La nueva economía Por
José Enrique Villarino Valdivielso
Economista
L eo en “Cuestiones Vitales”, uno de los imprescindibles blogs de Antonio Ruiz de Elvira, catedrático de Física de la Universidad de Alcalá, tres artículos titulados la Nueva y la Vieja Economía, que vienen a cuento sobre las respuestas que la economía es capaz de dar a paradigmas tan urgentes para nuestro planeta como es el cambio climático. En resumen viene a decir Antº Ruiz de Elvira que la vieja economía, clásica, neoclásica y keynesiana, descansan sobre modelos lineales del equilibrio general, en definitiva, sobre modelos de optimización estática.
Todo parece ser hoy dinámico , excepto la economía. La física ya lo fue en sus orígenes y la biología es hoy día la ciencia que aplica en mayor medida modelos o sistemas dinámicos, como no puede ser de otra manera en una disciplina esencialmente evolutiva.
Se queja, y con razón, ArdE que las cuestiones fundamentales que nos aquejan en el presente y cada vez más las futuras, no tienen respuestas en la economía convencional o tradicional. Y es cierto, los economistas nunca hemos tenido una perspectiva dinámica de los fenómenos. Sólo lo económetras dedicados al estudio de las series temporales, una de mis aficiones para echar el rato, siempre autoregresivas y por tanto autocausales, pudieran acercarse a una visión dinámica pero muy lejana todavía de los enfoques dinámicos de aplicación en la física o la ya citada ciencia de los seres vivos.
Puesto a profundizar ArdE en el estudio crítico de la economía tradicional y a indagar en quiénes son hoy día los heterodoxos que más se acercan y propugnan ciertos enfoque dinámicos encuentra dos economistas que pueden responder a este perfil. Se trata de Paul Ormerod y Eric Beinhocker y, añadiría yo, Georgescu Roegen. El primero de ellos ha estudiado los fracasos bioevolutivos y de las organizaciones con una metodología matemática. Del segundo, ingeniero informático, su obra reciente se titula The Origin of Wealth en lo que quisiera ser un remedo a la riqueza de las naciones de Adam Smith y en la que compara la organización de los homo neandertalis, basada en la mera apropiación de los recursos como hoy hacemos buscando energía en los pozos de los yacimientos frente al homo sapiens que evolucionó transformando dinámicamente la energía –agricultura, industria, etc-.
Bueno, a estas alturas alguien se preguntará ¿y esto de la nueva economía a santo de qué viene a cuento en este blog? Pues viene a cuento de algo aplicable que toca también al transporte en la medida en que el transporte y la economía del transporte son una actividad y una rama del conocimiento económico. Si hay algo dinámico –y también porque transportar es tránsito, movimiento- es el transporte. Son dinámicos los procesos inherentes al transporte y raras veces caemos en ello. Pero esto es harina de otro día.
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