09 mayo, 2016

Lo que no nos cuentan del AVE La Meca-Medina

                                                                                                       
Las planas mayores del Gobierno español y del Consorcio
con el Rey Saudí, frente a una maqueta del Talgo del desierto
Todos los grandes periódicos nacionales hablan hoy de la grave situación que vive el proyecto del AVE La Meca-Medina. Pero solo cuentan de la misa la mitad.

Hasta ahora hemos sabido de las luchas intestinas entre los socios del Consorcio, así como de los sobrecostes que los saudíes se niegan a reconocer y abonar. No sólo eso, es que ya no pagan las mensualidades del contrato acordado.

A todo esto sobre el cese del Ceo del Consorcio experto de FCC, que dirigió el metro d Riad, existen dos versiones. Uno, que se va motu proprio harto de tanta lucha y navajazos y de pelear con un cliente correoso y, dos, que lo han echado los saudíes.

Su presidente, que es el de Renfe  que no se ha implicado hasta ahora como es debido en el proyecto ha tenido que emprender viaje a Arabia para negociar los pagos pendientes y los sobrecostes.

Ya se habla de rescisión del contrato pero la guerra no ha hecho más que empezar. La primera batalla no es solo la que nos cuentan, hay otras que desvela FTF y que ninguno de los muchos periódicos que hoy se hacen eco de este grave problema, se atreven a desvelar.

Las razones que ambos países ocultan

El tren de los peregrinos tiene cada vez más problemas y la situación se vuelve día a día más fea. No son un secreto las cada vez más obtusas relaciones entre ambos países por el tema del tren del desierto.

Arabia Saudí debe desde el pasado noviembre los cientos de millones de euros al consorcio de empresas españolas que construyen el AVE de Medina-La Meca, conforme al calendario de pagos acordado en su momento.


Segun fuentes diplomáticas europeas el propio rey saudí habría ordenado suspender los pagos, bajo la justificación oficial de que Riad afronta “desajustes de tesorería” por el desplome del precio del petróleo que ha reducido los millonarios ingresos del país. Pues esto, parece no ser cierto, o al menos lo único cierto.

Efectivamente, la realidad parece ser otra ya que los pagos se han suspendido debido a la cancelación del viaje del rey Felipe VI, cancelación que obedece a la ejecución sumaria de 47 ciudadanos saudíes y que el aparato de comunicación de Zarzuela y el estado han achacado a la situación de interinidad gubernamental española. Mienten las autoridades saudíes y mienten también las españolas..

Para acabar de arreglarlo

Por si esto fuera poco existen otras razones que embarullan todavía más la ya de por sí deteriorada situación comercial.

A lo anterior tampoco son ajenas las mejoras en las relaciones de los países europeos y los EEUU con el régimen de los ayatolás iraníes, a las que no es ajena España, cosa que no es vista con buenos ojos por el rey saudí y las autoridades de Riad.

Para rematar la situación tampoco es ajena a la actitud saudí el hecho de que el Parlamento español aprobase el pasado abril una proposición no de ley tendente a paralizar el contrato adjudicado a la constructora naval española Navantia para la fabricación de cinco buques de guerra en los astilleros de Cádiz y Ferrol.

La defensa de la proposición no de ley  ha sido de ERC, PSOE y Podemos con el argumentario de que no se puede vender armamento a Arabia Saudí, proposición no de ley que venía avalada por la decisión del Parlamento Europeo de 26 de febrero de suspender la venta de armas a Arabia Saudí por su intervención en la guerra civil de Yemen, calificada de genocidio contra el pueblo yemení .

Ni los votos en contra del PP, ni las abstenciones de Ciudadanos sirvieron para acallar el malestar que dicha propuesta causó en el régimen saudí.

El rey D. Felipe VI en medio de los intereses de unos y otros

Lo que parece ser también cierto es que el rey emérito D. Juan Carlos ha bajado el tono las más que buenas relaciones que desde siempre ha tenido con las monarquías del Golfo. No sabemos si motu proprio o a instancias del actual inquilino de la Zarzuela que tanto él como su esposa la reina consorte no son partidarios de las visitas reales a los países que no respeten, al menos formalmente, los derechos humanos.

Al mismo tiempo los componentes del  Consorcio no dejan de presionar ante la Casa Real para que Felipe VI medie ante las autoridades saudíes en la puesta al día de los pagos pendientes, tal y como hacía su padre en la promoción de empresas españolas, por lo que se llevaba sus buenas comisiones que han contribuido a realzar su nada desdeñable patrimonio personal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Independientemente de las buenas relaciones que existiesen entre los dos países, parece que hora el AVE es motivo de discordia. Yo me pregunto de quién es la tecnología de los trenes AVE vendidos a los árabes. Si las condiciones del desierto son distintas de las de un país sin estas características, hay que adecuar el tren a esas condiciones. Si las decisiones la tomaron los políticos en vez de los técnicos, es para felicitarles por dejar sin terminar sus chapuzas y meterse en otras obras internacionales para quedar con la misma fama que tienen en España. En fin, son los políticos que sufrimos, son los políticos que votamos, son los políticos que deciden por nosotros. Y afortunadamente, por ahora nos estamos en la situación de Grecia, que pasan del populismo al realismo, con la reforma de las pensiones, que la coalición de gobierno saca adelante, una exigencia de los acreedores que ha puesto en pie de guerra a numerosos colectivos. Espero que en España no corramos la misma suerte con nuestros políticos.

Anónimo dijo...

El resto de los países que han desarrollado trenes de alta velocidad ¿no han querido apostar por el negocio? ¿No quieren relaciones con este tipo de regímenes? Me quedo con las ultimas frases del artículo que pueden revelar que quid de la cuestión al referirse a estos conflictos y a Felipe VI "tal y como hacía su padre en la promoción de empresas españolas, por lo que se llevaba sus buenas comisiones que han contribuido a realzar su nada desdeñable patrimonio personal". Pues no creo que sea el único que aumente su patrimonio personal con los contratos de estas obras, desde los políticos hasta los directivos y empleados de todas las empresas participes. Si sale bien y hay beneficio, se lo llevan las empresas privadas, si hay pérdidas, las asumimos los contribuyentes del estado español. Estos contratos siempre dan pingües beneficios a los que van a trabajar fuera... y a otros muchos que ni siquiera van.