10 abril, 2007


Movilidad de larga distancia en España (I)


Por José Enrique Villarino Valdivielso. Economista


La información sobre movilidad interurbana: escasa y fragmentada

La información disponible en lo que respecta a la demanda de viajes interurbanos o de larga distancia en España es escasa y fragmentada. Puede decirse que es consistente a nivel agregado nacional pero contradictoria, a veces, a los niveles de viajes entre zonas e, incluso, entre provincias. La única fuente de información homogénea y generalizada para todo el territorio nacional es la proveniente de la encuesta MOVILIA, cuyos últimos datos corresponden al año 2000, estando en ejecución la actualización para 2006 y 2007. Aún así esta fuente es consistente a nivel interregional, pero no a mayor desagregación.

Abrumadora mayoría de los viajes rodados y crecimientos desiguales: 1995-2000 ciclo expansivo y 2001-2004 recesión generalizada en casi todos los modos

Según fuentes, dispersas, del Ministerio de Fomento, la demanda de movilidad interurbana en España en todas las redes y modos de transporte ha sido de 452.732 millones de viajes*km en el año 2004. El 90,5% de estos viajes se producen por la red viaria rodada repartiéndose el 9,5% restante entre el tren –4,6%-, el avión –4,5%-y con una participación muy pequeña del o,4% el modo marítimo.

La evolución de la demanda total entre 1995 y 2004 ha sido muy dinámica, con un incremento medio acumulativo del 3,77% anual, siendo los crecimientos modales muy desiguales. El crecimiento más importante en términos absolutos lo registró el tráfico por carretera –3,7%-, con un crecimiento ligeramente por debajo del crecimiento medio global citado, destacando los crecimientos de los corredores Madrid-Levante, Madrid-Andalucía y el corredor mediterráneo.

En términos relativos el modo que ha experimentado un crecimiento mayor ha sido el aéreo, con una tasa anual acumulada del 8,9%, sufriendo un retroceso en 2001 y 2002 como consecuencia del impacto del 11-S, sobre todo en los vuelos de larga distancia e intercontinentales. El ferrocarril y el modo marítimo fueron los que menos crecieron. El tren tuvo un crecimiento medio del 4,35% anual acumulado entre 1995 y 1999 y una segunda fase más moderada a partir de 2000 para pasar a ser negativo en 2003. El transporte marítimo tuvo un crecimiento importante de 1995 a 1999 del 6% anual acumulativo para entrar en recesión a partir de 2001 con descensos del 1,4% entre 2000 y 2003. En 1994 se produce una recuperación importante que culmina en 2005 con un crecimiento espectacular del 28,4%.

En el próximo capítulo se recogerán los resultados de la modelización de viajes de LD realizado por el Mº de Fomento para el estudio “Avance del Plan Intermodal del Sistema de Transporte de Viajeros (PIVI). 2007”.

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