27 enero, 2011

PSOE y PP RECHAZAN ENDURECER EL REGIMEN DE INCOMPATIBILIDADES DE LOS DIPUTADOS

El Congreso de los Diputados, casi vacío

LA CASTA SE REAFIRMA EN MANTENER SUS PRIVILEGIOS

Por
José Enrique Villarino Valdivielso
Economista


Poco a poco, la casta política ha ido ampliando sus prerrogativas sobre el resto de los ciudadanos. Poco a poco, año a año, sin que se notase mucho, lo mismo que sus subidas de emolumentos que han ido actualizando a conveniencia. Sin prisa, pero sin pausa. Ahora,  los  grandes grupos -al menos PSOE, PP y  CIU- han vuelto a decir que verdes las han segado  si a alguien se le había pasado por la cabeza revisar su sistema de incompatibilidades.

Conocemos colegas que sostienen la argumentación de que los políticos deben estar bien pagados, porque así se evitan tentaciones de meter la mano en la caja y les podríamos exigir más dedicación. Pues, estamos de acuerdo, pero con la siguiente salvedad: los políticos deben estar bien pagados, lo mismo que cualquier otro ciudadano. Pero, la realidad nos dice que una cosa es lo deseable y otra, la alcanzable. Para lo que ganan hoy la inmensa mayoría de contribuyentes, están bien pagados ya que no hacen trabajo penoso alguno, aprietan el botón que les ordena su partido, no tienen un horario agobiante y bien que gozan de abundantes días de solaz vacacional. Por otro lado, para la liviana formación educativa y profesional de buena parte de los componentes de las cámaras, se pueden dar con un canto en los dientes con sus actuales emolumentos.

Ser diputado o senador no es ser más que nadie. Todo lo contrario, ser diputado, senador, incluso funcionario o empleado público, es ser, ante todo, un servidor del resto de sus conciudadanos. UN SERVIDOR que debe facilitarles la vida al resto de ciudadanos. Ni más, ni menos. Y nada más, ni nada menos. Es un ciudadano, extraído a voluntad propia, del común de gente para que TEMPORALMENTE gestione los intereses de todos, buscando el bien común, haciendo leyes justas. Son, nada menos, que quienes hacen las leyes y controlan al gobierno. Independientes de éste y de quienes aplican las leyes que ellos hacen. Una vez que acaben su trabajo, deben volver a la vida civil, normal, cotidiana, lo mismo que todos: al trabajo que dejó , a sus estudios, a su universidad, a su jubilación, etc. Si no se entiende así, si no lo entendemos así, hemos pervertido el buen sentido de la función política, de la función pública. Y por supuesto que pervertido que está, ya que ser hoy diputado o senador es ser un mero mandado de los exclusivos intereses, no de los ciudadanos, sino de los aparatos de los partidos políticos y sus lobbies de poder.

Dicho lo dicho, a nadie se obliga a ser nuestro representante y es como en cualquier otro trabajo: si uno no está de acuerdo con las condiciones laborales,  una de dos, o no opta al puesto, o pide la cuenta y se va.

Reto a cualesquiera de nuestros diputados o senadores que, sabemos a ciencia cierta, los hay lectores de este humilde blog, a que me contesten a estas preguntas:

¿Por qué, y en base a qué lógica el ex-diputado y ex-presidente del gobierno sr Aznar López puede compatibilizar su pensión de ex-presidente con uno, dos, o mil otros trabajos que pueda tener, cuando el que esto escribe, ciudadano con iguales derechos y deberes ante la Ley, también con una pensión, no puedo realizar ningún otro trabajo, salvo que me de de baja en la Seguridad Social y deje de percibir la pensión durante el tiempo de desempeño del trabajo no pensionado?

Otro tanto, para el ciudadano González Marquez

¿Por qué un diputado, con un trabajo poco penoso, arropado de facilidades de transporte, alojamiento, alimentación, etc puede en dos legislaturas conseguir el devengo de su pensión, máxima en cuantía, lo que a un obrero de la construcción, que está verano, invierno, con riesgos evidentes para su vida, a las ocho de la mañana subido en un andamio, con 67 años, le costará 38,5 años de trabajo y cotizaciones para percibir una pensión, mucho menor en cuantía?

Busquen sólidos y competentes argumentos. No cedan a la tentación fácil de tildar mis preguntas de demagógicas y populistas, cosa que ya, por otro lado, se han encargado de hacer los dos grandes grupos parlamentarios.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor Villarino: este lector de este blog, se hace también, desde hace algún tiempo, las mismas preguntas. Me temo que ningún tonto tire piedras a su propio tejado. Creo que tendremos que ser los ciudadanos los que tengamos que enseñarles, a los de esta casta, cómo tienen que hacer para que les aceptemos como nuestros representantes. Seguro que hay algún modelo encomiable en algún país europeo.
Ánimo y un saludo

Anónimo dijo...

Pues a mi el "modelo encomiable" a aplicar en este pais es el que están usando ahora mismito en egipto. No creo que exista otro método con esa eficacia.

Anónimo dijo...

No es un modelo europeo, pero efectivamente, puede resultar eficazmente eficiente. Si Egipto se animó por Túnez... en España ya este gobierno derrocó al anterior gracias a un ‘accidente’ con 200 muertos y 1000 heridos.

Anónimo dijo...

Creo que en este país la sociedad todavía está muy lejos de llegar a echar a estos dirigentes de una manera tan eficaz como en Túnez y Egipto. Cargándose desde todos los frentes los principios más elementales de la convivencia, a pesar de la educación para la ciudadanía, es más fácil que nos ‘crispemos’ entre nosotros ‘civilmente’, que civilizadamente.

José Enrique Villarino dijo...

Habrá que ir pensando que les exigimos a los políticos para las próximas elecciones. La Ley Electoral, con listas cerradas, la obediencia de voto al partido, la ausencia de democracia interna en los partidos, el sistema de no proporcionalidad y que un hombre no valga un voto sino en un sitio 3,28 , en otro 7,25 y en otro 0,62 y así una y otra .... Habrá que pensar a quien votamos y qué exigimos al que votemos. Ya no es cuestión si unos son de centro-centro, otros de centro-derecha, otros de centro-izquierda o de la cofradía del Desenclavo. NO, hay cosas que son más elementales, previas, necesarias e importantes para sanear el sistema.

Yo esta vez no le doy el voto, salvo a aquellos que cumplan como mínimo con un decálogo que enumeraremos otro día. Se acabó el voto útil, inútil o mediopensionista.

Anónimo dijo...

Todos cobran del Estado, que somos todos. Cobran los políticos, cobran los partidos, cobran los sindicatos, cobran las organizaciones empresariales, los bancos condonan las deudas a los partidos y sindicatos, cobran los sindicatos a los afiliados, cobran los partidos a los afiliados, pagamos impuestos directos (IRPF, ...) e indirectos (IVA, sobre los garbanzos y todo ...), cobran los bancos comisiones por todo, cobra la SGAE por presumir que voy a piratear .... y etc, etc ,......

Coño, basta ya. Nuestra escuálida bolsa no da para tanto. Reducir el presupuesto a la mitad, como poco.

Anónimo dijo...

Si encuentra Ud. algún partido... quizás ahora minoritario, o de nueva formación (no habrá listas abiertas) que ofrezca unas mínimas condiciones de garantía, háganoslo saber. Los de esta casta se podrán pelear entre ellos, pero estarán de acuerdo siempre, en mantener sus privilegios ¿para qué si no presentarse a político?

José Enrique Villarino dijo...

Amigo Anónimo de las 11:08:00 de hoy día 30,

Yo ya no busco partidos. Que nos busquen a nosotros y se partan la cabeza en ello. Yo me voy a poner un decálogo o algo parecido para que pasen la criba. Si no es así, pues a no votar, que tampoco pasa nada y es un acto tan democrático como otro cualquiera. Claro, me gustaría que los escaños de la abstención contasen en el cómputo y estuviesen físicamente vacíos.