18 abril, 2010

¿AVEs, MERCANCÍAS O FIBRA ÓPTICA?


Antes que los chicos de FEDEA en
"Para no perder el tren, cambiemos algo de AVE por fibra óptica" ya lo dijo CIUDADANO en FTF. Que Alta Velocidad por Alta Velocidad, NO. Que las inversiones en Alta Velocidad, al igual que toda inversión, tiene que cumplir los más mínimos requisitos de rentabilidad económica y social y coste de oportunidad, es decir, el de mayor rentabilidad de los recursos que aplicados a otros proyectos alternativos. Y que ser líderes en kms de vías, tal y como se vanagloria hoy el ministro BLANCO en MERCADOS en el suplemento dedicado a la Alta Velocidad, por sí sólo, es una inconsistencia.
El contenido de la LES no aborda los principales retos de la política de transporte. En materia de eficacia y contribución a la productividad, la LES debe establecer el cambio en las prioridades inversoras, particularmente en el ferrocarril. Así, deberían reorientarse las prioridades de inversión del tren de alta velocidad a las actuaciones sobre la red convencional, para la promoción efectiva del transporte de mercancías y las cercanías. La ausencia en España de rutas de AVE que proporcionen beneficios sociales dados los requisitos de tráfico necesarios (De Rus y Nombela, 2007) justifica posponer, y en muchos casos suspender, estos proyectos, y abandonar el despropósito de ser el país europeo con más km. de alta velocidad. Los grandes beneficiados serían la eficacia y la eficiencia del sistema de transporte. ("Las infraestructuras y los servicios de transporte". Germá Bel)

También en el caso de Los Aeropuertos y AENA, coincidimos con Germá Bel, adelantándonos a denunciar la alocada política de inversiones aeroportuarias, el abultado endeudamiento del grupo y su entrada en pérdidas operativas y financieras:
La noción de eficiencia ha estado ausente tanto de la política de inversiones como de la gestión de los aeropuertos.

Por tanto, oido al parche Ministro. No hagamos con el AVE lo mismo que antaño otros antecesores suyos hicieron con los aeropuertos. Es decir, llenar y llenar toda la geografía nacional de aeródromos hubiese, o no, demanda para ellos y ahora estamos pagando las consecuencias con pérdidas en la práctica generalidad de todos ellos y soportando unos abultadísimos gastos de mantenimiento, para nada. Lamentablemente, camino de ello lleva la cosa, sin pinta de poderse enmendar dada la visión localista, pueblerina y paleta de nuestros políticos por aquello de "yo también y más grande y mejor" cuales niños respecto de sus juguetes. No olvidemos la precaria situación de las mercancías por ferrocarril en nuestro país, lejos todavía de la también nada boyante situación europea. los chicos de FEDEA prefieren cambiar algo de AVEs por fibra óptica. Nosotros, por trenes de mercancías, que reduzcan nuestra dependencia del petróleo, descongestionen las carreteras y produzcan más seguridad, al tiempo que minoren los impactos negativos ambientales .

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