10 septiembre, 2019

¿A qué se dedica ADIF?: Dos ejemplos de una mala gestión

A la vista de los números que siguen creemos que es totalmente procedente la pregunta que titula este artículo, por dos razones.


La primera, pocas cosas hay que muestren las ineficacias e ineficiencias de una empresa como la incapacidad para invertir adecuadamente los recursos asignados, y mucho más cuando se trata de una empresa pública cuyos recursos le cuesta mucho ganar a los contribuyentes.

Una segunda cuestión es el poco control y la dejadez respecto de los activos, cuestión que ha motivado una salvedad en la auditoría de cuentas, ya realizada también en las cuentas de 2017.

Las inversiones realizadas en el 2018 no llegan a la mitad de las asignadas en los Ppºs del Estado para el ejercicio



Desglose por proyectos (Presupuestado para 2018 y Realizado):


Los Presupuestos Generales del Estado para 2018 contemplaban en Adif Convencional unas inversiones en el ejercicio de 863,1 millones de euros, de los cuales fueron ejecutados solamente  437,2 millones, es decir un 46%.

Desde luego, no parece que a las vías convencionales les sobren inversiones en su mejora y mantenimiento, como para que Adif solamente  consuma ni siquiera la mitad de los recursos asignados.

Si no, que se lo pregunten a los extremeños o a los usuarios de la extinta Feve o a quienes que diariamente tienen que cruzar un paso a nivel.

Destacan en esta sequía inversora las correspondientes a los servicios de Cercanías con porcentajes inferiores al 50%. Así por ejemplo, las Cercanías de ancho métrico 44,07%, las Cercanías de la cornisa cantábrica con 56,2%, las madrileñas 47,7% y de igual guisa, el resto.

Otra cuestión muy significativa negativamente es la escasísima cuantía invertida en la supresión de 14 pasos a nivel, que bien ha sido cero o un ridículo 16%, en los casos que se haya invertido algo. (A parte bajo un epígrafe general de "pasos a nivel" se deberían haber invertido 12,4 M y solamente se invirtieron 4M)


Los "zascas" (con perdón) del Informe de Auditoría sobre la dejadez en la contabilización de activos

Primero: numerosos activos sin registro contable

Como se indica en la nota 3.b) de la memoria de las cuentas anuales adjunta, al 31 de diciembre de 2018 la Entidad no tenía registrados contablemente en su inmovilizado una serie de activos, fundamentalmente terrenos a través de los cuales discurre la traza de vía de la mayoría de las líneas

integrantes de la red convencional, así como los terrenos sobre los cuales se asientan ciertos recintos ferroviarios de su titularidad.
No se ha dispuesto de documentación soporte justificativa que nos permita obtener una evidencia adecuada y suficiente sobre dichos activos y, por tanto, evaluar el posible efecto que pudiera tener su registro sobre las cuentas anuales del ejercicio 2018.
Nuestra opinión de auditoría sobre las cuentas anuales relativas al ejercicio 2017 incluyó una salvedad por esta cuestión.



Segundo: 305 millones sin soporte documental
En relación con los importes registrados antes mencionados, no hemos dispuesto de documentación soporte justificativo para un valor de 305 millones de euros. En estas circunstancias, con la información disponible y las evidencias de auditoría obtenidas, no resulta posible evaluar el efecto que las situaciones descritas pudieran tener sobre las cuentas anuales de 2018. Nuestra opinión de auditoría sobre las cuentas anuales relativas al ejercicio 2017 incluyó una salvedad por esta cuestión.

Tercero: Sobrevaloración de los activos procedentes de FEVE
La Entidad incorporó a su Inmovilizado Material el 1 de enero de 2013 infraestructuras ferroviarias e instalaciones integrantes de la red estatal de ancho métrico segregadas de FEVE. Estos activos, según pone de manifiesto el informe de auditoría de las cuentas anuales de 2012 de FEVE emitido por la Intervención General de la Administración del Estado, se encontrarían sobrevalorados debido a deficiencias de control interno especialmente en relación con el proceso de bajas por renovaciones. A 31 de diciembre de 2018 el valor neto contable de dichos activos asciende a 348 millones de euros. En la medida que estas deficiencias de control permanecían al 31 de diciembre de 2018, a partir de la información disponible no resulta posible cuantificar el importe por el cual dichos activos se encontrarían sobrevalorados al cierre del ejercicio y sus posibles efectos sobre las cuentas del ejercicio 2018. Nuestra opinión de auditoría sobre las cuentas anuales relativas al ejercicio 2017 incluyó una salvedad por esta cuestión.
Para finalizar: Nos preguntamos: ¿qué hacen 12.011 personas que costaron 630,9 millones en 2018, más el personal de las contratas que son los que bajan al tajo? Algo debe influir el hecho de que más de la tercera parte (4.285) sean personal de estructura y mandos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace unos años se publicó una entrada en este blog sobre una empresa inane. Cuando se tira de dinero público, se administra de una manera más generosa que cuando el dinero sale del bolsillo del empresario que se lo arriesga. Nadie pide cuentas a lo gestores públicos. Recuerdo cuando protestaba la gente contra Ruiz Mateos, contra Mario Conde y no recuerdo nada parecido contra los que derrochan el dinero público (me ahorro un listado de nombres). Hay empresas que se mantienen con dinero del estado, es decir, con dinero pagado con los impuestos cobrados a todos los ciudadanos, para dar altos sueltos a los altos cargos (muchos de ellos inútiles) designados a dedo por los gobiernos de turno. Hay muchos defensores de empresas públicas en este régimen socialista tan particular que disfrutamos en esta piel de toro, aunque en Cataluña sea de una manera, en Vascongadas de otra, en Andalucía de otra... y para los más importantes asuntos sociales no hay dinero (en cada comunidad unos libros de texto de educación básica, en cada comunidad una sanidad pública).
Y con el gobierno de Sánchez esta política no cambiará, con el gobierno de Podemos no creo que mejore y con unas nuevas elecciones no creo que se forme un gobierno que acabe con todas estas cuentas con tantos cuentos.
A lo mejor Madrid y Comunidad son un referente nacional en dar buenos servicios cobrando menos impuestos.

Anónimo dijo...


Adif es la empresa que lleva lo de las vías para que pase el tren? Es la empresa que no monta los sistemas de seguridad para que no ocurran accidentes? Entonces hay mala gestión. Y es Adif la responsable de la mala gestión, o es Fomento, o es Ineco quien dice por dónde deben ir las cosas y si hay que poner sistemas de seguridad o no?
Los datos nos los puede facilitar el Foro T.F., la mala gestión es evidente para todos. Y no hay ningún organismo que vigile, que audite si esos gastos son procedentes. Todo forma parte del mismo sistema. Las obras dan pingües beneficios, desde los altos cargos, a las empresas contratadas y crea trabajo para los obreros, por eso, en esta situación de crisis, lo mejor es que las obras públicas duren mucho. En el chiste, para crear trabajo, unos iban abriendo zanjas y otros detrás las iban tapando. Mala gestión es mala política. El ferrocarril, a ciertos políticos, les importa como fuente de ingresos por obras, no como medio de transporte.