16 octubre, 2011

LÍNEA C-8 CERCEDILLA, DE MADRID


¿Para cuándo hacer algo?



La antigua C-8b, hoy rebautizada como Línea C-8 Cercedilla, una de las tres que surcan la sierra del oeste madrileño, lleva camino de quedarse petrificada ya que, al menos desde que nosotros conozcamos allá por los años finales de los 70, está tal cual. Bueno, remozadas algunas estaciones, nuevos trenes, tardiamente, según se fueron incoporando nuevas series en el núcleo y, poco más. Pero, en lo que se refiere a frecuencias, tal cual. Ni una más, ni una menos.

Bien es cierto que la línea, en su tramo final, no es que sea una maravilla en cuanto a captación de viajeros, pero siempre nos quedará la duda si esto es así, per se, o porque tiene unas frecuencias de paso de trenes que disuade de usar esta línea al mismísimo Alcoyano, que decían perdía por 30 a 0 y todavía pedía prórroga. La verdad es que la infraestructura tampoco acompaña dada la calidad de la misma y que se trata de vía única, lo que desmerece la explotación. Pero, que quede claro, que no estamos pidiendo que se ponga patas arriba la infraestructura, ni duplicar la vía. No están los tiempos para gastar sin saber que será recuperable la inversión, y antes habría que hacer otras cosas, a coste cero, para ver si la demanda se anima y ello, dar pie, a posteriores mejoras infraestructurales.

Renfe Operadora ha tenido, tiene y tendrá excelentes profesionales de la explotación de trenes que han sido capaces de hacer mucho con casi nada. En situaciones más adversas que las de la C-8b se han mejorado frecuencias azuzando la inteligencia y demostrando su gran profesionalidad. Es evidente que esta línea  tiene frecuencias inadecuadas para lo que hoy es la primera área metropolitana española, con sólo 11 trenes a 30 min de un total de 23 trenes al día. Nos parece recordar que ni las Cercanías de las montañas astures de Pajares, ni las santanderinas por Reinosa, o las de la sierra malagueña de Álora "gozan" ya de trenes cada hora. Y no es que propugnemos, como hizo en su día Esperanza Aguirre en favor de unas cercanías de Alta Velocidad de Alcalá a Madrid, pero 50 y poco km/h de velocidad comercial, se las trae. Del siglo XIX.

No se ha vuelto a saber nada de un proyecto de trenes lanzadera Cercedilla-Villalba para acceder, con un cómodo transbordo, a las mayores frecuencias de esta localidad serrana. También se debió quedar en el cajón de la costura otro proyecto de hacer trenes semidirectos para los viajeros de la cola y reducir sensiblemente el tiempo de viaje a los que viven o trabajan más lejos. Nada, de nada. Así llevamos 50 o más años. Ya va siendo hora de hacer algo, o, al menos, hacer que se hace algo, ahora que entramos en fechas electorales.

¿De verdad, Presidente de RENFE Operadora, sra Directora de Cercanías de Madrid no se les ocurre nada?, ¿ni una pequeñita mejora?, ¿o es qué ya dan por hecho que para lo que les queda? .... los siguientes, que arreen.

PD/ Al ministro Blanco, ya ni se lo pedimos porque con la que tiene encima y lo que también le queda de ministro, no queremos agobiarle.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Está claro que los números cantan:
para 65,8 km (Wikipedia) se tarda 75 min (horarios de Renfe). 52,6 km/h

Julia Mosquera dijo...

Esta línea está dejada de la mano de Dios: pocos trenes, mucho tiempo de viaje. Tienen razón, llevamos así toda la vida.