12 julio, 2007

Llegar a la Sagrera en AV, ¿para qué?

Todavía no se han cerrado las desavenencias entre los políticos, las instituciones y colectivos ciudadanos sobre el túnel que pasará por debajo de la Sagrada Familia y conducirá a los trenes de Alta Velocidad hasta la estación de intercambio de Sagrera. Todavía no se han cerrado y todavía nadie se ha preguntado si realmente es necesario, e incluso conveniente, llegar a Sagrera.

Desde el punto de vista de la explotación, un tren de Alta velocidad no debe tener dos paradas en una misma ciudad, máxime si una de ellas es la parada término, porque muchas de las ventajas inherentes a la Alta Velocidad se vienen abajo. Para empezar, el tiempo total de la línea, como es el caso de Sagrera, se ve incrementado –en este caso si no llega a los 30 min poco le ha de faltar- con lo que ello conlleva de aumento del tiempo de ciclo de rotación y lo que supone en mayor nº de trenes necesarios en línea. En segundo lugar el tiempo de viaje se incrementa innecesariamente y deja de ser competitivo con el tiempo de la aviación. Los costes de operación, al incrementarse el recorrido, son mayores y los ingresos no son mayores en la misma proporción. Pero esto no es todo.

La razón principal, además de las puras de transporte, es que Sants es una estación suficientemente centrada respecto de la trama urbana de la ciudad y llegar a Sagrera no aporta un valor añadido equivalente a los costes económicos, sociales y de oportunidad que ocasiona, incluso si en el cómputo se incluye la funcionalidad de intercambio METRO-Tren-BUS que va a tener este intercambiador. No tiene mucho sentido llevar de Sants a Sagrera a un viajero de Alta Velocidad cuando existe una red de Cercanías y Metro que puede hacerlo con tiempos casi igualmente competitivos y cuyo abanico de intercambio se limita a los de los viajes metropolitanos. Viene a ser algo así como ponerse todos los días un smoking y llevar un Rolls para ir a trabajar. Un despilfarro que no aguanta ni el más permisivo análisis de viabilidad financiera y social por los altísimos costes de infraestructura y explotación, al margen de los que induce, ya citados.

Señores políticos, ya lo c.... con el abultado y generoso tiempo que se tomaron para dilucidar por donde entraba y salía la Alta Velocidad a Barcelona, acuerdo por cierto al que nunca llegaron, por favor, no hagan otra de las suyas y renuncien, por una vez, a jugar a faraoncitos de “Lego”. Una cosa es llegar, cuanto antes mejor, a la frontera Francesa y otra, hacerlo parando absurdamente dos veces en Barcelona.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Operación urbanística?