05 julio, 2016

Vueling: los por qués del caos


La puntilla ha sido este fin de semana, entre otras razones por el inicio de vacaciones de muchas personas, pero no solo. Lo de Vueling era la crónica de un desastre anunciado y nadie tomó las medidas oportunas para evitarlo.

Por supuesto que la dirección de Vueling no, pero tampoco Fomento que casi siempre llega tarde y mal a estos acontecimientos, tampoco AENA, que pasa por ser el gestor aeroportuario de referencia en el mundo, pero no, en esta ocasión, en el Prat, evidentemente.

¿Quién es Vueling?

La compañía Vueling pertenece al grupo británico IAG, al que pertenecen también Iberia e Iberia Express. Esta compañía tiene una de sus bases más importantes en el aeropuerto del Prat en Barcelona y puede decirse que es la presencia del grupo IAG en la ciudad condal, así como lo es Iberia en el aeropuerto madrileño Adolfo Suárez en Madrid-Barajas.

Su rango comercial puede decirse que se corresponde a lo que hoy se conocen como vuelos low cost de corto y medio radio, si bien se diferencia en prestaciones con otras compañías extranjeras del mismo segmento, muy inferiores en calidad.  Entre compañías regulares y low cost sería el encaje comercial de Vueling.

Los antecedentes del caos actual

La situación actual tiene su orígen en muchos factores, entre los que destacamos los siguientes:

  • Parece que existe unanimidad y en eso coinciden todos los expertos, en que Vueling inicio una expansión descontrolada sin los medios y el personal necesario.
  • Ahora, en la temporada alta, Vueling no puede hacer frente a toda la demanda a no ser que la compañía se hubiese estructurado adecuadamente con la suficiente antelación. 
  • Un caso parecido lo encontramos en la ya extinta compañía aérea AirMadrid, que se ha convertido un claro ejemplo de lo que vulgarmente se llama “morir de éxito”.
  • Vueling se ha embarcado en una huída hacia delante que se ha materializado en poco tiempo en un aumento de más de 400 rutas.
  • De forma paralela, se ha producido un déficit acumulado de tripulaciones lo que ha provocado retrasos y cancelaciones, en un efecto dominó imparable.
  • Por otro lado, Iberia como operador de handling  ha desencadenado una falta de medios  hasta producirse un colapso total de las operaciones programadas , según advirtieron con mucha anticipación los propios trabajadores.
  • Escalas de escasamente 35 minutos que hacen prácticamente imposible cumplir con la operativa programada, lo que hece que los trabajadores  se encuentren con la imposibilidad de cumplir con los horarios previstos.
  • La empresa no cubre con el personal suficiente el aumento de capacidad y rutas, echando mano de horas extraordinarias del personal existente.

En definitiva, se produce el caos:

  • Se llega tarde a los embarques. 
  • Se llega tarde a poner calzos y escaleras.
  • Faltan autobuses para los embarques y desembarques de los vuelos 
  • Faltan push-back en las salidas. 
  • Prisas, embarques rápidos que se cuadran como se puede.
  • La entrega de equipajes se demora más de lo permisible.
  • Etc, etc
  • …...

La huelga de los controladores franceses, no cuela

Según recoge Aviación Digital, “durante estas últimas semanas la compañía ha intentado tirar balones fuera con el socorrido argumento de la huelga de los controladores franceses que esta vez no ha colado; luego han buscado algún culpable y se han llevado por delante a la Directora de Programación, ahora vamos con los apaños y cogen a un ex directivo de Iberia Express (como si ser ex directivo de algo diera crédito para solucionar semejante caos), han subcontratado a una compañía aérea Lituana y por fin ayer el Director comercial de Vueling, David García Blancas, ha pedido “disculpas” a sus clientes por la situación actual de la compañía”.

Como suele ocurrir, los actuales gestores se quitan el muerto de encima echando las culpas a sus antecesores. Un deporte nacional, que tampoco cuela.

Silencio absoluto de Fomento  y la AESA durante cuatro días  cruciales

Cuatro días ha necesitado el Mº de Fomento y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA)  para decir algo en el asunto del caos provocado por la compañía aérea Vueling en el aeropuerto barcelonés de El Prat.

Ni Fomento ni AESA han hecho pública ninguna medida en los cuatro días precedentes a pesar de que los hechos han sido dados a conocer por los medios informativos y las redes sociales.

Más bien ha sido la  Agencia de Consumo (ACC), dependiente de la Generalidad de Cataluña, quien pidió explicaciones, anunciando posibles sanciones,aunque a quien corresponden estas sanciones es a la AESA, urgiéndole a que actuara con celeridad.

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea, se llama a andanas y se lava las manos diciendo que la cosa no va con ellos ya que no se trata de un problema propiamente de seguridad.

Estos señores parecen olvidar que todos los problemas que acabamos de enumerar y otros muchos más, pueden ocasionar situaciones que deriven en graves problemas de seguridad.

Una sobre dimensión descontrolada de la compañía, es una componente de un peligro que debe merecer por parte de la Dirección de Seguridad de la Aviación Civil y Protección al Usuario (DSACPU) de la AESA un análisis de riesgo, y algún tipo de intervención por parte de la División de Supervisión Económica de Compañías, que para eso está y tiene competencias sobre las Licencias de Explotación”.

Otro tanto puede decirse de AENA, el operador aeroportuario, que aunque empresa de capital mixto público-privado, detenta mayoría el Estado, tampoco se ha mostrado mínimamente diligente en hacer cumplir sus competencias de seguridad así como que se cumplan los compromisos adoptados por las empresas de handling.

Mientras, la ministra “eficacia” en funciones  (en funciones como ministra y en funciones como eficaz) se limita a quejarse por las emisores de radio y televisión y en llamar a capítulo a los responsables a reuniones que ni sirven, ni arreglan nada.

Como siempre, los pasajeros tirados en el aeropuerto, ninguneados, sin información, durmiendo en el duro suelo, con hambre, cabreados, hastiados, con días de vacaciones perdidos. Son los paganos de esta dantesca situación.

¿Nadie va a cesar ni ser dimitido, ni van a rodar cabezas de la empresa, Fomento, AENA y AESA?

Así, hasta la próxima.

8 comentarios:

Emilio dijo...

El caso de Vueling es para hacer un master en psicología del viajero. Si por una huelga de curritos, se monta la mitad de la que está montando la directiva de la compañía, TODOS se tirarían a su cuello. Asombra ver lo bien que se lo toman cuando es la propia compañía quien les secuestra.
Iba a escribir que "sintiéndolo mucho" pero no lo siento nada. A ver si así entiende mejor las huelgas cuando se hacen.

Anónimo dijo...

Perfecto el anónimo de las 18:14. Suscribo.

Anónimo dijo...

Los huelguistas siempre tienen muchas razones que justifican sus destrozos. La sociedad no tiene por qué pagar los platos rotos, es decir, que le perjudiquen en su libertad de movimiento, que no puedan llegar a su destino a la hora prevista, que corten el tráfico en una carretera o autopist, que quemen contenedores, coches, motos, que rompan escaparates, semáforos y un sinfin de estropicios más. Cuando la justicia pide que se reparen los daños por cuenta de los que los han destrozado, de los organizadores, de los incitadores, ni siquiera los manifestantes se solidarizan con los que tienen que hacer frente al pago.
Ni siquiera comparto el suicidio por arrollamiento como muestra suprema de rebeldía con el mundo: el maquinista sufre un disgusto, los viajeros sufren un considerable retraso hasta que llegue el juez para el levantamiento del cadáver y no sólo los de ese tren sufren retrasos. Uno no obtendrá de la vida lo que desea, pero la culpa no es de esos a los que perjudica. Si tu jefe te impide alcanzar tus metas, enfréntate a él y no jodas al resto del mundo, que ni siquiera te conoce.

Anónimo dijo...

Según la constitución todos tenemos derecho al trabajo y a una vivienda digna. LOs prados y los desahuciados, los que no tienen vivienda pueden tomar las ciudades. O mejor tomar rehenes, por ejemplo tus hijos y pedir un rescate (300.000 €)para que puedan vivir bien durante un tiempo. NO dirás que la gente no tiene derecho a un trabajo digno. No dirás que la gente no tiene derecho a una vivienda digna. Sus razones son encomiables. Pues lo de pillar rehenes es el mismo chantaje.

Anónimo dijo...

La relación entre empleador y empleado no debe estar intervenida por el gobierno, pero los servicios públicos los debe garantizar el gobierno. El empresario puede explotar al empleado y el empleado no lo debe consentir. Hay empresarios que contratan a gente por 8 horas, cuatro aseguradas y 10 horas de trabajo efectivo. Hay quien acepta. Los ingresos generados por el fútbol en España alcanzaron los 2.615,6 millones de euros durante la temporada 2014-2015, lo que supone un 12,3% más que un año antes, según el Informe Económico del Fútbol Profesional 2015, elaborado por La Liga. El fútbol profesional debe 2.675 millones de euros, de los que 327,9 correspondían a diciembre de 2015 a compromisos con la Agencia Tributaria y las Haciendas Forales. ¿Cuánto tiempo tardarán en saldarla? ¿Cuántos futbolistas tienen problemas con Hacienda?
Adhiero la siguiente definición de servicio público: “Cuando hablamos de servicio público nos referimos a la prestación esencial que cubre necesidades públicas o de interés comunitario, que explicita las funciones del Estado, de ejecución per se o por terceros, mediando concesión, licencia, permiso, autorización o habilitación, pero siempre bajo fiscalización estatal. Es decir, puede tratarse de la provisión de agua, luz, gas, teléfonos, como de la prestación de servicios de educación, salud, transporte, seguridad” Los servicios públicos esenciales son aquellos en los cuales los trabajadores no disfrutan de derecho de huelga.
Si no comprendemos que un trabajador acepte trabajar 10 horas, cobrar 8 y estar cotizando por 4 horas, se levante en huelga en un momento determinado contra el empresario, porque no acepta esas condiciones que ha pactado. Tampoco comprendemos que los trabajadores de los servicios públicos hagan huelga contra todos los ciudadanos, sea empresa pública o privada, como las que convoca Semaf o Vueling sin que el Gobierno no actúe de manera contundente, rápida y enérgica. Son servicios garantizados por el Estado y es el Gobierno quien tiene la responsabilidad de hacerlo efectivo con todos sus medios que el propio gobierno tiene a su disposición.
Y si no, que se suprima el fútbol -que no es servicio público esencial- hasta que los clubes se pongan al corriente de sus pagos y veremos la que se lía.

Anónimo dijo...

http://politica.elpais.com/politica/2016/07/07/actualidad/1467912515_112937.html

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con FTF.

El problema ha aparecido a raíz de la huelga de controladores franceses.
Ahora resulta que hay que estar dimensionado para hacer frente a huelgas. Todos a pagar más caro por viajar para que los pobres controladores franceses vivan mejor.

Por otra parte otro factor que no comentan es la negociación del convenio colectivo de Vueling. ¿Por que para FTF sólo son los maquinistas los que pierden botiquines, se ponen enfermos, y otras artes etc etc para perjudicar la operación? ¿Por que no mencionan este factor para explicar el colapso de Vueling? que en otros medios si ha sido señalado...
http://vozpopuli.com/economia-y-finanzas/85638-los-pilotos-de-vueling-acercan-posturas-con-la-empresa-sobre-el-convenio-en-plena-crisis

Emilio dijo...

Para anónimo de:
6 jul. 2016 13:08:00

Que el destino te depare lo que me deseas multiplicado por diez.

Y para el de los controladores: ¿Qué pasa, que solo controlan aviones de Vueling?