28 enero, 2019

Taxi vs VTCs, cuando a ambos les quedan dos telediarios

De nuevo, el contencioso del taxi vs las VTC. Matonismo impune de los taxistas en las calles vulnerando el orden público y los poderes públicos desaparecidos, Fomento el primero, concediendo los desafueros que pretenden los taxistas, que se han dedicado a especular entre ellos mismos y crear trusts más potentes que los de las VTCs.


¿Qué son los VTC y qué son los taxis?

"Tanto los taxis como los VTC están sometidos a una intensa regulación. En ambos casos se exige disponer de una licencia administrativa y el número de vehículos que pueden operar está determinado por un control de la oferta por parte de la Administración Pública mediante el establecimiento de límites cuantitativos. Los taxis prestan sus servicios en los tres segmentos tradicionales en este mercado – pre-contratación, contratación directa en la calle, y paradas - sin competir en precio, ya que los precios (tarifas) están reguladas. Por su parte, los VTC sólo pueden operar en el segmento de pre-contratación, y la normativa prohíbe que puedan operar en dos segmentos: contratación directa en la calle y paradas. El precio de los servicios prestados por un VTC en el segmento de pre-contratación no está regulado y es libre. Por último, tanto los taxis como los VTC se encuentran sometidos a una intensa regulación – que persiste desde hace décadas – en materia de seguridad y calidad.

Competencia frente a monopolio 

La única opción normativa alineada con el interés general es establecer un régimen de libertad de entrada y libertad de precio en el transporte urbano de pasajeros en vehículo de turismo (taxi o VTC), en todos los segmentos del mercado y con libre prestación del servicio en todo el territorio nacional.

La evidencia empírica sobre la eliminación de límites cuantitativos y otras restricciones a la competencia en el sector de transporte urbano de personas en taxi/VTC o la reciente intensificación de la entrada en el mercado del taxi a través de la aparición de nuevos operadores como Uber o Lyft en distintos países, ponen de relieve los efectos positivos que un régimen competitivo tiene en términos de precios, calidad, innovación, eficiencia y reducción del tiempo de espera de los usuarios".
(Informe económico sobre restricciones a la competencia incluidas en el RD 1057/2015 y en la OM FOM/2799/2015, en materia de vehículos de alquiler con conductor UM/085/15 y acumulados)

El taxi es una actividad privada y no es un servicio público

Así lo dice la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia): "la actividad de auto-taxi se encuentra incluida en el ámbito de aplicación de la LGUM (art. 2), en tanto forma parte de la categoría “actividades económicas en condiciones de mercado” y es mencionada expresamente en el Preámbulo de la Ley

El servicio de autotaxis no es un servicio público, sino un servicio al público. Y ello porque no existe disposición alguna que declare su publicatio. El servicio de autotaxi es una actividad privada dirigida al público y de un marcado interés general, calificada doctrinal y jurisprudencialmente unas veces de servicio público virtual o impropio y otras veces de servicio privado de interés público, que requiere una autorización administrativa (Reglamento de Ordenación de los transportes terrestres, artículo 41.6) no meramente policial sino de funcionamiento (Sentencias del Tribunal Supremo de 22 de enero de 1988 y 9
de marzo de 1988, entre otras) que las asemeja en parte a las concesiones, pero que no las sujeta al régimen de éstas.

En efecto, la indicada naturaleza del servicio de los autotaxis y de su licencia comporta que no les sea trasladable, sin más, el régimen y las categorías propias del servicio público y de la relación concesional. Antes al contrario, el carácter privado de la actividad implica que la Administración sólo puede intervenir imponiendo obligaciones, estableciendo requisitos, limitaciones y prohibiciones y articulando un sistema sancionador si está específicamente habilitada para ello en una norma de rango legal, de conformidad con los criterios sentados reiteradamente por el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo. (INFORME 17/12/2014 sobre la reclamación presentada, al amparo del artº 28 de la Ley 20/2013, de 9 de Diciembre, de garantía de la unidad de mercado, relativa a licencias de Autotaxi (UM/061/14).

Ni UBER, ni Cabify le han quitado licencias al taxi


El foco de la huelga indefinida de taxistas, que comenzó este lunes en protesta por las nuevas plataformas de transporte en algunas ciudades de España, se ha trasladado a las cercanías de la feria de Turismo IFEMA, que será inaugurada hoy en Madrid.

Estos protestan contra del aumento de las licencias VTC (Vehículos de Turismo con Conductor), las autorizaciones usadas por los conductores de empresas como Uber y Cabify para poder ejercer de chófer.

Según informaciones recientes de El Mundo, en enero de este año existían alrededor de 9.000 de estos permisos en todo el país a un precio por unidad de unos 5.000 euros, muy inferior a las de los taxis. Tal y como muestra este gráfico de Statista, a pesar de las nuevas licencias VTC, el número de taxis apenas ha disminuido en los últimos años. Según el INE, la cantidad de taxis registrados en julio del año pasado era de 69.792, solo 484 menos que en 2017.

Estos consideran que se están concediendo más licencias VTC (vehículos turismos con conductor, las necesarias para conducir un vehículo de 'ridesharing') de las que se había establecido en un principio, esto es, una por cada 30 permisos para taxis. En la actualidad, según el Ministerio de Fomento, citado por El País, hay alrededor de 67.000 permisos para taxi en España y 5.900 de VTC, es decir, uno por cada 11 taxis.

Distintas varas de medir

"La dualidad regulatoria entre taxis y VTC se explica en gran medida por la intención del legislador de blindar y mantener un régimen de monopolio en el sector del taxi. Este régimen carece de justificación en los principios de regulación económica eficiente. En esencia, el objetivo es evitar que los VTC puedan competir de forma intensa y eficaz con los taxis. Es por ello que el legislador ha decidido limitar el
número de vehículos de VTC, impedir que presten servicio en determinados segmentos del mercado, obstaculizar su operación en el segmento de precontratación, establecer requisitos injustificados sobre las características de los vehículos y sobre el tamaño mínimo de la flota, y limitar la libre prestación de
servicios en territorio nacional, entre otras.

En enero de 2016, el número de licencias de VTC en España era de 4.296. Entre 1998 y 2016, su número se ha multiplicado por 3,2, pasando de las 1.336 a las 4.296 actuales. Esta evolución contrasta con el desarrollo observado en el mercado del taxi, donde el número de licencias se ha mantenido prácticamente constante entre 1998 (70.373) y 2015 (70.509)"

Las opacas cuentas del taxi


A diferencia de las VTC, las cuales sí ofrecen infromación detallada de la evolución de sus ganancias en el tiempo, a día de hoy no existe una estadística oficial de la facturación del sector del taxi ni de su evolución en el tiempo. Se estima en 342 M€ en 2017.

El problema del taxi como empresa no son los ingresos, ni los gastos variables, ni siquiera los gastos fijos periódicos como el mantenimiento del vehículo o el seguro.

El problema es la amortización del precio de la licencia que reduce el margen anterior a un salario exiguo cuando la misma se ha financiado con un préstamo, como es lo habitual.

El precio de la licencia no lo fijaron los VTC y ni siquiera los ayuntamientos que las concedieron. Sin embargo, estos últimos fueron los causantes de su desgracia cuando limitaron las mismas, primero, y no exigieron la reversión de las mismas cuando el titular cesó en la actividad.


A partir de ahí, las licencias se convirtieron en un instrumento especulativo, que ellos mismos han creado


El taxi quiere poner puertas al campo

Como esta infografía muestra, según el estudio de Statista 'Digital Market Outlook - eTravel Market Report', en 2017 el sector de compartir coche (conocido como 'ridesharing', en inglés) generará unos ingresos de 356,24 millones de euros en España. Además, alrededor de un 7,9% del total de los adultos mayores de 16 años del país contratarán estos servicios a los largo de este año. Por no hablar del carsharing, etc.

La verdadera competencia va a ser tanto para el taxi como para los VTCs, el alquiler de vehículos sin conductor, gestionados igualmente por plataformas digitales. No sabemos a qué plazo, pero seguro que será más pronto que tarde. Desaparecerá porque el vehículo sin conductor vendrá a recogernos a casa, y eso es imbatible.



Las últimas recomendaciones de la CNMC

La CNMC recomienda, en un último informe del pasado 24, abordar la situación pensando en los consumidores y usuarios. La regulación debe partir de un enfoque global de la actividad de transporte, englobando a taxis y VTC, y debe ser respetuosa con los principios de buena regulación económica. Solo así se beneficiará a los consumidores, usuarios y ciudadanos.

El informe de la CNMC recomienda revisar algunos aspectos del RD-ley, que está tramitándose como proyecto de ley en el Congreso de los Diputados. Además, ofrece algunas orientaciones a las CC.AA. y a las entidades locales para mejorar la calidad de la regulación de taxis y VTC. Las recomendaciones más importantes del informe son:

  • Desarrollar normativa autonómica a la mayor brevedad para que puedan seguir prestándose servicios VTC urbanos en el futuro.
  • Evitar discriminaciones injustificadas entre taxis y VTC en materia de contratación, horarios y calendario, características de los vehículos, circulación y estacionamiento.
  • Flexibilizar la regulación del taxi, eliminando todas las restricciones que les impiden mejorar la calidad del servicio.
  • Revisar las restricciones al número de licencias de taxis y de VTC.
  • Posibilitar que, en el futuro, los VTC puedan prestar servicios no solo en su Comunidad Autónoma de origen de manera flexible.
  • Propiciar la máxima coordinación entre Administraciones y la buena regulación económica, con el fin de evitar mayor segmentación del mercado. (Informe sobre la normativa reguladora de taxis y vehículos de turismo con conductor (VTC) 24 Jan 2019.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el artículo. El gobierno no gobierna. Demuestran que lo único que les interesa es el cargo: el presidente para viajar en en el avión a cargo de los españoles, que no lo hace ni el rey de esa manera, el ministro de fomento para fomentar más las desigualdades, el ministro interior, la de justicia, de asuntos exteriores ..., no resuelven problemas, ni el de los vehículos con conductor, ni el de los separatistas, ni el de la justicia, ni los problemas de interior. ¿Cuántos privilegios tiene el cargo? Es ridículo, como si uno se presenta a una oposición nacional para médico cirujano de la seguridad social y luego no vuelve a ejercer la medicina, como si uno se hace arquitecto para no hacer viviendas Y ahora ni siquiera los hemos votado.

Anónimo dijo...

La guerra del transporte. El transporte ferroviario pierde respecto a los medios alternativos.
Las razones de fuerza para que esta situación no se resuelva, no se publican, ni los intereses que cada sector, para que siendo un transporte subvencionado, no atraiga a más clientes.¿Estará la zorra dentro del gallinero?. Con conflicto del sector del taxi Vs. licencias VTC: Uber y Cabify. En esencia, es una lucha por el monopolio del sector, que revela un gigantesco problema político, que han ido dejando de lado los partidos, que con el tiempo se ha ido acrecentando. El problema es profundo: las miles de licencias concedidas entre 2009 y 2015 no pueden ser expropiadas (el Supremo las avala: desde 2015 no se han concedido nuevas) y la ratio es ya 1/6. El actual gobierno trató de solucionar esto reformando la ley, y delegando en las CCAA. desde el gobierno, el PSOE ha optado por delegar en los gobiernos autonómicos y municipales. Las ciudades tendrán que regular la situación de las VTC. Ciudadanos, defendiendo desde un primer momento una liberalización del sector y el fin del monopolio del taxi. No se trata de la guerra de dos grupos de transportista de clase media, es un problema de políticos de altos cargos y poca clase. Rosauro Varó, hijo de Amalia Rodríguez, diputada en el congreso por el PSOE; Xavier Cima, marido de Inés Arrimadas; Jaime Castellanos, cuñado de Emilio Botín; Pedro del Corro, consejero de Mediapro y Globonedia. Los políticos tienen un interés muy interesante en este conflicto. ¿Alguien duda de los intereses políticos en el transporte por ferrocarril, en los autobuses, en los camiones? Si funciona bien el tren, pierden mucho dinero los camioneros y los autobuseros y muchos, desde dentro de Renfe y desde dentro del ministerio, les facilitan el negocio a los transportistas por carretera.

Anónimo dijo...

Buena pagina .