El lío de las Cercanías de Barcelona: una opereta en 5 actos y un epílogo
Groucho Marx
¿Quiénes han estado 15 años o más, pensando, proyectando, negociando y disputándose, si la línea de alta velocidad entraba en Barcelona por aquí, por allá, por el Prat y acababa aquí o allá, en Sants o en Sagrera? ¿Quién si se encaminaba por el túnel de la calle Mallorca o por el túnel de Paseo de Gracia?
Respuesta: los políticos, de Madrid y de Barcelona. Del gobierno –de turno- y del autonómico, también de turno y de los locales, de turno.
20 años después claro que hay prisas, improvisaciones, nervios, atascos, ...que yo no fui, que la culpa es tuya, que si la sequía de inversiones, que claro que Cascos, que el Plan Felipe que allí no tocó, etc.
Un profesional, con más de treinta años, no deja de serlo de la noche a la mañana. Punto. Deficiencias en la comunicación a los viajeros, recursos y medios inutilizados –no de inútiles sino de que no se usan- antes de ayer, hace dos meses, en Madrid, Valencia, Bilbao, etc. Hasta anteayer las españolas eran las mejores cercanías de europa, sino del mundo. Creo que en un momento sí estuvieron a punto de serlo. Desde hace bastante tiempo, no.
La solución al problema, como siempre, lo que decía Groucho Marx en “Los hermanos Marx en el Oeste”: “madera, más madera ..aaa...”. 545 informadores en trenes y andenes, como si los viajeros fuesemos sordos o ciegos o para decirles bon día, senyor. 170 mecánicos para controlar las averías de los trenes. ¿Qué pasa, de la semana pasada acá se caen a “cachos”? ¿Un coordinador ferroviario para que hablen los responsables de la infraestructura y de la operadora? ¿Es que no lo había? Pues vaya experiencia ésta tan beneficiosa y demostrativa de la necesidad de separación de las infraestructuras y las operaciones, que lo es .....¿Un gabinete de información y atención a los viajeros?. Pero, ¿acaso no lo hay ya?
Hay interventores, que se decidió bajarlos del tren y no se sabe bien qué hacen ahora, hay un maquinista con un micro para hablar con los viajeros, hay megafonía centralizada, hay lo que se llama un segundo canal para hablar desde el puesto de mando al tren, hay teleindicadores en estaciones y los trenes. Todo ello ha costado mucho, mucho dinero. Pero, no ha sido la prioridad informar a los viajeros. Ahí están pero, no se usan. De peras a pascua.
¿Se sanciona al maquinista que abandona un tren o que no informa de eventualidades en el viaje? No conozco ningún caso. ¿Es su obligación hacerlo?, sí.
Pero, en todo este cúmulo de despropósitos el mayor es sin duda la nueva dotación de 43 nuevos trenes a las Cercanías de Barcelona para intentar paliar este problema. Seamos serios: ¿acaso lo que ha ocurrido tiene algo que ver con un problema de saturación de la capacidad de la oferta de servicios? No parece. El parque de 163 trenes que tenía el viernes pasado Barcelona es, ceteris paribus, más numeroso que el que tiene Madrid con 256 trenes y casi, o sin casi, tres veces más de viajeros al día. No existe un problema de fiabilidad de trenes que justifique esta aportación excepcional ni ello va a contribuir a resolver el fondo del problema. Lo que se va a conseguir es, como se suele decir, desvestir un santo para vestir otro. Lo vamos a ver. Si ello no fuese así es que, en algún sitio, de donde se quitaron, sobraban recursos. Y no se qué es peor.
Miren señores políticos, no se gestiona a bandazos. No se resuelven los problemas del hambriento inflando al niño a caramelos y pasado mañana otra vez hambre y más hambre. Porque las Cercanías de Barcelona tenían estos problemas y otros más que todavía uds. no han advertido, desde muchos años atrás. Y ni los de uno u otro signo han hecho nada. Las cosas no se resuelven con parches calientes ni con decisiones atolondradas e improvisadas. Las cosas, a la altura del siglo que corre, se resuelven con sentido común, dedicación, destreza, profesionalidad, mesura, etc. No poniendo, no se sabe bien para qué a cientos de personas desparramadas por la red. ¿Y la tecnología que existe? ¿Para cuando?
Han acudido a la peor solución. A la más cara. A la más ineficaz e ineficiente. A la más retrógrada.
El que Uds no han hecho, ni han solicitado a nadie medianamente competente en estos temas. Han confundido el todo con las partes, el cu .. –perdón-.. con las témporas. En todo este asunto siendo muchos los problemas y de todo tipo, éstos se pueden resumir en tres. Uno, un problema crónico de infraestructuras en una red no concebida para una explotación de cercanías, con carencias en sus instalaciones y una explotación compleja y difícil. Dos, un problema, circunstancial, de interferencia muy acusada entre las obras de la red de Alta Velocidad y la red de cercanías que tal y como se ha concebido aquella hace que la explotación sea un milagro al que rezar para que ocurra todos los días. Tres, otro problema crónico, de gestión o, mejor dicho, de no gestión en la operadora que, si bien aparentemente ésta se adecua a unos cánones modernos de gestión en la realidad no es así. Cuando cualquier circunstancia externa altera los parámetros habituales de explotación, queda al aire y se visualiza una gestión de fachada, de cartón piedra. La triste paradoja es que hay excelentes profesionales pero no hay gestión que encarrile sus conocimientos y potencialidades.
¿Y si todo esto resulta que pasa cuando está próxima la formación de un nuevo gobierno en la Generalidad, en cuyo nuevo Estatuto se contempla la transferencia de los servicios de Cercanías? Pues miel sobre hojuelas, más argumentos a favor de obra, de esa obra, de la transferencia. Esto, lo del lunes no deja de ser la traca final de una campaña que ha venido desarrollándose de tiempo atrás a favor de que las Cercanías gestionadas por RENFE Operadora pasasen a serlo por la Generalidad. ¿O es casualidad? La Sra. Ministra escenifica una destitución a solicitud del que será nuevo gobierno catalán, al tiempo que alaba la profesionalidad del empleado cesado. ¿Esto, cómo se come? La transferencia ya está archi-justificada.
A los políticos les suele bastar el epílogo. Ya lo han escenificado.
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