Privatización de RENFE Operadora:
Del monopolio autárquico a un potente operador internacional
(la opinión de FTF)
Grandes monopolios españoles, hoy empresas globales
El Gobierno está preparando la privatización de
Renfe y la liberalización del tráfico ferroviario interior de viajeros. Si
miramos a la historia reciente debería ser una buena noticia. Los procesos de
liberalización y privatización que hemos vivido en España han resultado por lo
general en la mejora del nivel de servicio, la generación de caja para el
Estado y por último algo muy importante que no hay que perder de vista; la
creación de grandes empresas globales, como Telefónica, Repsol o Iberia.
Estas empresas además de generar empleo de alto valor añadido en sus centros
corporativos también demandan servicios legales, financieros, tecnológicos,
comerciales, etc. Además, al entrar en nuevos mercados internacionales han
llevado de la mano a las empresas que les prestan estos servicios,
aprovechándolo muchas de ellas para crecer en el exterior y traer riqueza a
España. Es deseable por tanto que la liberalización y privatización de Renfe
tengan el mismo resultado. Si fue posible conseguirlo con una Telefónica que
nos hacía la vida imposible y una Iberia cuyo zumo de naranja era tan
desagradable, con Renfe debería ser facilísimo ya que, aunque nos cueste
creérnoslo, resulta que es una empresa de reconocido prestigio, en el ámbito
internacional por la alta calidad del AVE y las Cercanías.
Sanear y poner en valor los
negocios, requisito previo
No obstante, RENFE Operadora tiene un punto débil,
requiere no un lifting sino un triple by-pass, previo a la privatización, para
descargarse de los altos costes de producción -maquinistas, estructura y
amortizaciones de material-, que los privados no estarán dispuestos a asumir.
Renfe siempre ha trabajado con costes medios y desconoce el principio económico
de marginalidad, los costes marginales. Su argumentario ha sido: pues ya que
tengo los maquinistas y los trenes, hala, a hacer kms ya que lo único que gasto
de más es la energía y algún viajero caerá. Claro, caerá, a coste infinito.
Se
van a producir excedentes que habrá que aplicar en el exterior porque salvo que
se prohíba viajar en avión, no hay viajeros para tanto tren, incluyendo en la
privatización el negocio “visible” e
“invisible”. Es decir, no privatizar solamente el negocio “visible”
sino también las partes alícuotas de personal de estructura, trenes, talleres,
etc o bien pactar que el mantenimiento lo haga, cobrando por ello, RENFE,
utilizando el material (trenes) excedente en los negocios de
internacionalización.
Algunos
riesgos y singularidades del proceso
La razón de estas líneas es que nos preocupa mucho que haya algunos
intereses que impidan que esto sea así y que consigan que esta liberalización
acabe siendo una buena noticia para unos pocos (ellos), y muy mala para todos
los demás (nosotros). En la empresa hay colectivos
con intereses que se revolverán contra la liberalización. Los sindicatos
ferroviarios tienen gran poder social y mediático y en especial el SEMAF,
sindicato de los maquinistas a quienes se les ha permitido siempre ganar y
ganar más. ¿Quién les pone ahora el cascabel? Pueden llevar el proceso al
garete si FOMENTO y el Gobierno no les planta cara de forma contundente y
definitiva. Es más, es necesario que aumenten notablemente su productividad para
ganar en eficiencia y rentabilidad. Otros riesgos pueden provenir de los lobbies
de fabricantes de material y constructoras para fijar y/o imponer
condiciones en las licitaciones y en su participación en ellas.
El sector ferroviario tiene unas particularidades
que hacen que sea más difícil conseguir el nivel de intensidad competitiva que
hay en otros sectores. Así, en el sector aéreo si una empresa decide competir
operando entre Madrid y Palma de Mallorca tan sólo tiene que comprar o alquilar
un avión de cualquiera de los fabricantes que hay (cumpliendo con todos los
requisitos legales y de seguridad, claro está). Si el avión va vacío y
pierde dinero puede coger ese mismo avión y llevarlo a un mercado más rentable,
como podría ser Berlín - Helsinki. Sin embargo, en el ferrocarril no es
tan sencillo. Cada país tiene sus sistemas de señalización, energía, normas de
seguridad, etc. Así, si Renfe se encuentra con que por la crisis o por la
competencia de los low cost aéreos, sus trenes entre Madrid y Oviedo van
vacíos, no puede hacer como Ryanair y llevárselo a operar entre París y
Ámsterdam porque sus trenes no tienen los sistemas requeridos para funcionar
allí. (La Unión
Europea se está esforzando en conseguir que se estandaricen
los equipos y los sistemas de seguridad y señalización, pero todavía falta
tiempo, sino lustros hasta que se consiga).
Otra particularidad que tienen los trenes es que
tienen muchísima capacidad. Hoy en día hay trenes de Alta Velocidad que pueden
llevar casi 1.400 viajeros sentados. Incluso los “escasos” 400 viajeros
que puede llevar el AVE de Madrid a Valencia representan prácticamente la
capacidad de un Yumbo, el que hasta hace poco era el avión más grande del
mundo. Esto quiere decir que hay muy pocos mercados en los que haya
sitio para que compitan dos empresas.
Evitar
experiencias fracasadas
¿Qué hacemos entonces? ¿Cómo conseguimos que haya
competencia? Eso se preguntaron los británicos hace algo más de 20 años. Su
solución fue dividir los servicios ferroviarios en “trozos” y sacar concursos
para gestionar durante un número de años esas “franquicias”; con la “gran virtud”
de que de una tacada se da respuesta a los dos problemas: liberalización y
privatización. Desafortunadamente, el resultado ha sido que unas pocas empresas
han ganado mucho dinero y los británicos tienen uno de los servicios
ferroviarios más caros del mundo… y cuya calidad no se acerca ni de lejos a la
de Renfe. El problema para aquellos que se informan a través de las
declaraciones oficiales es que “oficialmente” ha sido una experiencia muy
positiva porque se ha incrementado notablemente el número de usuarios… ¡pues
claro! Si las grandes ciudades siguen creciendo, la gente no puede permitirse
vivir en Londres y casi no se invierte en carreteras… la alternativa es clara,
el tren. Pero la realidad es que ha sido un fracaso, no sólo por tener un servicio
ferroviario muy caro y unos usuarios muy descontentos, sino porque ha llevado a
la triste paradoja de que en el país que inventó el tren ya no cuente con una
industria ferroviaria propia.
Modelos
de éxito basados en la internacionalización
¿Cómo es esto posible si la industria ferroviaria
está en auge? Muy fácil, porque hay otros modelos de liberalización que están
funcionando mejor. El caso más paradigmático podría ser el Alemán que ha
liberalizado el transporte doméstico de viajeros y a su vez cuenta con un
operador ferroviario enorme y con una potente industria ferroviaria (en otro
momento tocaría hablar de si es una liberalización real o “interesada”).
También está el modelo Francés que podría decirse que consiste en limitarse a
cumplir con los requisitos de liberalización de la forma más favorable para sus
empresas (mientras su mercado está cerrado, SNCF, su operador estatal, tiene
una empresa, Keolis, que compite internacionalmente y factura más de 4.000
millones de euros). Cada uno a su manera ambos han potenciado y defendido a sus
operadores estatales en sus mercados domésticos para facilitarles su
internacionalización. Ambos tienen en común que han reconocido el importante
papel de la industria ferroviaria y que han visto como la liberalización del
transporte de viajeros que ha impuesto la Unión Europea va a
resultar en la apertura a la competencia de un mercado enorme y muy rentable.
El resultado es que son dos de los países que más se están beneficiando del
auge del sector ferroviario. También otros países “pequeños” con
operadores potentes han sabido aprovecharse, como NS de Holanda, que tiene una
facturación que supera a la de Renfe, en gran parte debida a los suculentos
contratos que han comenzado a ganar en el extranjero… ¡y eso que el pastel
apenas ha comenzado a repartirse!
Es
necesario, por tanto, compaginar la liberalización y/privatización con una
política decidida de internacionalización, tanto de AVE como de Cercanías, que
sirva para canalizar la sobrecapacidad existente en la actualidad y acceder a
negocios en Europa y resto del mundo. (Los principales operadores extranjeros,
privados o públicos, , Keolis-SNCF, Veolia, , DB, etc llevan mucho tiempo
preparándose para la liberalización y van a venir a sacarnos lo que puedan.
Aquí, hemos estado que si galgos o podencos ....)
Todos
los españoles obtendríamos mucho más dinero por su venta que partiéndola en
cachitos y además aseguraría no perder actividad industrial y de servicios de
alto valor añadido ligada al ferrocarril, como pasó en Reino Unido y que pasará
aquí si el Madrid-Barcelona acaba siendo gestionado desde Berlín y las
Cercanías de Madrid desde París.
A modo de
recomendación final
El objetivo no debe ser solamente desarrollar una
privatización para hacer caja rápidamente y “quitarse un muerto de encima” sino
aprovechar este hito tan importante para el ferrocarril español después de 70
años de monopolio, para configurar un potente operador internacional capaz de
competir con otros operadores europeos y estar presente en los proyectos
internacionales más importantes de Alta Velocidad y transporte metropolitano.
Liberalización: Sí, pero no precipitada. Lo que
está claro es que bajo ningún concepto debería ser el británico. Mientras
tanto, aprovechémonos de que tenemos una Renfe que si bien no supera en tamaño
a sus competidores si les supera en calidad de servicio, que es lo que
realmente importa para ganar los concursos internacionales. Una buena
estrategia y un buen equipo profesional y una industria que le acompañe es lo
que hace falta para que el mercado lo valore y podamos sacar el máximo partido
de Renfe no sólo hoy a través de su venta, sino también gracias a su actividad
internacional y de las empresas nacionales que crezcan con ella.
Privatización: La disyuntiva no es privatización
sí o privatización no. Desregular, liberalizar y privatizar, son cosas
distintas, y conviene no confundirlas y forman parte de un proceso gradual.
Alternativas a la privatización pura y dura, también las hay, como pueden ser
las sociedades de capital mixto y/o la colaboración público privada, huyendo de
las fórmulas de ingeniería financiera que tantas experiencias fallidas ha
propiciado. Si hay que hacerla ahora, a pesar de lo mal que están los mercados,
hagámosla, pero hagámosla bien. Una OPV de una Renfe que incluya todos los
servicios de Viajeros, sea de titularidad pública, mixta, o privada. Eso lo
deciden los políticos.
11 comentarios:
A ver si el ministerio toma nota de los que saben de que hablan, aunque solo les importan los descerebrados de las tertulias que siempre dicen las mismas memeces y vulgaridades
La privatización de Renfe puede ser algo bueno. La nacionalización de Bankia puede ser algo bueno. Pedir responsabilidades es algo mejor. Responsabilidades de las acciones que han hecho cada uno de los cargos de sucursal que han llevado a la entidad a esta situación. Responsabilidades a los directivos de Renfe que se retiran con cifras de escalofrío,-lo publican algunos medios de información- no ya para los que están en paro, sino para cualquier asalariado por cuenta ajena. Si el presidente del Santander quiere recompensar a sus directivos con cifras semejantes, no tengo nada que objetar. En Renfe no hay beneficios y sí muchos agravios comparativos con el politiqueo y amiguismo, con salarios y responsabilidades. Los que más van a perder en una privatización, ya se sabe quienes van a ser. ¿Cómo no va a haber mala leche?
Lo que dice FTF es de cajón; o salimos fuera a vender como una empresa potente o nos comen los SNCF, Veolias, DB aquí, por los pies. Tampoco hay que ir a Salamanca para entender esto.
Eso es, la culpa siempre de los maquinistas y su sindicato... Todos los males de la empresa: los maquinistas y su sindicato. El modelo de liberalización y privatización que va a adoptar Renfe es semejante al modelo inglés. Ruego que os informeis de como está el panorama ferroviario en Inglaterra para que podais juzgar si esto es bueno o malo.
Tuvo que saltar el maquinista que siempre se da por aludido.
El autor es un Maquinista frustrado desde que are niño, y ahora, con más de cuarenta, sigue soltero, viviendo con su madre y haciendo fotos cada tarde en las proximidades de una vía férrea.
El autor del comentario del 02/06/12-15:06 seguro que sí, porque los defectos que vemos en los demás sólo son un pálido reflejo de los propios. Y parece que es lo único que has conseguido en tu vida y lo tienes que defender con uñas y dientes, porque no sirves para más, porque ser maquinista no es como ser patrón de barco, ni piloto de avión: el nivel de formación es el más elemental, aunque algunos ingenieros puedan estar de maquinistas, pero para ser maquinista ...
USTEDES NO TIENEN NI PAJOTERA IDEA,RENFE ES LA EMPRESA DE TRANSPORTES CON MENOS ACCIDENTES DEL MUNDO, POR LOS GRANDES PROFESIONALES QUE TIENE Y LA GRAN INVERSIÓN EN SEGURIDAD ,SEGURO QUE ALGUNOS TIENEN INTERESES POLITICOS EN PRIVATIZAR HASTA EL AIRE QUE RESPIRAMOS ,SEGURO QUE ALGUNOS APARTADOS DE ESTA EMPRESA DE TRANSPORTES SERA OTORGADA A LOS CONSTRUCTORES EN PARO ,AMIGOS POR SUPUESTO DE LOS POLITICOS DE TURNO Y QUE AMBOS DECONOCEN POR COMPLETO EL TRANSPORTE FERROVIARIO EN ESPAÑA , Y LA CULPA COMO NO DE LOS TRABAJADORES ¿ LOS POLITICOS,GERENTES, ECONOMISTAS QUE LLEVAN ESTA EMPRESA ,QUE ME DICEN ELLOS SON LOS BUENOS , CUANDO SE DEMUESTRA QUE SON UNOS INECTOS ,MUCHOS SIN CUALIFICACION PROFESIONAL NI PARA LLEVAR UNA EMPRESA DE TAL MAGNITUS NI MUCHO MENOS PARA LLEVAR UN PAIS , EN FIN PIENSE UN POCO QUE EL CEREBRO EXISTE PARA ALGO MÁS QUE PARA LLEVAR LA BOINA
Anonimo acaba de decir una verdad como un templo yo soy trabajador de renfe (no maquinista) y no me escondo ni me da verguenza decirlo lo que me da verguenza es leer come.tarios como los q poneis y que esteis a favor de que tanta gente se pueda ir al paro...eso si es vergonzoso!!!porq toda privatizacion conlleva ajustes severos de puestos de trabajo y gracias a la gente q piensa asi eso es lo que nos pasara a la gran malloria...
Si tan mal os parece el trabajo de un maquinista poneros en su lugar,llevad un tren lleno de gente donde su seguridad y su vida esta en tus manos y cualquier cosa q hagas mal te supone poner en peligro a mucha gente,eso no se mira solo se ve lo que cobran eso siii...
Los que están por la privatizacion seguro que no son usuarios de renfe sino, hace falta ser muy torpe para pensar que una empresa privada va a ofrecer el mismo servicio que en estos momentos de por ej. Cercanías con la misma puntualidad, la misma frecuencia etc.. El ferrocarril tiene el coste que tiene y la seguridad y el mantenimiento son caros y en lo único que podría ahorrar una empresa privada sería en estos dos aspectos. Los alemanes o los franceses son mucho más listos que nosotros y han abogado por unas empresas ferroviarias estatales y fuertes. Yo trabajo en renfe y se lo que nos cuestan estas sociedades mixtas que hacen el mantenimiento de los trenes como ERION, ACTREN, BETREN. Renfe pone los talleres, las vias, el equipamiento (bajabogies, tornos de ruedas, gruas etc..) que lo hemos pagado todos los españolitos para que TALGO, SIEMENS, VOSSLOH se lleven la pasta. Así tambien monto yo un negocio. Hay que conocer antes de hablar...Por otro lado, si la gestión privada siempre es mejor..¿porqué tantas empresas se van a la ruina?. La privatización no es la panacea de todos los males..
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