Modificaciones al 4º Paquete Ferroviario: la vuelta atrás

Los lobbies ferroviarios, léase los grandes monopolios públicos de operadores y los grandes fabricantes de material se han salido con la suya de desactivar lo poco que se había conseguido en liberalización ferroviaria europea.  Se trata de una vuelta atrás.

Lideran esta vuelta atrás, mediante las correspondientes presiones sobre las instituciones y organismos europeos, los dos grandes monopolios públicos de Francia y Alemania; es decir SNCF y DB.

¿En qué consiste esta vuelta atrás mediante las modificaciones en estudio del 4º paquete ferroviario? Pues en devolver a las administraciones y ministerios las competencias en aspectos tales como la normativa de seguridad y certificación y autorización de material rodante, la facultad de retrotraer, en aquellos países donde se hubiese producido, la separación entre el administrador y el operador en un solo ente, mediante lo que se ha dado a conocer como "integración vertical". (*)

La realidad es que las administraciones ferroviarias, SNCF y DB, vienen haciendo caso omiso a cualquier directiva o normativa que no consideren acorde con sus intereses, como por ejemplo la apertura de sus mercados a terceros, pero sin que esta actitud sea óbice para meterse ellos en países terceros a operar.

En definitiva, lo que subyace detrás de este retroceso a posiciones pretéritas es mantener el poder de los grandes monopolios públicos en connivencia también con los intereses de los lobbies fabricantes de trenes e industria auxiliar de comunicaciones, seguridad, etc, que en un proceso liberalizador verían mermadas las facilidades de las que gozan por tamaño, infuencia e historia.

España tampoco podía ser una excepción y aquí también se han alzado voces de profesionales que dedicaron toda su vida al monopolio ferroviario abogando por la vuelta a la integración de Renfe-Adif, aprovechando sus comparecencias en la subcomisión parlamentaria sobre el futuro del ferrocarril.

En definitiva lo que se pretende es que el poder que se ha dividido entre las operadoras y los ministerios, perdiendo aquellas la autonomía de facto en hacer y deshacer en cuanto a compra de material, ejecución de infraestructuras y un yo me lo guiso yo me lo como con los fabricantes, vuelva nuevamente a las operadoras.

El ministerio creía que era fácil desvestir del poder de decisión para quedárselo él, poniendo bajo su ámbito de control al órgano administrador de las infraestructuras y seguir mateniendo a la operadora bajo una ficticia tutela, desvestida de control.

Todo el mundo se resiste, administraciones estatales, operadoras, administradores de las infraestructuras, etc a que exista un verdadero y auténtico REGULADOR INDEPENDIENTE de todos ellos. A nadie interesa, porque lo que interesa es mantener el statu quo actual de cada cual y seguir manteniendo sus posiciones de privilegio, unos, de dominancia, otros, de intervencionismo  los políticos,

El 4º Paquete Ferroviario consagra las cláusulas de reciprocidad que tienen en cuenta el distinto ritmo de liberalización de los servicios ferroviarios de viajeros de cada uno de los países, lo que equivale a consagrar que cada uno haga lo que le de la gana. Liberalizo, no liberalizo, blindo mis fronteras, ora las abro, integro, dejo de integrar.

Adiós liberalización. Menos mal que el 4º Paquete Ferroviario era el que iba a liberalizar el ferrocarril europeo, que si no ...Todo ha sido un paripé y una vez más la casta corrompida funcionarial de la UE se ha dejado influir por los poderosos. Otra vez será.
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(*) Alguien nos puede explicar cómo se come que en un mercado ferroviario mínimamente liberalizado, como será el caso de España, si es que llega, exista una vuelta a Renfe+Adif integrados?
Si así es, se dará la situación de que el Administrador, integrado en Renfe, será juez (para otros operadores) y parte (para Renfe). Es decir, un despropósito.