DEL QUILOMÉTRICO AL YIELD
Lo traen los medios a colación estos días y esto es como el cuento del lobo. ¡¡Qué viene, qué viene ... y cuando llega de verdad, no nos lo creeemos ...!! RENFE ya dijo hace meses que implantaba el sistema Yield Management, mejor, Revenue Management, de optimización de ingresos, basado en un algoritmo complejo que maneja otras variables como mercado, condiciones competitivas, hora, demanda ya registrada, etc para fijar el precio de una plaza y no sólo, como se venía haciendo hasta ahora, los kms de distancia a recorrer y el tipo de tren con los servicios asociados al tren y la clase. De vez en cuando el presidente lanza la noticia, quizá, para que los curritos encargados de implantar este sistema no se duerman en los laureles, o porque cuando hay sequía de noticias u otras que no pintan bien, se saca el santo en procesión para que llueva, o escampe, según convenga, y hacer ruido.
Que nosotros recordemos hace 6 años ya se hablaba de esto y, excepto unos pocos, en la Operadora nadie creía en ello. Desde el Director de márketing, hasta el último vendedor de una estación perdida en la estepa de la castilla profunda. Quizá, el director de márketing y los sucesivos, los que menos.
Pues, presidente, a ver si es verdad y se cierra el viejo y, ojo, entrañable, sistema de fijación de precios, que cuando nació el ferrocarril era un paradigma de racionalidad, pero que la vida cambiante lo ha mandado al cajón de las telarañas.
Dicen los economistas, confundiendo precio y valor, que una cosa vale lo que se está dispueto a pagar por ella. Antaño, se pagaba por el espacio que se recorría, la velocidad, clase, y servicios. Hoy, por la abundancia o escasez de asientos que quedan; por la hora del viaje, bien de negocio, ocio, etc; por lo que que cobra el vecino; por la inmediatez, etc. Es un reflejo de como la vida se nos ha complicado. Pues las tarifas, también.
Antaño las personas viajaban una, dos, o tres veces en su vida. Se sacaba el billete con días de antelación, se cogía la calesa para ir con horas de antelación a la estación y se llevaban viandas para los días y días que podía durar el viaje. Hogaño, se desayuna en Barna, reunión en Madrid, almuerzo y reunión en Valencia y vuelta para cenar en Barcelona.
Otros tiempos, otras tarifas, pero ¡¡YA!!
Que nosotros recordemos hace 6 años ya se hablaba de esto y, excepto unos pocos, en la Operadora nadie creía en ello. Desde el Director de márketing, hasta el último vendedor de una estación perdida en la estepa de la castilla profunda. Quizá, el director de márketing y los sucesivos, los que menos.
Pues, presidente, a ver si es verdad y se cierra el viejo y, ojo, entrañable, sistema de fijación de precios, que cuando nació el ferrocarril era un paradigma de racionalidad, pero que la vida cambiante lo ha mandado al cajón de las telarañas.
Dicen los economistas, confundiendo precio y valor, que una cosa vale lo que se está dispueto a pagar por ella. Antaño, se pagaba por el espacio que se recorría, la velocidad, clase, y servicios. Hoy, por la abundancia o escasez de asientos que quedan; por la hora del viaje, bien de negocio, ocio, etc; por lo que que cobra el vecino; por la inmediatez, etc. Es un reflejo de como la vida se nos ha complicado. Pues las tarifas, también.
Antaño las personas viajaban una, dos, o tres veces en su vida. Se sacaba el billete con días de antelación, se cogía la calesa para ir con horas de antelación a la estación y se llevaban viandas para los días y días que podía durar el viaje. Hogaño, se desayuna en Barna, reunión en Madrid, almuerzo y reunión en Valencia y vuelta para cenar en Barcelona.
Otros tiempos, otras tarifas, pero ¡¡YA!!
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3 comentarios:
Seguramente cuando esta empresa sea ¿privada?, las tarifas se actualizarán en función del mercado y en función de los precios de la competencia. Pero para que quiere explotar el Estado un servicio que lo ofrece la empresa privada. Cómo van a ser precios razonables si los que lo determinan son como Zp, que no sabía ni lo que costaba un café, porque lo tienen todo pagado, o son como los ministros y demás diputados y senadores (en clase business a cargo del contribuyente), o son como los presidentes y todos los del staff de las empresas públicas con privilegios para todos ellos y sus parientes y demás allegados. Esto también vale para los sindicalistas -políticos al fin y al cabo- que benefician a sus familiares y amigos.
Ganando lo que ganan Solves o la Pajín a quién le importan las tarifas. Ni la crisis siquiera!
Esto del yield o del revenue podrá funcionar cuando los directores de turno dejen de mirarse el ombligo y de mirar sólo su futuro personal al ver lo que se avecina. Cuando empiecen a planificar a largo plazo y dejen el corto placismo, y trabajen por el bien de Renfe y de los ciudadanos se podrá abordar el yield. Si ni siquiera hay consenso en las magnitudes, ni criterios ni bases de datos, como se va a abordar el yield si falta lo básico. Es como hablar de coaching en Renfe cuando sólo se hace labor administrativa con los recursos humanos.
Ah! a esto de los Recursos Humanos ¿como se entiende un cambio en la estructura y que el Dir. Corporativo de RRHH no haya hecho efectivos los nombramientos desde febrero?. Está ahorrando o se está riendo de los empleados. Se han asumido las responsabilidades y el trabajo y el director de RRHH sin hacer su trabajo. Y si hablamos de conciliación familiar, ¿dónde estaba para asesorar al D. Gral de Viajeros?. Sea serio y resuelva YA estos temas, es su responsabilidad.
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