13 julio, 2021

La ministra "decibelios"

Lo decimos con todo el cariño y respeto parafraseando a la presentadora de un programa mañanero de la televisión española, a la que el vulgo le puso de sobrenombre  -antaño mote-  "la isobaras" por su trabajo anterior como presentadora del programa del tiempo en un telediario de la tv1.



Escribíamos hace poco cómo el PSC (Partido Socialista de Cataluña) había tomado en las personas de sus más significativos efectivos los puestos clave de las empresas públicas y las principales instituciones del transporte. Quedaba una excepción, la máxima excepción, que era la de un ministro que hacía obediencia al PSPV (Partido Socialista del País Valenciano). Pues bien, ya habemus ministra del PSC. El organigrama al completo.

Hasta ahora casi lo único que conocemos de la nueva ministra de Transportes es que no le gustan los decibelios. Y decimos esto porque como alcaldesa del municipio de Gavá, del Bajo Llobregat, se opuso a la ampliación del barcelonés aeropuerto de El Prat, por causa de la huella acústica que dejan los decibelios de las aeronaves sobre todo al despegar, pidiendo para ello que las pistas de despegue y aterrizaje estuviesen segregadas, hecho que conlleva un incremento importante de la inversión a ejecutar.

Pues ya sabe AENA lo que tiene que hacer, que no es otra cosa que ir preparando más "pelas" para subvenir a los gustos de la nueva ministra, a la que todo el mundo rendirá pleitesía, aunque todo el mundo se pregunte qué sabe esta señora de infraestructuras, transportes y viviendas.

Hablando de viviendas, lo que Ábalos resistió para no dar la razón a los podemitas en la regulación de los alquileres, la nueva ministra lo va a resolver en un pis pás. Es decir, regulando los alquileres sobre cuyas bondades ya se ha pronunciado en alguna que otra ocasión. Dirán ustedes, pues bien empezamos. Pues, así es.

Dijo la ministra en su carta de presentación en el intercambio de carteras de ella misma: "Soy mujer, socialista, ecologista y catalana". Lo de mujer, para nosotros es evidente, aunque para algunos, algunas, y "algunes", sea discutible. Lo de socialista, también, lo de ecologista no nos consta y lo de catalana, lo debe decir su partida de nacimiento, como charnega, es decir, catalana de segunda generación, población abundante en la comarca de la que procede por la inmigración valenciana, murciana y andaluza de los años 60 y 70.

Pero de sus conocimientos, experiencias, méritos, esfuerzos, etc, nada de nada. Sólo sus avatares políticos en el escalafón de su partido como es al uso en las hornadas de socialistas de unos años para acá. Con Pedro Sánchez, dicho sea de paso, más socialistas que "socialistos".

Apañado va el transporte, la movilidad, las infraestructuras, las viviendas con esta ministra, como apañados fuimos con los anteriores y quizá con los que vengan. Uno bachiller, otra médico, otro maestro, ahora una abogada, y así. Con los problemas que existen por resolver: las mercancías y los corredores ferroviarios, la finalización de la red de alta velocidad, el mantenimiento y mejora de la red viaria, la construcción de un parque público de vivienda, las necesarias nuevas infraestructuras hidráulicas en la lucha por la desertización y la mejora de la economía agraria, etc, etc. Cosas concretas y no vaguedades del estilo de la digitalización, la economía verde, la movilidad sostenible y otras  consignas de lo políticamente correcto y la ingeniería social.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy por abonarme a ver si me ponen de ministro, aunque sea sin cartera. Pero ni soy amigo de Sánchez, como Adriana Lastra. Sánchez no quiere que le hagan sombra y por supuesto, Lastra no le va a hacer ni sombra, por la diferencia de alturas. Y como Lastra, que no es ministra, los/as demás. Sánchez quiere obedientes ejecutores, no quiere gente que piense, siquiera como Ábalos, 'que no me echa nadie' ¿pero quién se creía éste que era?. Es 'el mismo perro pero con un collar con más mujeres' que le mantengan en el cargo hasta las elecciones, con la ayuda de Bildu y los separatistas.
La ley antidesahucios con la que Chávez acabó con los alquileres en Venezuela, es la fórmula comunista que quieren aplicar en España. Así se acaba con la propiedad privada. No bastaba ya con los ocupas. No bastaba con la expropiación, con la nacionalización de bienes privados que pide Podemos. No bastaba con Venezuela: ahora Cuba grita por sobrevivir. ¿Irá al rescate Rusia? ¿Irá al rescate China? ¿Irá al rescate Sánchez, Zapatero, Borrell, Irene Montero? Y a España ¿quién la rescatará de estos secuaces, hasta las elecciones, porque el tonto útil no quiere moción de censura, le hace la oposición a lo 'Gila'? El gobierno Frankenstein se consolida. No quiero verme como los venezolanos que carecen de todo, ni como los cubanos que ahora protestan en las calles, porque los adeptos del dictador no carecen de nada. ''El régimen de Maduro amplía la explotación ilegal de oro en el Arco Minero del Orinoco ante la caída en la producción de petróleo''. ¿Socialismo? ¿Comunismo? ¿Largo Caballero? ¿Maduro? ¿Castro? ¿Sánchez? ¿Miguel Díaz-Canel? Cuando las barbas de tu vecino...

Anónimo dijo...

El artículo de FTF es muy claro. La ministra de marras no tiene idea de transporte, Pero ¿sabe gestionar? Si las empresas del ramos le rinden pleitesía, igual va a dar "so" que "arre", las empresas a las que se le dan las concesiones ganan el concurso y el dinero, aunque la obra en sí no sirva. Y la logística del transporte cada día es más importante ¿Cuánto ganó España con el AVE a la Meca? ¿Cuánto ganaron los intermediarios que hicieron las gestiones? ¿Cómo satisface el ferrocarril en España a los ciudadanos que están pendientes de un AVE, de un 'Media Velocidad Española' de un Cercanías, en las distintas regiones (autonomías ahora, cada una con su taifa)? ¿Los charnegos de Cataluña disponen de buenos trenes para ir a visitar a su familia, en Extremadura por ejemplo? Porque para viajar a Valencia, o a Sevilla, si son buenos. ¿Y la ministra permitirá que las huelgas del SEMAF dejen tirados a los viajeros en medio del campo, sin energía, sin aire acondicionado en los coches? ¿Y Renfe producirá energía renovable para el AVE? ¿Y penalizará el transporte, en general, por la contaminación? ¿Y cobrará peaje por transitar por las autovías y carreteras nacionales? ¿Más de lo mismo, o cambiará con la nueva ley de movilidad que la ministra presentará al Consejo de Ministros?

Anónimo dijo...

Los ministros, las ministras y sus secretario/as deber ser muy obedientes a las órdenes de su jef@. Si no lo hacen se juegan el puesto. La gran mayoría de estos cargos son puesto a dedo por su obediencia ciega. Y así lo están demostrando las nuevas caras del nuevo gabinete. Ya es una tiranía el voto cautivo que exigen los presidentes de los partidos, para sus propios fines y satisfacción y no la del pueblo, que ha delegado en unos representantes que le quieren hacer creer que le representan. Actúan en nombre del Pueblo, pero sin tener en cuenta las necesidades del Pueblo. Esta ministra, mujer, socialista y catalana, no creo que sea un verso libre, por su edad principalmente, pondrá a dedo sus cargos de confianza y no se creará problemas de otro tipo, ni con las Políticas de la Mujer, ni con las del PSOE, ni mucho menos con las del PSC. Lo del Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, es accesorio, que le servirá con trampolín, como mucho de aquí a dos años.

Anónimo dijo...

Esta alcaldesa, ahora ministra de transportes, movilidad y agenda urbana, va a tener que batirse el cobre con Podemos, por los precios de los alquileres. No se si también contra la especulación de los 'buitres' que arrojan a sus inquilinos al desamparo, para hacer mejores negocios con sus edificios. Y tampoco se sabe si actuará contra la especulación de los constructores con el precio de la vivienda, y les exige que cumplan con las normas y códigos técnicos de la edificación, para lograr una vivienda sustentable, o sólo se limitará a regular el alquiler. O seguirá favoreciendo el pelotazo inmobiliario a nivel nacional.

Anónimo dijo...

La ministra Raquel, por no llamarla Sánchez, que se define como ecologista, tiene el reto de la lucha contra la contaminación que genera el transporte. Tiene que 'eliminar' el transporte por gasoil, por gasolina, e incluso el híbrido. También el que quema queroseno. Los camiones también tendrán que ser eléctricos. Y los aviones no podrán volar, salvo el Falcon. Ahora empezará subiendo el precio de estos combustibles y restringirá el acceso de estos vehículos a ciertas zonas. Desde luego, parte de la solución es el traspaso del transporte del grueso de las mercancías al ferrocarril. Los camioneros se levantarán en armas. Y si contra las chimeneas de las industrias no se toman medidas enérgicas, la contaminación por partículas, por CO2 y por vertidos, será peor que la que genera el transporte de combustible de hidrocarburos.

Anónimo dijo...

Con el Covid mucha gente ha recapacitado en las peculiaridades que ofrece la vida en esa 'España vaciada' y ha buscado una casa en alguno de esos lugares, que en comparación con las ciudades, carecen de casi todo. Si a estos lugares se les dota de unas vías de transporte aceptables, de unas comunicaciones fiables y rápidas, de unos servicios de salud, de educación... más gente iría a vivir a esta España, se reducirían muchas dolencias, incluido el estrés y la soledad y se favorecería la descarbonización, a pesar del metano que sueltan los animales. Las grandes ciudades originan grandes granjas, con todos sus inconvenientes, para proveer a estos ciudadanos, que muchos no han visto nunca una vaca, ni un cerdo, ni una gallina, ni una espiga de trigo, ni disfrutan de una maceta con una planta. El Ministerio de Fomento, con un nombre más largo ahora, podría fomentar el tema del transporte, de la movilidad y de la parte de la agenda urbana que le corresponda, para reestructurar la calidad de vida en los pueblos, donde la gente pueda trabajar y disfrutar de una vida más en contacto con la naturaleza.