21 febrero, 2010

LOS DESAIRES PROTOCOLARIOS DEL PRESIDENTE OBAMA

ENTRE LA BASURA Y LA SRA DE ROJO

Casi coincidentes han sido las visitas a la Casa Blanca del Dalai Lama y del Rey Juan Carlos de España. Aunque se trataba de visitas no oficiales, -la del Dalai Lama nunca lo ha sido por decisión del gobierno chino-, ambas no han estado exentas de ciertas "peculiaridades" que dicen muy poco en favor del nuevo inquilino de la Casa Blanca, que, claramente, se ha bajado los pantalones ante China y no ha estado a la altura de las circunstancias en el protocolo con nuestro Rey.

En primer lugar, ¿cómo es posible que un país tercero -en este caso China- marque el nivel protocolario de un país soberano que es, por ahora, nada menos que la primera potencia mundial y no permita que el soberano de un país libre, ocupado por China, visite USA con rango de jefe de estado? Pues claro, el statu quo: el poder, los dólares, la política. Muy pocos medios han reparado, ni tampoco ha sido objeto de muchos comentarios la fotografía que mostraba al jefe espiritual del Tíbet abandonando la Casa Blanca por la puerta trasera entre cubos y bolsas de basura. ¡A lo que llega la impudicia de la política!

La segunda ¿anécdota? se refiere a la visita y posterior almuerzo de nuestro Jefe de Estado con el Presidente Obama. Vale que no se tratase de una visita oficial y el almuerzo tuviese un ramplón protocolo, pero lo impresentable es que una desconocida, -aunque sea la jefa de eso- vestida de un hortera color rojo, sea quien salga a recibir a nuestro monarca a la puerta de la Casa Blanca. Ni la diferencia de rango, ni la buena educación lo aconsejan. Cuando uno va acasa ajena lo suelen recibir y despedir los anfitriones. Pero, lo estrambótico , para poner la guinda, es la pinta y el porte de nuestro inefable ministro de Exteriores, el sr Miguel. O sea, Moratinos.

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