12 abril, 2009

"Del círculo a la espiral"

Sobre la naturaleza de los procesos

Por
José Enrique Villarino Valdivielso
Economista

Tomo prestado el título del post que Roberto Carballo ha publicado el pasado el jueves en su magnífico blog del mismo nombre, blog
que es una de mis referencias del mundo-internet. Una vez escrito el mío, veo con agrado que hemos coincidido -yo con él, claro,lo que me produce gran satisfacción- no sólo en el fondo sino también en uno de los ejemplos gráficos para ilustrarlo: una galaxia. Ambos nos queremos referir al hecho de que la práctica totalidad de los procesos naturales, y no naturales, no son procesos lineales, son procesos NO LINEALES. Pero no sólo ello, muchos son,además, procesos NO LINEALES ACUMULATIVOS, es decir, PROCESOS DINÁMICOS, sujetos a tasas de crecimiento no constantes. La física los estudia bajo la etiqueta de la palabra aceleración. Crecen de forma no lineal, pero la velocidad de crecimiento no es constante, es creciente -o decreciente- a su vez. Sobre este tema no es la primera vez que escribo y a ello ya me he referido en otro post de hace unos meses titulado "Sostenibilidad y crecimiento: una reflexión para entender los procesos no linales de crecimiento".

Cuando pergeñaba estas líneas para hacer entender a un auditorio cuál es la naturaleza de los modelos predictivos, sean de l
a índole que sean, en un duerme vela -estado en que suelen aflorar los temas del blog y el desarrollo de sus líneas maestras con una gran clarividencia que a la mana siguiente se torna desgraciadamente menos nítidas- tres imágenes se pusieron a dar vueltas en mi cabeza: la visualización de un gráfico lineal, en contraposición a otro no lineal; la estructura topológica de una galaxia espiral y un tablero del ajedrez. En el fondo, los mismos argumentos del artículo anterior ya citado y en el fondo, uno sólo. La no linealidad matemática, lo exponencial y acumulativo de la espiral galáctica y la leyenda del rey hindú y un sabio de su corte, al que pretencía retribuir doblando el nº de granos en los 64 casillas del tablero, nos revelan de forma bien patente nuestra humilde condición. Los números son capaces de crecer en tramos evolutivos tan cortos que nos hacen ridículamente pequeños, insignificantes. Trillones de granos en 64 estadios. ¿Qué decir de la galaxia y sus brazos separándose -a saber- en la razón aúrea, en distancias que se miden a razón de 300.000 kms/seg por año. Distancias no infinitas, que lo infinito es un concepto puramente matemático; inconmensurables, imposibles casi de medir.

A ésto, que ya llevo un rato mareando la perdiz, quiero añadir esta noche otro atributo de la mayoría los procesos. Que no son deterministas, es decir, que no caben en una fórmula,
en una ecuación y que su desarrollo no deviene inevitablemente marcado en su propia génesis. No son, por tanto, procesos genéticos en el sentido determinista del término. Son ALEATORIOS, o lo que es lo mismo, que su desarrollo está sujeto a factores no previsibles, que sólo pueden ser formulados en términos de probabilidad. Este tipo de procesos, no lineales,acumulativos, dinámicos y aleatorios introducen ya márgenes y grados de libertad para adjudicarles la etiqueta de modelos de LIBERTAD. En no otra cosa que en grados de libertad se mide la aleatoriedad estadística de los fenómenos. Estoy convencido que todos estos atributos -que ya no repito- son constitutivos de la función sináptica que desarrollan nuestras neuronas en todo tipo de evocación memorística, de pensamiento, de volición, de amor. Quiza muchos más nos queden por descubrir. Como también, convencido estoy de que para INNOVAR es condición necesaria echar mano de todos ellos so pena de que en vez de innovar nos conformemos con descubrir. Innovar es innovar-se. Renacer, resucitar todo nuestro argumentario, rehacerlo ex novo. Lo otro, lo de siempre, es repetir y repetir, cambiando algo las cosas para que nada cambie. A todos, buena madrugada, nunca mejor dicho, de Resurrección.

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