Aeropuertos gallegos: propuesta de un intercambiador central de Galicia ( y 2 )

Finalizábamos el post anterior recomendando que solamente el aeropuerto de Santiago-Lavacolla se constituya en el aeropuerto gallego de referencia y que, tanto el de La Coruña-Alvedro, como el de Vigo-Peinador, cesen en su actividad, hasta que el marco comercial y la recuperación de la demanda de viajes aconsejaran la vuelta de estas dos instalaciones a la operación aeronáutica.



La oportunidad de un gran intercambiador modal gallego

No obstante, hemos dejado, por su relevancia, para este nuevo post una importante pieza en la propuesta de futuro del escenario aeroportuario gallego. Se trata de dotar al mercado de la movilidad intraregional gallega de una importante infraestructura de intercambio modal. Un gran intercambiador central para Galicia, que conjugue al unísono los modos rodados terrestres, vehículo privado y transporte público con el ferrocarril de  velocidad alta regional y el modo aéreo. Una infraestructura que facilite y permeabilice estos tres importantes modos de viajes entre sí.

Estamos hablando, por tanto, de un intercambiador de rango regional que potencie la accesibilidad a los distintos modos, hacia y desde, no sólo los destinos mejor comunicados, sino los más remotos e inaccesibles.


Los grandes ejes viarios de Galicia

Para ello, Galicia cuenta con una red viaria rodada que facilita las cosas, a efectos de una integración modal, mediante un potente intercambiador. La centralidad de la ciudad de Santiago y del aeropuerto de Lavacolla son los centros de una estructura topológica del viario rodado que favorece y maximiza la función de intercambio de manera sino óptima, muy satisfactoria.

Galicia, se articula en base a tres grandes ejes rodados: el primero de ellos, que hemos dado en llamar el eje interregional NORTE, se corresponde con la autovía A-6 que une radialmente Madrid y la meseta con la Comunidad gallega en el sentido SE-NO, hasta la ciudad de la Coruña.

El segundo eje, denominado interregional SUR, a través de la autovía A-52 accede a la región, desde la vecina provincia zamorana, por el sur regional hasta la capital orensana, desde donde continúa hasta Vigo-Pontevedra, por un lado, y la capital compostelana,por otro,a través del eje que hemos denominado como eje central (AP-53), para confluir con el tercer eje, el eje interregional ATLÁNTICO (AP-9).

Este eje ATLÁNTICO sigue una orientación N-S a lo largo de la fachada atlántica, uniendo las tres más importantes ciudades gallegas y sus respectivas áreas urbanas, conformando una cuasi conurbación funcional desde la Coruña y su hinterland, hasta Vigo y su área dependiente.

Por otro lado, entre los dos primeros ejes citados, NORTE y SUR, los que provienen de la meseta, éstos se unen entre sí por dos ejes que denominamos transversales de conexión, que unen las capitales de Santiago con Lugo ( A-54) y Orense con Lugo (A-56), cerrando este triángulo el eje CENTRAL, entre Orense y La Coruña ya mencionado.


Topología de las redes viaria y ferroviaria, en relación con el aeropuerto de Lavacolla

Que Santiago es y ha sido una encrucijada de caminos lo dice su naturaleza Jacobea. Esta característica de centro atractor de peregrinaje que la historia ha ido conformando, refuerza el papel de centralidad y centro distribuidor de una parte muy importante de la movilidad gallega, lo que también ha contribuido a que detente la capitalidad regional.

Por otro lado, su carácter universitario y  sede de buena parte del burocratismo regional, generan importantes cuotas de movilidad obligada, que con la irrupción de la velocidad alta ha propiciado que se desintegraran trabajo y residencia, por el acortamiento de buena parte de los tiempos de viaje fundamentalmente en los sub-ejes Santiago-La Coruña y Santiago Vigo.

La topología de los viarios de distintos rangos que discurren entre la ciudad compostelana y las instalaciones aeroportuarias son propicias para tener varias opciones dónde establecer el punto de contacto intermodal y realizar la función de interconexión mediante distintas soluciones. Éstas van desde aproximaciones entre el epicentro modal y el aeropuerto mediante sistemas de guiado automático del estilo people mover que sirven para conectar distintas áreas aeroportuarias internas, así como otras posibles. La solución óptima sería, por supuesto, el acercamiento de la traza ferroviaria de la línea de AV hasta el aledaño del aeropuerto, al tiempo que la más costosa, aunque, estimamos, no como para hacer inviable la operación.

FTF, propone la idea y compete sólo a la administración aeroportuaria llevar a cabo los pertinentes estudios  para determinar la viabilidad técnica y económica de esta propuesta, así como la elección de la mejor alternativa funcional, una vez esclarecida aquella..

Es de destacar la amplia conectividad de que proveería el intercambiador central, en los términos y salvedades explicitadas, con buena parte de los grandes ejes gallegos. El intercambiador sería el punto de
mediana del eje ATLÁNTICO, al tiempo que gozaría de conexión de éste con el eje NORTE a través de un eje Transversal y de los Ejes NORTE y SUR entre sí con otro eje transversal y el eje CENTRAL Orense- Santiago.


Posibles alternativas de localización del intercambiador regional

Solamente a título de esbozo se grafían estas posibles alternativas que Fomento deberá evaluar en su momento, si muestra interés por este proyecto que, según nuestro humilde entender, es una pieza muy importante para potenciar y amplificar el horizonte de la movilidad gallega