EL MINISTRO SE CONTRADICE: MIENTRAS PROYECTA CERRAR LÍNEAS, BENDIJO LAS CERCANÍAS DE ZARAGOZA Y AHORA EL DESPROPÓSITO DE LA NUEVA LÍNEA C-5 DE SEVILLAPor fin un ministro de FOMENTO, un político, dice algo parecido a lo que venimos diciendo en FTF tiempo ha. Que las inversiones públicas, al igual que las privadas, deben tener una rentabilidad económica y/o social. Si no es así, no se justifican. Claro, que se han hecho muchos despropósitos, infinidad de despropósitos en todos los campos, pero aquí, de los que nos concierne ahora, es hablar de algunos despropósitos del ferrocarril.
Mira, ministro, nada, casi nada en el ferrocarril actual es rentable, entendiendo por rentable, que obtiene resultados económicos positivos. Si es por rentabilidad, habría que cerrar la RENFE. Como bien sabes, no sólo las líneas de Cercanías tienen pérdidas en su margen y en sus resultados -ni siquiera la que más viajeros transporta (más de medio millón de viajes al día), la C-5 Móstoles-Humanes de Madrid-. Hasta cierto punto, esta línea justifica la subvención que cubre sus pérdidas, porque además tiene los precios del servicio intervenidos por las autoridades de transporte regionales. Pero es que existen muchas, muchísimas otras líneas de Cercanías que incurren en altos déficits y que éstos no se justifican ni económica ni socialmente, porque prácticamente no tienen demanda y tienen, no uno sino dos o más modos alternativos. Colocar la etiqueta de Cercanías a los servicios no justifica por sí sólo la subvención que reciben. Es necesario que previamente a su apertura y diseño se hagan los oportunos y rigurosos estudios de viabilidad económica y social, que casi nunca se han hecho, y cuando así fue, en todos los casos fueron desoidos.
Hasta la AV-LD, a la que la legislación europea prohibe recibir subvención, la tiene porque pierde dinero. Otro tanto le ocurre a las mercancías. Por cierto, en viajeros las subvenciones se iban a prohibir en 2009 y ahora parece que será a partir de 2012. Las mercancías han sido liberalizadas ya desde 2005 y sin embargo RENFE -el Estado- sigue subvencionando sus pérdidas.
Estando de acuerdo, como no puede ser de otro modo, con tus declaraciones sobre la necesidad de replantearse las nuevas inversiones en infraestructuras públicas y de revisar la utilidad social de líneas y servicios existentes, no se olvide que esos servicios requieren de cuantiosos gastos de mantenimiento y explotación. Dicho así, lo que dices parece interesante, pero, siguiendo con tu ejemplo, si cierras la línea de Burgos, ¿qué haces con los maquinistas de la línea, con los trenes que prestaban el servicio, con los interventores, las amortizaciones de los trenes, etc ...? Quizá sólo pueda ahorrarse la energía que ya no se consume y, muy poco más. Esto es lo que pasa por no pensar y evaluar a tiempo la viabilidad de las inversiones. A todo político le gusta inaugurar y luego, los que vengan detrás, que arreen. En una empresa como RENFE Operadora en la que casi todo es fijo -eso dice la cultura tradicional económica de la empresa- e indefinido, para siempre, claro que es difícil rebajar costes, pero hay que intentarlo. Lo que pasa es que en RENFE existe exceso de capacidad instalada en todo: personal, trenes, etc, desde hace mucho tiempo. Hay que empezar a aligerar la empresa de viejas culturas, hierro y otros lastres y llenarla de espacio, ligero, innovador, rupturista, tecnológico, etc. Hay que introducir la cultura de los costes variables, de que no todos deben ser fijos, como ahora ocurre, implantar la cultura de la marginalidad económica. ¿Por qué, en vez de dimensionarse en trenes y personal para las puntas, no se ha acudido al renting (alquiler) de trenes y a la contratación temporal de empleados? La administración, que no gestión -que nunca ha existido en la Operadora- ha sido ramplona, funcionarial.
Pero, ministro, no obstante tus declaraciones, algo nos mantiene preocupados. No casan tus declaraciones con el asunto del post anterior a éste. No casan tus declaraciones con las bendiciones que otorgas al proyecto de la nueva línea C-5 de las Cercanías de Sevilla, con la creación de las Cercanías de Zaragoza y así un largo etc. Si lees nuestro post anterior, verás un buen puñado de argumentos por los que la apertura e inversión de 60 millones de euros en Sevilla es un verdadero despropósito: no hay demanda suficiente porque las estaciones están desfocalizadas de las poblaciones, la vía es única y su tecnología caduca, requiere de nuevas inversiones, va a llegar a no tardar el metro y el tranvía del Aljarafe y 2.500 viajes al día no dan para recuperar ni en infinitos años la inversión, a los que hay que añadir los costes de explotación de año tras año. No casa, ministro. No casa. Sé coherente entre lo que dices, y lo que luego haces o bendices.
Mira, ministro, nada, casi nada en el ferrocarril actual es rentable, entendiendo por rentable, que obtiene resultados económicos positivos. Si es por rentabilidad, habría que cerrar la RENFE. Como bien sabes, no sólo las líneas de Cercanías tienen pérdidas en su margen y en sus resultados -ni siquiera la que más viajeros transporta (más de medio millón de viajes al día), la C-5 Móstoles-Humanes de Madrid-. Hasta cierto punto, esta línea justifica la subvención que cubre sus pérdidas, porque además tiene los precios del servicio intervenidos por las autoridades de transporte regionales. Pero es que existen muchas, muchísimas otras líneas de Cercanías que incurren en altos déficits y que éstos no se justifican ni económica ni socialmente, porque prácticamente no tienen demanda y tienen, no uno sino dos o más modos alternativos. Colocar la etiqueta de Cercanías a los servicios no justifica por sí sólo la subvención que reciben. Es necesario que previamente a su apertura y diseño se hagan los oportunos y rigurosos estudios de viabilidad económica y social, que casi nunca se han hecho, y cuando así fue, en todos los casos fueron desoidos.
Hasta la AV-LD, a la que la legislación europea prohibe recibir subvención, la tiene porque pierde dinero. Otro tanto le ocurre a las mercancías. Por cierto, en viajeros las subvenciones se iban a prohibir en 2009 y ahora parece que será a partir de 2012. Las mercancías han sido liberalizadas ya desde 2005 y sin embargo RENFE -el Estado- sigue subvencionando sus pérdidas.
Estando de acuerdo, como no puede ser de otro modo, con tus declaraciones sobre la necesidad de replantearse las nuevas inversiones en infraestructuras públicas y de revisar la utilidad social de líneas y servicios existentes, no se olvide que esos servicios requieren de cuantiosos gastos de mantenimiento y explotación. Dicho así, lo que dices parece interesante, pero, siguiendo con tu ejemplo, si cierras la línea de Burgos, ¿qué haces con los maquinistas de la línea, con los trenes que prestaban el servicio, con los interventores, las amortizaciones de los trenes, etc ...? Quizá sólo pueda ahorrarse la energía que ya no se consume y, muy poco más. Esto es lo que pasa por no pensar y evaluar a tiempo la viabilidad de las inversiones. A todo político le gusta inaugurar y luego, los que vengan detrás, que arreen. En una empresa como RENFE Operadora en la que casi todo es fijo -eso dice la cultura tradicional económica de la empresa- e indefinido, para siempre, claro que es difícil rebajar costes, pero hay que intentarlo. Lo que pasa es que en RENFE existe exceso de capacidad instalada en todo: personal, trenes, etc, desde hace mucho tiempo. Hay que empezar a aligerar la empresa de viejas culturas, hierro y otros lastres y llenarla de espacio, ligero, innovador, rupturista, tecnológico, etc. Hay que introducir la cultura de los costes variables, de que no todos deben ser fijos, como ahora ocurre, implantar la cultura de la marginalidad económica. ¿Por qué, en vez de dimensionarse en trenes y personal para las puntas, no se ha acudido al renting (alquiler) de trenes y a la contratación temporal de empleados? La administración, que no gestión -que nunca ha existido en la Operadora- ha sido ramplona, funcionarial.
Pero, ministro, no obstante tus declaraciones, algo nos mantiene preocupados. No casan tus declaraciones con el asunto del post anterior a éste. No casan tus declaraciones con las bendiciones que otorgas al proyecto de la nueva línea C-5 de las Cercanías de Sevilla, con la creación de las Cercanías de Zaragoza y así un largo etc. Si lees nuestro post anterior, verás un buen puñado de argumentos por los que la apertura e inversión de 60 millones de euros en Sevilla es un verdadero despropósito: no hay demanda suficiente porque las estaciones están desfocalizadas de las poblaciones, la vía es única y su tecnología caduca, requiere de nuevas inversiones, va a llegar a no tardar el metro y el tranvía del Aljarafe y 2.500 viajes al día no dan para recuperar ni en infinitos años la inversión, a los que hay que añadir los costes de explotación de año tras año. No casa, ministro. No casa. Sé coherente entre lo que dices, y lo que luego haces o bendices.
6 comentarios:
Otro tanto, Ministro, te pasa con AENA y los 48 aeropuertos de este país. Todos, menos los 6 turísticos,pierden dinero, incluido Barajas. Algunos sólo tienen de media una operación al día, o menos. Cerrar buena parte de ellos supondría un ahorro presupuestario muy importante, porque ¿que grupo privado querría hacerse cargo de estos momios, enterradores de dinero, si hasta los aeropuertos privados quiebran, como el de C. Real? Otro ejemplo de taifas provinciales y regalías de los políticos.
Muy bien por los de FTF. A ver si se enteran los ciudadanos de que todo lo que se hace, despropósitos incluidos, los tenemos que pagar todos.
Lo de las Cercanías de Zaragoza es de juzgado de guardia. Pues todavía siguen invirtiendo en estaciones y hasta quieren ampliar el servicio actual.
El ministro de Fomento ha cambiado radicalmente de opinión. Hasta hace dos días apoyaba el PEIT y nunca dijo nada en su contra, e incluso, puso en marcha un plan adicional de infraestructuras por un importe de 17.000 millones de euros, que al arrecir la crisis, de él ya nunca más se supo. Los camaleones son meros aprendices.
Creo que desgraciadamente, la mayoría de los ciudadanos no se quiere enterar de nada, el número de enchufados y de estómagos agradecidos da poder de sobra al gobierno para que siga con sus desmanes sin que nadie intente impedírselo.
Cuántas tonterías hay que leer. Resulta que se tiene que cerrar el ferrocarril porque es deficitario. Ah, claro, y las carreteras no lo son, evidentemente. Las carreteras locales ganan muchísimo dinero al año ¿verdad? Pues venga, cerremos todas las carreteras locales, y las comarcales, y las nacionales, y las autovías gratuitas. Cerremos el país y emigremos, que así nos saldrá todo más barato.
En fin: a ver si pensáis un poquito antes de escribir.
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