19 noviembre, 2018

El Jefe de Seguridad de ERA desmonta la argumentación recurrente del portavoz del PP

Las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora sobre el accidente de Angrois están poniendo de manifiesto que en el momento del accidente no sólo existían graves deficiencias de seguridad en la curva de A Grandeira sino en otros muchos ámbitos de la seguridad ferroviaria que prestan ADIF y RENFE.

Prácticamente el único argumento de las instancias oficiales es que, excepto el despiste imputable al maquinista, se cumplían todos los requisitos normativos de seguridad en la circulación.

Es por ello que el jefe de la Unidad de Seguridad de la ERA en su comparecencia del pasado miércoles vino a decir a las autoridades españolas de Fomento, RENFE y ADIF que deben revisar en profundidad las normas vigentes de seguridad ferroviaria porque no cumplen su papel debidamente, cosa que se comprobó cuando se produjo un fallo humano y nada lo impidió.

Este, podría ser el resumen de su intervención, además de reafirmarse en el informe emitido por la Agencia en su día. Si pasó lo que pasó y nada lo impidió y según dicen los órganos oficiales todo se cumplió, es evidente que lo que se cumplió tiene más agujeros que un queso de gruyer.

A lo largo de estos cinco años, desde que se produjo el accidente, la verdad se va abriendo camino y los despropósitos y fallos previos al accidente se van conociendo, gracias al tesón y el ánimo incansable de la Plataforma de Víctimas.

Ya constan como evidencias que se cambió el proyecto inicial, que se dejó una curva infame y no se llevó hasta la estación el sistema ERTMS; ya consta que no se hizo el preceptivo análisis de este riesgo; ya consta que se desconectó el sistema ERTMS embarcado en el tren sine die, y tampoco se evaluó riesgo alguno de tal decisión; ya consta que la denuncia del jefe de maquinistas de la residencia de La Coruña se perdió en una maraña burocrática ineficaz; ya consta que el maquinista no recibió formación específica que se proporcionó a otros maquinistas de la línea 082; ya consta que la normativa del uso del teléfono móvil corporativo es ambigua; ya consta que el tren híbrido 730 será muy híbrido, pero es un auténtico adefesio hecho de retales que no da la talla en situaciones críticas; ya consta que hubo tropecientas certificaciones de aspectos singulares, pero no hubo certificación alguna sobre el tren, el vehículo, como un todo, siendo ésta la certificación esencial. Finalmente también consta que la normativa no era la más segura cuando a las pocas semanas se revisó toda la red y se actuó, como en A Grandeira, poniendo balizas en la vía allí donde existían cambios significativos de velocidad.

Todas éstas y más, son evidencias que ya constan. Pero hasta ahora, nadie le había dicho al portavoz del Partido Popular, que tarde tras tarde saca a pasear la pléyade de papeles que le han pasado desde el ministerio, RENFE y ADIF, intentando abrumarnos con los reglamentos, disposiciones, directrices e informes, que todo ello será como el dice, pero que precisamente lo que hace agua es toda esa inmensa estantería de normas, de permisos, circulares, etc que nos relata en sus intervenciones.

Y sus advertencias no sólo se refieren a aspectos de la normativa de seguridad en sí misma. sino al sistema burocrático-administrativo de la seguridad ferroviaria , los procedimientos, los canales de información y ejecución, las interrelaciones entre el administrador de la infraestructura y los operadores, en definitiva, a una revisión en profundidad de la gestión global  de la seguridad.

Para desmontarle al portavoz del PP los argumentos reglamentistas que subyacen en sus intervenciones, ha tenido que venir el señor Carr a decírselo claramente. Para decirle que lo que dicen autoridades y técnicos que todo se cumplió y todo estaba correctamente donde tenía que estar, excepto el maquinista NO SIRVE para evitar accidentes ferroviarios cuando las personas erramos. Porque lo que había detrás de la persona del maquinista era ni de cartón piedra, la NADA.
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ADDENDA: Una vez publicado este artículo "el director del Laboratorio de Interoperabilidad Ferroviaria del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas del Ministerio de Fomento (Cedex), Jorge Iglesias Díaz, remitió una carta a la comisión de investigación del accidente del Alvia en el Congreso en la que tumba la principal línea de defensa del ADIF sobre por qué se dejó sin protección la curva de Angrois.
Su testimonio remitido por escrito a la comisión de investigación -En Marea ha solicitado su comparecencia urgente- contradice a altos cargos del ADIF como Alfonso Ochoa, al asegurar que «de ninguna manera» esas reglas de ingeniería «prescriben que la transición debiera hacerse obligatoriamente en dicha señal avanzada E`7 y a una velocidad de 200 km/h. Quien afirme esto está faltando a la verdad». A su vez da tres opciones con las que se habrían cumplido las reglas «y se hubiera dotado de más seguridad al sistema". (De "La Voz de Galicia")

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Debería ser El Sindicato de Maquinistas sin Ayudantes Ferroviarios quien abanderase la lucha por la seguridad de todos los maquinistas y de todos los viajeros, como nos quieren hacer creer cuando convocan una huelga. Los sindicalistas de ese sindicato no se exponen a accidentes. Ya nos hacemos una idea de lo que es la política y el sindicalismo. Pero el sindicato específico de los maquinistas no saca pecho ante la empresa por la seguridad ¿por qué será? ¿quienes son los que están luchando para que este caso no se archive, para clarificar responsabilidades? Pues la seguridad afecta a los maquinistas y a los viajeros. Entiendo que otros medios de transporte le ganen el bocado al ferrocarril, cuando el tren es más cómodo y más rápido que el turismo, que el bus e incluso que el avión porque, entre otras cosas se toma en el centro de la ciudad, hasta el centro de la otra ciudad, sea Madrid o Valladolid y no hay que estar en la estación dos horas antes de la salida del tren. Ver cómo los responsables de la seguridad se pasan unos a otros la patata caliente es vergonzosos, ya sean del PSOE, del PP, de las CC.AA, o de los Sindicatos.
No cejéis en la lucha por la búsqueda de la verdad en la responsabilidad de los culpables del accidente. Y como vemos tantas veces, seguramente los culpables se irán de rositas.

Anónimo dijo...

Para incidir más en el tema de los accidentes y sus causas: Un muerto y 49 heridos al descarrilar un cercanías por un deslizamiento de tierra en Barcelona. Cinco de los heridos son menos graves y 44 leves, según Protección Civil, que añade que otras 83 personas han resultado ilesas. Cuando circulaba entre las estaciones de Vacarisses y Vacarisses-Torreblanca, el tren ha descarrilado y cuatro de los seis vagones han salido de la vía debido a un desprendimiento de piedras, arena y barro que ocupaba parte de la vía por la que circulaba y la totalidad de la contraria. ¿Hay algún responsable? ¿Es la culpa del agua, del terreno, del tren que circula, de los encargados de mantener la vía? Al muerto ya no se le devuelve la vida. Según las imágenes del tramo, hay accidentes que se pueden prever. No hay dinero para el mantenimiento de la vía y hay dinero para crear embajadas de la Generalitat de Cataluña, que contará con 12 'embajadas' antes de fin de año para "hacer república". Quim Torra no se arredra tras el enojo mostrado por el ministro Josep Borrell por la apertura de 'embajadas' políticas de la Generalitat en importantes capitales del mundo.