16 marzo, 2009

Del "ojo de Dios" al periódico gratuito


Años luz

La persona que más y mejor ha estudiado, al menos el primero, los agujeros negros ha sido, sin duda, el astrofsico británico Stephen Hawking. No obstante la inmensidad y la incomprensibilidad de aquellos, existen en nuestra galaxia cotidiana de la vida numerosos agujeros negros que absorben cualquier resquicio de brillo, de luz, de calor. Cualquier atisbo de comunicación, de innovación, de modernidad. Del tipo de estos agujeros negros son las organizaciones ancladas todavía, que ya es decir, en un concepto tolomeico del cosmos. Las que se tragan asimismas. Un ejemplo, las administraciones públicas y sus apéndices, las empresas públicas. Como de transporte trata este blog, pues para muestra, el botón de dos pesadas organizaciones ferroviarias estatales. La Operadora RENFE y ADIF.

Sus organizaciones hacen buenas las ministeriales. Impermeables a la modernidad, al avance, al necesario riesgo para progresar, a la comunicación fluida, a una responsabilidad social verdadera, no de titular, desconocen -quieren desconocer- los avances que internet y sus herramientas permiten hoy día para trabajar mejor, en equipo, bien comunicados, no sólo para sus trabajadores sino también, y quizá lo más grave, para sus ejecutivos. Muy a cuento les viene a sus responsables el artículo de Enrique Dans referido a los CEO y su papel de liderar, comunicar, motivar y transmitir la reputación de la empresa con las herramientas disponibles en internet y las redes sociales. Los tiros van hace tiempo por ahí y hay quienes prefieren gestionar a golpe el BOE y comunicarse por el correo interno -algunos ni por el electrónico- de papel marrón y sobre multiuso.

Por ejemplo, mantienen una política social corporativa, o más ampulosamente, de "responsabilidad social corporativa" tan avanzada que a sus antiguos trabajadores los arrumban al olvido más absoluto. Si bien no de la noche a la mañana, luego de un período de "gracia". Y "adiós Lucas y si te he visto, no me acuerdo". Se acabó el correo personal de la compañía -hoy le cuesta a la empresa un casi nada-, se acabó la intranet -el mayor lujo corporativo de comunicación, perfectamente controlado, supervisado y dirigido y teledirigido-. Sus jubilados pasan a ser, ni planetas extrasolares, asteroides con un perihelio de rotación de varios años luz. Desaprovechados en su experiencia que podrían seguir prestando a SU EMPRESA de múltiples maneras mediante internet, los blogs, la red 2.0 y la 3.0 y ..... Ah, y gratis,o casi. Así se prepara una de estas organizaciones para la liberalización y la competencia. Lo malo es que, a día de hoy, todavía no se lo creen. La otra, a seguir de apéndice ministerial y, viva el funcionariado.

Si los jubilados quieren saber de su antigua empresa -en muchos casos ha sido la primera y la última- pues a revolver en las papeleras y leer la prensa gratuita, o ver los telediarios, o lo que está al alcance de todos los clientes, la web comercial. La consultoría, la medicina, las empresas de finanzas, casi todo el mundo tiene una organización que integra a sus seniors en tareas de asesoramiento, de dar experiencia y consejo a sus juniors, a sus jovenes, y en otras múltiples tareas y cometidos. En el ferrocarril, no.
Como decía un amigo nuestro: tendrá que ser así. Pero,¡que pena!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y encima si dices de cambiar cosas, que a todas luces estan desfasadas o erróneas, la respuesta es: "chico, aún no sabes donde te has metido".
A ver si viene la DB en serio y nos vamos la mitad con ella.

Anónimo dijo...

En una empresa donde no se mira la rentabilidad, donde se llega a puestos de responsabilidad de aquella manera, donde las personas con formación universitaria no están en los puestos que les corresponden, porque los ocupan esos que han llegado de esa manera, es lógico que se evite cualquier tecnología, cualquier operativa que deje en ridículo a esos que no han sabido evolucionar con los tiempos. Y como aquí no hay dueño, no hay patrón, sino reycillos en sus taifas… y empezamos por la ministra del ramo, luego por el presidente, elegido por los mismos que han elegido a la ministra. Cualquiera que quiera destacar… se le corta por donde sobresalga. Otros han pedido la liquidación. Y siempre será mejor renunciar a un poco de ‘seguridad’ por conseguir algo de libertad…que se queden aquí los hijos de …, que el trabajo ya lo harán los de las contratas.
Es un buen momento de crisis para una REVOLUCIÓN en el modo de gestionar, en el modo de trabajar, en el modo de concebir una organización. Será difícil echar de su poltrona a todos esos animales del tiempo de los dinosaurios y dar paso a personas que crean en las herramientas de la nueva etapa que están favoreciendo las TIC. ¿Dónde van a encontrar estos apoltronados un sueldo semejante por un trabajo involutivo? ¿O mejor pensamos en las dádivas que pueden recibir, por firmar lo que firman, a cargo del Erario? ¿Cómo coño van a protestar contra este gobierno que hasta hace nada negaba la crisis… y contra esta situación caótica, si ellos están bien favorecidos?