01 septiembre, 2008

De nuevo, de bolgs y otras cosas

Los arqueros del bosque de Sherwood


Por
José Enrique Villarino
Economista



Un artículo de David Ballota en el Heraldo de Aragón, titulado "Los líderes del bosque" -link al final- dice de los blogueros más punteros - cita a tres de este país- que son algo así como los líderes del bosque, los arqueros que se enfrentan a diario a la caballería del rey. Y decimos nosotros: ¿quiénes forman la caballería del rey? Pues la caballería del rey es lo establecido; los que se creen los dueños de las ideas; los que defienden los monopolios de opinión; los que se atribuyen el derecho de censura; los aduladores de los políticos del signo que sean; los aduladores y lacayos de los gobiernos; los que no arriesgan nada para seguir tirando; los que defienden con uñas y dientes sus poltronas; los que limitan la libertad de expresión en las empresas y en la calle; los que dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor; los que se resisten a innovar; los partidarios del discurso, del monólogo, no del diálogo; los que prefieren que les den doctrina a buscar por su cuenta; los que defienden a capa y espada la propiedad intelectual; los que se creen con derecho a cobrar cánones a todo aquello que se mueva; los que quieren a los demás desinformados para ser los reyezuelos en un mundo adormecido; los dictadores; los que mienten para sacar partido de lo que sea; los grupos de presión que hacen prevalecer sus intereses sobre los del común; los que se creen con más derechos que los demás; los arrogantes y los prepotentes; los que defienden las subvenciones para todo, o lo que es lo mismo, comer la sopa boba a costa de los demás; los que se resisten a cambiar para mantener sus privilegios; los que se creen el ombligo del mundo e, incluso, del universo; los que en vez de ideas venden humo; los que entienden la política como puro marketing para perpetuarse en el poder; los políticos mentirosos; los que piensan que hay cosas que hay que ocultar a la gente; las organizaciones títeres del poder; los vagos que viven a costa de los demás; los que llegan a directivos, ministros, altos cargos y no saben hacer la O con un canuto y, encima, se creen alguien;los que desprecian la investigación; los que no les facilitan los recursos necesarios para llevarla a cabo; los que usan el nombre de la democracia en vano; los que organizan guerras; los que abusan de su posición en los mercados; los que prestan con usura; los que nunca se aprietan el cinturón y amasan más y más beneficios, mientras que otros viven en un sin vivir con hipotecas, penurias o hambre; los insaciables sin horizontes; los que hablan de sostenibilidad sólo para quedar bien; los que hablan de responsabilidades sociales corporativas y todavía rezuman naftalina; los que creen que el diálogo es malo en las organizaciones; los que defienden "lo politicamente correcto", lo "empresarialmente correcto", lo "personalmente correcto"; los mindundis que confunden lealtad con pelotear; los que abdican de la crítica como aportación al avance de las cosas; los burócratas de las organizaciones, de las universidades, del estado; los que quieren que algo cambie, para que no cambie nada; los que ..... (sigue tu, lector, a nosotros, de momento, se nos han acabado las flechas dialécticas).


No está mal echarle un vistazo. Aquí está.


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