23 septiembre, 2019

¿Hasta cuándo la dualidad de vías en Galicia?

La alta velocidad a Galicia y en Galicia, ha sido una chapuza, una inmensa chapuza, de principio a fin. Tanta chapuza pasa factura con otra más: dicen ahora que no hay trenes para que la alta velocidad llegue a Galicia.


No, no es que no haya trenes de AV. Lo que no hay, lo que no sigue habiendo en Galicia, es una infraestructura adecuada para que por ella circulen trenes normales de alta velocidad como en el resto de España y no el Alvia Frankenstein de infausta memoria.

Las obras para llevar la AV a Galicia, empezaron tarde y mal. Lentas, tediosas, con proyectos y contraproyectos y reformados, hoy aquí y mañana allá. Por doquier. A paso de tortuga y con reiteradas promesas de plazos todas incumplidas, fuesen los políticos del signo que fuesen  los que tuvieron  la responsabilidad de esta obra.

Un político gallego quiso engañar a los gallegos, levantando cartelones e intoxicando a buena parte de los medios y venderles la mentira de que gracias a una "astutez" la alta velocidad iba a llegar a Galicia en un pis pas, ocurrencia que acabó en una tragedia. Y que, “mecachis”, en este país somos más listos que nadie.

Lógico, la "astutez" de una vía llena de retales: ancho ibérico por aquí, ancho UIC por allá,  vía única un rato largo, vía doble otro, electrificada por aquí, sin electrificar por allá, requirió de un tren también chapuza, que fuese capaz de ir dando saltos para superar esa carrera de obstáculos que ha sido y todavía es la infraestructura férrea gallega.

Pero el tren Frankenstein, hecho también de retales, después de incumplir lo habido y por haber en cuanto a homologaciones, autorizaciones, etc, fue a la postre un ataúd para 81 personas y una tragedia para más de 140 heridos y sus familias.

Éstas y otras muchas chapuzas más que hemos descrito a lo largo de 65 artículos y en una comparecencia parlamentaria, hacen que ahora todo el mundo se lleve las manos a la cabeza, porque nos encontramos que no hay trenes disponibles para que de una vez llegue a Galicia algo parecido a una alta velocidad, semejante a la que llega a otras partes de España.

Porque la infraestructura gallega  -gracias a la ocurrencia de un ministro que tenía mucha prisa electoral por vender que a Galicia llegaba la AV-   sigue fracturada en dos anchos de vía diferentes. Hasta Orense en 2020 (?)  llegarán trenes en ancho UIC, pero a partir de esa capital, se acabó. Así es, otra chapuza más.

Mientras no exista una infraestructura homogénea de ancho UIC en la red gallega, no existirá alta velocidad de verdad. Ni con "Avril"  -la marca del nuevo tren de AV de Talgo de ancho dual que se quiere poner a Galicia, sustituto de los Alvias-,  ni sin "Avril", Galicia seguirá estando castigada con un sucedáneo como el que nos quiso vender el ministro Blanco.

¿Y qué decir del eje Orense-Monforte-Lugo-Ferrol? Todo el mundo, Gobierno, Xunta y hasta una ciudadanía adormecida, dan por hecho y se resignan a una alta velocidad, no ya de infraestructura dual, sino de segunda división  -a infraestructura dual, servicios duales-, con velocidades que raramente superarán los 250 km/h, cuando no los 200. ¿Acaso este eje no es merecedor como el resto, de unos servicios de alta velocidad que merezcan tal nombre?

No solo Galicia ha sido discriminada respecto del resto de España, sino que la Galicia ferroviaria interior es la cenicienta respecto del resto, pero en este caso sin visos de que a media noche venga ningún príncipe a rescatarla. Que los políticos, lo digan alto y claro: que en Galicia va a haber alta velocidad en unos sitios y en otros, no.

Evidentemente, hacer las cosas como Dios manda, una cosa detrás de otra, hubiese evitado muchas vidas y muchas chapuzas. Pero los políticos se ven cogidos en sus promesas que saben no pueden cumplir y son víctimas de sus propias mentiras. Perdón, las verdaderas víctimas han sido los fallecidos y heridos en el accidente de Angrois como también lo somos los ciudadanos todos; ellos, los políticos, los causantes.

¿Cuántos años, quinquenios, o decenios vamos a tener que convivir con esta dualidad de vías en Galicia?, una dualidad que obedeció a razones electorales y que jamás debió producirse. ¿O acaso piensan dejarnos así?
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Este artº fue publicado simultáneamente por los diarios "El Progreso" de Lugo y "El Diario de Pontevedra" el 21/09/2019

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