo de euro por kilómetro) con que el Gobierno pretendía impulsar el uso de la tracción eléctrica. Ahora se demanda una inyección de 100 millones en este 2022 para evitar la desaparición de servicios. Con un 60% del parque de locomotoras basado en la tracción eléctrica, las compañías vuelven a mirar hacia el diésel como remedio para subsistir."

Miren, señores verdes de Renfe y resto de afectos: ninguno de ustedes les pueden decir ni mu, ni hablar de la sostenibilidad del tren, eléctrico, a diésel, carbón o medio pensionista, a ninguno de los ciudadanos que se agolpan en el tren de la fotografía, Ser ecologista de salón, con dinero es muy fácil, ser pobre y su estado carecer de medios, es otra cosa mucho más difícil. Lecciones de ecología a ellos, ni media. Mientras ustedes retozan en la inoperancia, las mercancías ferroviarias están a punto de perecer y el precio del billete de los viajeros por las nubes.

Bueno, ya nos dirán por cuál de las alternativas optan los ecologistas de Renfe. Por el diésel o por la electricidad. Insostenible según ellos el uno y por las nubes, el otro. Que no nos vuelvan a contar lo de los campos de paneles solares para alimentar los trenes, que nos da la risa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y la energía nuclear no la quieren considerar energía verde. Las plantas necesitan CO2 para la fotosíntesis y devuelven O2 a la atmósfera. Y estos ecologistas de pacotilla no piden reforestar. Las centrales que queman combustible para generar la electricidad, contaminan mucho en un solo punto. No creo que con los molinillos de viento y las centrales solares, se produzca tanta electricidad como se demanda. Es mejor importarla y depender de la electricidad extranjera y del gas extranjero y de los cerebros extranjeros y de los lobbies extranjeros y ser una colonia que nos exploten los unos y los otros, extranjeros. Y mientras Hacienda sigue apretándonos el cinturón y Garamendi cada día más amigo de Yolanda Díaz y la Seguridad Social cada vez peor, y los colegios de abogados aleccionados por Irene Montero y la Justicia de los Tribunales...

Anónimo dijo...

Bruselas pide a los países de la UE que inviertan medio billón de euros en nuevas centrales nucleares. Reclama una inversión de 20.000 millones anuales de aquí a 2030, más otros 50.000 para mantenimiento de las instalaciones actuales.
Ya lo avisó la Comisión Europea el pasado mes de diciembre: la energía nuclear ganará peso y será considerada energía limpia.
En la actualidad en el conjunto de la Unión Europea la energía nuclear aporta un 26% de la producción de electricidad, y que con la transición se estima que hará falta duplicar la generación eléctrica en los próximos 30 años.
Francia produce el 13,3%, de la electricidad a través de la energía nuclear. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado su intención de lanzar
la construcción de nuevos reactores para renovar el parque actual, el cuál genera
el 70% de la electricidad del país.
China es el segundo mayor productor de energía nuclear del mundo, el primero es EE.UU.. China incluye diferentes planes para lograr sus objetivos climáticos, como la construcción de 150 nuevos reactores para 2035, proyecto que podría tener un coste de hasta 440.000 millones de euros.
El Gobierno de España da 18 meses para planificar el cierre de las centrales nucleares. Las sociedades propietarias de los siete reactores operativos en España (en las que participan agrupadas o como socios mayoritarios Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP) deberán presentar en 18 meses un plan de desmantelamiento al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Anónimo dijo...

Las soluciones del presidente del gobierno a los problemas:
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, economista de fuerte perfil técnico y avalada carrera en el Banco de España, ha acaparado la ira de Pedro Sánchez. Su mandato dio comienzo en plena moción de censura contra Mariano Rajoy. Y, hoy por hoy, se ha convertido en un claro referente crítico frente a la política económica del Gobierno que ha llevado España a ser el país grande más golpeado por la crisis del Covid. Ahora, Sánchez ha empezado a fraguar su venganza: busca su sustitución en un próximo mandato y su relevo por Soledad Núñez, la que fuera ya gurú económica del PSOE en época de Rodríguez Zapatero.
Pablo Hernández de Cos ha alertado del impacto negativo de las subidas del SMI, ha rebajado las previsiones de PIB del Gobierno, ha pedido control en el despilfarro público y ha exigido un componente técnico en la reforma laboral para evitar un daño insuperable a las empresas.
El gobernador del Banco de España alertó de que la primera subida del SMI de Sánchez destruiría empleo. Y los datos le dieron la razón: 180.000 puestos de trabajo menos, ese fue el saldo de esa subida del SMI.
El Banco de España dio el golpe definitivo a las cuentas fake de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, revisando a la baja su previsión de crecimiento para el conjunto de 2021 hasta el 4,5%, mientras redujo en cuatro décimas la de 2022, estimando un incremento de la economía nacional del 5,4%.
Todo ello le ha situado en la lista negra de Pedro Sánchez. Y Sánchez trama su venganza.

Anónimo dijo...

La electricidad, los trenes, la contaminación y el Falcon: Sánchez
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