Por
Miguel Angel Ahijado Martín
D.G. de Servicios de Cercanías y Media Distancia
RENFE Operadora
Hace unos años “El Arte de la Guerra” se convirtió en libro de culto en el mundo de la empresa y los negocios. Fue durante una temporada libro de cabecera para ejecutivos, políticos, deportistas, etc. Pasado aquel momento, aquella moda, poco sabemos de lo que queda de él en el mundo de la empresa. De vez en cuando la milenaria cultura Oriental nos sorprende con algún aspecto de su filosofía y recorre nuestro mundo, “Occidente”, que busca, cada vez mas, reencontrar valores perdidos o alcanzar un equilibrio que las prisas y el estrés nos presenta como inalcanzable.
Recopilado hace mas de 2500 años, “El Arte de la Guerra”, escrito por el general chino Sun Tzu Ping Fa, filósofo y guerrero, sigue siendo el libro más prestigioso e influyente sobre estrategia. Esta obra se halla plena de las ideas de las grandes obras taoístas, el I Ching (El Libro de las Mutaciones o Cambios) y el Tao Te King de Lao Tze.
“Es mejor ganar sin lucha”
Sun-Tzu
Esta frase esboza y a la vez sintetiza el paradigma del pensamiento oriental. La síntesis de sus enseñanzas es la regla principal de las artes marciales: la estrategia es superior a la violencia, la inteligencia mejor que la brutalidad.
Aplicado al mundo de los negocios, los términos relacionados con la lucha se extrapolan a términos de mercado, y así el campo de batalla es el propio mercado, el enemigo son los competidores, etc... Se establecen analogías y se intentan aplicar los principios del Arte para obtener éxito en nuestra empresa. Sin embargo, para entender mejor esta filosofía y las posibilidades de su aplicación al mundo de los negocios debemos acercarnos al sistema de referencia del mundo oriental, a su paradigma. Esa es mi intención en este artículo, que lleguemos a percibir esa diferencia entre lo que para nosotros es “lucha” o “deporte” y para ellos es un “Arte”; la técnica del combate se aprende en un período relativamente corto de tiempo, el arte lleva el dominio pleno de la técnica a expresiones nuevas y diferentes y cada vez más profundas, pudiendo durar toda la vida. No debemos quedarnos sólo con los aforismos y máximas de “El Arte de la Guerra”, comprenderlos y entenderlos nos servirán para aplicarlos mejor.
Desde hace varios años vengo practicando asiduamente, Tai-chi chuan. “Tai” significa “cosmos” y su símbolo es el popularmente conocido Yin-Yang (la dualidad en la unidad) y procede del I Ching y del taoísmo (Tao te king). El Tai-chi chuan es un arte marcial de origen chino, pero no sólo eso. Vinculado con la filosofía china, el tai chi es un excelente medio para mantener el equilibrio físico, emocional, mental y espiritual. Pero por si esto fuera poco, la práctica nos revela nuevos tesoros mas allá de las importantes bondades mencionadas anteriormente.
Una vez que conocemos “la forma”, es decir, la secuencia de movimientos (que puede ir de los 24 movimientos de la forma básica “Yang” a secuencias más largas –84- como la forma Cheng, la forma de la Grulla Blanca, etc...) y dominamos su técnica, todo acaba de empezar. Así, preparados fisicamente, serenos emocionalmente y enfocados mentalmente, pasamos de la postura inicial de relajación “Wu chi”, el vacío, lo yin, a lo activo, lo yang fluyendo con el oponente como estrategia básica para volver a “Wu chi”.
Pero que tiene que ver todo esto con la empresa, que tienen que ver las artes marciales con el mundo empresarial. Ambas comparten el mismo método para conseguir sus objetivos, como es realizar estrategias adecuándolas a los diferentes espacios y tiempos o momentos, y serán mas flexibles y eficaces en la medida en que estén mas interiorizadas. La “forma” sería el conocimiento previo de nuestra empresa, la técnica su preparación –de recursos y herramientas-, pero es sólo integrando sus 4 aspectos (físico –material-, emocional –motivación-, mental –objetivos económicos- y espiritual –valores-) cuando logramos el “Wu wei”, o “hacer no haciendo”; nuestra estrategia está tan interiorizada que la ejecución es perfecta y tiene sentido en sí misma. Hoy en día las empresas establecen Planes Estratégicos sólo sobre el papel y la Estrategia del Arte de la Guerra o de cualquier arte marcial es la ejecución de un método para conseguir nuestro objetivo, adaptándose en todo momento en espacio y tiempo, con enemigo imaginario (realización de la forma) o con competencia (empuje de manos o lucha con el oponente).
Etimológicamente Estrategia viene del griego “strategos” (general), es decir, estrategia es la acción que realiza el strategos. Sólo realizando, ejecutando la estrategia, ésta tiene sentido.
Miguel Angel Ahijado Martín
D.G. de Servicios de Cercanías y Media Distancia
RENFE Operadora
Hace unos años “El Arte de la Guerra” se convirtió en libro de culto en el mundo de la empresa y los negocios. Fue durante una temporada libro de cabecera para ejecutivos, políticos, deportistas, etc. Pasado aquel momento, aquella moda, poco sabemos de lo que queda de él en el mundo de la empresa. De vez en cuando la milenaria cultura Oriental nos sorprende con algún aspecto de su filosofía y recorre nuestro mundo, “Occidente”, que busca, cada vez mas, reencontrar valores perdidos o alcanzar un equilibrio que las prisas y el estrés nos presenta como inalcanzable.
Recopilado hace mas de 2500 años, “El Arte de la Guerra”, escrito por el general chino Sun Tzu Ping Fa, filósofo y guerrero, sigue siendo el libro más prestigioso e influyente sobre estrategia. Esta obra se halla plena de las ideas de las grandes obras taoístas, el I Ching (El Libro de las Mutaciones o Cambios) y el Tao Te King de Lao Tze.
“Es mejor ganar sin lucha”
Sun-Tzu
Esta frase esboza y a la vez sintetiza el paradigma del pensamiento oriental. La síntesis de sus enseñanzas es la regla principal de las artes marciales: la estrategia es superior a la violencia, la inteligencia mejor que la brutalidad.
Aplicado al mundo de los negocios, los términos relacionados con la lucha se extrapolan a términos de mercado, y así el campo de batalla es el propio mercado, el enemigo son los competidores, etc... Se establecen analogías y se intentan aplicar los principios del Arte para obtener éxito en nuestra empresa. Sin embargo, para entender mejor esta filosofía y las posibilidades de su aplicación al mundo de los negocios debemos acercarnos al sistema de referencia del mundo oriental, a su paradigma. Esa es mi intención en este artículo, que lleguemos a percibir esa diferencia entre lo que para nosotros es “lucha” o “deporte” y para ellos es un “Arte”; la técnica del combate se aprende en un período relativamente corto de tiempo, el arte lleva el dominio pleno de la técnica a expresiones nuevas y diferentes y cada vez más profundas, pudiendo durar toda la vida. No debemos quedarnos sólo con los aforismos y máximas de “El Arte de la Guerra”, comprenderlos y entenderlos nos servirán para aplicarlos mejor.
Desde hace varios años vengo practicando asiduamente, Tai-chi chuan. “Tai” significa “cosmos” y su símbolo es el popularmente conocido Yin-Yang (la dualidad en la unidad) y procede del I Ching y del taoísmo (Tao te king). El Tai-chi chuan es un arte marcial de origen chino, pero no sólo eso. Vinculado con la filosofía china, el tai chi es un excelente medio para mantener el equilibrio físico, emocional, mental y espiritual. Pero por si esto fuera poco, la práctica nos revela nuevos tesoros mas allá de las importantes bondades mencionadas anteriormente.
Una vez que conocemos “la forma”, es decir, la secuencia de movimientos (que puede ir de los 24 movimientos de la forma básica “Yang” a secuencias más largas –84- como la forma Cheng, la forma de la Grulla Blanca, etc...) y dominamos su técnica, todo acaba de empezar. Así, preparados fisicamente, serenos emocionalmente y enfocados mentalmente, pasamos de la postura inicial de relajación “Wu chi”, el vacío, lo yin, a lo activo, lo yang fluyendo con el oponente como estrategia básica para volver a “Wu chi”.
Pero que tiene que ver todo esto con la empresa, que tienen que ver las artes marciales con el mundo empresarial. Ambas comparten el mismo método para conseguir sus objetivos, como es realizar estrategias adecuándolas a los diferentes espacios y tiempos o momentos, y serán mas flexibles y eficaces en la medida en que estén mas interiorizadas. La “forma” sería el conocimiento previo de nuestra empresa, la técnica su preparación –de recursos y herramientas-, pero es sólo integrando sus 4 aspectos (físico –material-, emocional –motivación-, mental –objetivos económicos- y espiritual –valores-) cuando logramos el “Wu wei”, o “hacer no haciendo”; nuestra estrategia está tan interiorizada que la ejecución es perfecta y tiene sentido en sí misma. Hoy en día las empresas establecen Planes Estratégicos sólo sobre el papel y la Estrategia del Arte de la Guerra o de cualquier arte marcial es la ejecución de un método para conseguir nuestro objetivo, adaptándose en todo momento en espacio y tiempo, con enemigo imaginario (realización de la forma) o con competencia (empuje de manos o lucha con el oponente).
Etimológicamente Estrategia viene del griego “strategos” (general), es decir, estrategia es la acción que realiza el strategos. Sólo realizando, ejecutando la estrategia, ésta tiene sentido.
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