02 enero, 2009

Transporte: mirar al futuro

Reinventar el transporte en tiempo de crisis: 5 medidas (I)



Repensar las estrategias

La crisis económica actual, lógicamente, también afecta al transporte. Reduce la demanda de viajes al no realizarse una parte de los viajes obligados por razón de trabajo, consecuencia de las mayores tasas de paro, afectando, sobre todo a los viajes en transporte público ya que son éstos los más vulnerables a la crisis frente a los que se realizan en el transporte privado. Por otro lado, los recortes presupuestarios de las administraciones, locales y regionales y estatal, suelen traducirse en subidas de las tarifas, lo que desanima a un segmento nada despreciable de la demanda global de viajes. En tercer lugar, las empresas operadoras suelen reducir su oferta de servicios, que conlleva, a medio plazo, reducciones en la demanda. En época de crisis, al igual que en otros sectores de actividad, es necesario repensar y reinventar las estrategias de negocio para intentar suplir los efectos adversos de la crisis y acomodarse a los nuevos escenarios de los mercados.


Dialogar con los usuarios

Es una necesidad que se torna urgente en época de crisis ya que, desgraciadamente, no suele ser usual normalmente pero es cada vez más necesaria. Las empresas operadoras deben llevar a cabo recortes en los costes operacionales y para ello es necesario conocer de primera mano cuáles son los factores clave que los usuarios estiman irrenunciables para, de ese modo, realizar los correspondientes recortes dónde tengan menor impacto sobre la demanda. En este sentido, para redimensionar la oferta, tanto cuantitativa como cualitativamente, (horarios, frecuencias, tipología de trenes, paradas, etc) es necesario mantener un diálogo constante con los viajeros y con las administraciones competentes. El conocimiento de cuáles son las necesidades concretas de los viajeros y, por tanto, tomar las adecuadas adaptaciones de la oferta de servicios a estas necesidades pueden suponer entre un 12-15% de reducción en los costes de explotación.


Redefinir, periódicamente. los servicios

Como en toda actividad humana, las decisiones que se van tomando respecto del negocio se van superponiendo como las capas de una cebolla y van creciendo en torno a su epicentro. Unas y otras capas se acumulan y arrastran ineficiencias que el tiempo va acumulando, sin revisarse las contradicciones que unas implican sobre las otras y las duplicaciones evidentes. De vez en cuando es necesario que las ofertas de servicios, sobre todo en servicios del tipo de cercanías con un nº notable de frecuencias diarias, sean revisadas, haciendo tabla rasa de la situación actual, para redefinir los servicios en relación con las auténticas necesidades expresadas por la demanda en los estudios que a tal efecto se realizan.


Pensar en común

Tan necesario como dialogar con los clientes es pensar en común. Una de las características que distinguen a las compañías ferroviarias es su compartimentación en departamentos de elevada estanqueidad. Hoy día es posible pensar en común ya que intranet, foros, blogs, etc lo permiten. Si no se hace es porque no se quiere pero el pensamiento en común en que los empleados están libremente conectados en torno a problemas compartidos, pueden resolver hasta un 50% más problemas que siendo un único departamento el encargado de hacerlo y en un 40% menos de tiempo.


Mirar hacia el largo plazo

Las principales amenazas al transporte, especialmente de viajeros, concebido como hoy lo hacemos, no son las que actualmente planean sobre los mercados. Las más graves vienen por el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación, que no tardarán en generalizarse en las empresas como la forma habitual de comunicación. La excepción serán los desplazamientos que requieran la realización de un viaje, frente a las vídeo y multi conferencias y otras nuevas modalidades de comunicación. Se estima que, en el nada desdeñable porcentaje de viajes de negocio actual, las nuevas tecnologías sustituirán a medio plazo no menos de un 30-40% de viajes de larga distancia internacional y de un 25-30% de ámbitos nacionales. A largo plazo –más de 10 años- se puede hablar de 50-40%, respectivamente.

Nos parece, que de esto, más bien poco o nada se hace.



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