09 abril, 2019

Algunos reparos estadísticos a la demoscopia pre-electoral

A 20 días de  votar, las encuestas que estamos viendo semana sí  y semana también, ¿son encuestas o propaganda de los partidos? 






Me inclino a pensar lo segundo, por lo que en su día me enseñaron D.  Ángel Vegas y D.  Ángel  Alcaide mis excelentes catedráticos de las asignaturas de Estadística y Econometría, respectivamente. Puntualicemos:

Punto 1
Muestras muy reducidas y obtenidas telefónicamente tienen una muy escasa representatividad
Un sondeo con una muestra de 1.500 encuestas para representar la intención de voto, con la consiguiente cocina, de la población electoral española, obtenida telefónicamente, no permite obtener conclusiones demoscópicas mínimamente robustas.

Punto 2
Los errores estadísticos en un contexto de partidos con cuotas de voto muy próximas minoran muy acusadamente la acuricidad de las estimaciones
En un contexto de no-bipartidismo, con partidos que presentan cuotas de intención de voto muy parecidas, los errores estadísticos de estimación pueden arruinar los pronósticos.

Punto 3
Las reducidas muestras, cuestiona cualquier asignación creíble de escaños a nivel provincial
No digamos ya, asignar escaños y extraer conclusiones a nivel provincial, con unas muestras irrisorias a ese nivel espacial.

Punto 4
El actual sistema electoral añade escollos muy importantes a la hora de establecer predicciones demoscópicas
La existencia de circunscripciones provinciales, la Ley D´Hont de restos y la decisión tomada en su día en la Ley Electoral, de primar a las minorías secesionistas dificultan la conversión de votos a escaños con  muestras tan raquíticas a nivel provincial

Punto 5
Los indecisos y la abstención, son importantes bolsas de potenciales electores que no incorporan las predicciones
Estos sondeos, mal llamados encuestas, obvian el principal partido que existe antes de las elecciones que es el de los ciudadanos indecisos, que en el momento del sondeo no tienen formada opinión, así como la cuantificación del absentismo, de cuya cuantía van a depender muchas asignaciones de escaños.

Existen otras consideraciones estrictamente no estadísticas, pero sí sociológicas, que hacen diferente la verosimilitud de los sondeos del bipartidismo mayoritario de antaño y la partitocracia actual.

Punto 6
La constatación de un mayor nº de voto oculto distorsiona fuertemente los vaticinios
Cada vez más, se observan discrepancias abultadas entre los pronósticos y los resultados electorales. Aparte el efecto comentado del no-bipartidismo y la proximidad de las cuotas de los partidos, existe una tendencia a la ocultación del voto, no solo en las denominadas encuestas "israelitas" a pie de urna a la salida del colegio electoral, sino también en las que se realizan con varias semanas de antelación.

Punto 7
Cuánto más próximos los sondeos al día electoral, mayor es la probabilidad de acertar en el pronóstico
Esta circunstancia se ve constreñida por nuestra Ley Electoral que prohíbe publicar sondeos la semana anterior al día de votación, lo que, a día de hoy, no deja de ser una solemne tontería, porque con las nuevas tecnologías y la globalización de las comunicaciones, los resultados pueden difundirse a través de las redes sociales e, incluso, publicarlos en medios de otros países.

Punto 8
Los pronósticos de los sondeos más recientes no han brillado por sus aciertos
Constatar que los sondeos llevados a cabo en los últimos comicios por las distintas empresas demoscópicas especializadas, han arrojado unos bajos porcentajes de aciertos respecto de los resultados habidos.

Por todo ello, lo que pueda ocurrir el día 28 en las urnas, es a mi entender algo bastante difícil de prever y pueden darse resultados sorpresivos para algunos, siendo más adecuado echar mano en estos momentos de técnicas sociales de evaluación de naturaleza cualitativa, para mejor intuir por dónde pueden ir las intenciones de voto del cuerpo electoral español, como por ejemplo los métodos de imputación múltiple ( * ) .
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( * )  Algo sobre el método de Imputación múltiple
El objetivo de la imputación múltiple es hacer un uso eficiente de los datos que se han recogido, obtener estimadores no sesgados y reflejar adecuadamente la incertidumbre que la no respuesta parcial introduce en la estimaci´on de los parámetros.
Los planteamientos que parten de esta perspectiva aplican el enfoque de la ciencia económica al estudio de la política. Bajo esta perspectiva, el votante se comporta como un maximizador de utilidad con motivaciones egoístas y la política se concibe como un mercado, en el que los partidos políticos compiten por los votos como medio para conseguir las recompensas derivadas de la obtención de representación parlamentaria.
El objetivo de los partidos, por tanto, es maximizar su nivel de apoyo electoral, para lo cual utilizan la persuasión política. El votante, como actor racional, efectúa una decisión de voto en función de la información disponible sobre cada partido que se presenta a las elecciones, seleccionando aquel cuyo nivel de desempeño esperado le reporte una mayor utilidad.

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