Eso al menos parece desprenderse de las declaraciones del sr Puigcercós. Porque si no, no se entienden. Es difícil de entender que un político, consejero de interior de la Generalidad -el equivalente a un ministro de Interior de Cataluña- y diputado del Parlamento de la nación hasta noviembre del 2006, haga unas declaraciones como las que hizo, apoyando el impago de los billetes de una compañía de transporte. Llamando a la rebelión de los viajeros y la ciudadanía. Dicho en plata, llamando a delinquir.
En efecto, un viajero que sea sorprendido sin título de transporte debe pagar el billete y es sancionado con la correspondiente multa, establecida en las correspondientes leyes. Al igual que el ciudadano que deja de sufragar su hipoteca, o el quilo de garbanzos en la tienda de la esquina. Y la justicia, administrativa o penal, lo persigue hasta que eso sea así.
En el caso de este caballero, se trata de una autoridad, un servidor público haciendo un llamamiento a saltarse la ley a la torera, en contra, de los intereses concretos de una empresa, que además de empresa es pública, es decir, financiada con los impuestos de todos los españoles. Con el argumento peregrino de que RENFE "merece eso y mucho más" insta a rebelarse a la ciudadanía y a no pagar sus billetes. Si este "responsable" consejo lo aplicamos - por qué no- a otras situaciones de nuestra vida en que sintamos que no somos adecuadamente tratados pues, en vez de pagar impuestos, tendrían que devolvérnoslos todos y alguno que otro más.
Desconocemos si este sujeto ha negado o no haber efectuado estas declaraciones pero si a estas alturas no las ha desmentido no se a qué espera la Fiscalía del Estado para tomar carta en el asunto e imputar a este fenómeno del Derecho por los cargos que correspondan. Otro tanto que decir de la empresa RENFE Operadora que debe llevarlo, cuanto antes, ante los tribunales en defensa de los intereses de los viajeros que pagan, de sus empleados y de sus accionistas, que somos todos los que pagamos impuestos. Lisa y llanamente este tal Puigcercós llama al incumplimiento de la Ley. Quien debería ser su primer cumplidor y su guardián. Llama al caos social, a la insurrección, a la subversión.
Una de dos: o este sujeto llamado Puigcercós es un loco, un irresponsable o un delincuente, si bien lo más verosímil es que sea ambas cosas, un irresponsable y un delincuente. Bueno, presunto, por ahora. La Justicia tiene la palabra, o debería tenerla.
1 comentario:
¿Estamos todos locos o qué?
¿O es que la clase política se ha escapado del psiquiátrico?
Deberemos llamar a Mortadelo y Filemón disfrazados de loqueros para que recojan a este Puig...y de paso a los que el día 10 hacen una "mani" en oposición al gobierno siendo el partido de la oposición. Sres cumplan con su obligación en el Parlamento y dejen de incitar a la rebelión, no sea que se levante en armas alguno desde África para derribar lo que tanto nos ha costado construir, una Democracia. Aunque con la falta de juicio de tirios y troyanos tendremos que desalojarlos de su poltrona a golpe de votos mientras ellos incitan al golpe de estado o a la delincuencia.
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