27 marzo, 2007

Un estudio de la Unión Europea

Competencia y complementariedad tren-avión

El área de Transporte de la Comisión Europea, dentro de la colección de estudios sobre Ferrocarril e interoperabilidad, ha publicado dos documentos de interés sobre el tema del título, realizados para dicho organismo por la consultora inglesa Steer Davies Gleave. El primero de ellos ( Air and Rail competition and complementarity) se refiere al report de carácter general sobre los aspectos de competitividad tren-avión a través de siete diferentes escenarios de costes y operaciones, para finalizar con dos apéndices en los que se explicitan dichos modelos. El segundo, es un apéndice al report con los casos singularizados de ocho relaciones, correspondientes a otros tantos países de la Unión Europea, entre los cuales figuran las relaciones Madrid-Barcelona y Madrid- Sevilla, en el caso de España.

El report y el apéndice pueden, respectivamente, consultarse y bajarse de internet en las direcciones que figuran a continuación:

http://ec.europa.eu/transport/rail/studies/doc/2006_08_study_air_rail_competition_en.pdf

http://ec.europa.eu/transport/rail/studies/doc/2006_08_case_study_air_rail_competition_en.pdf

Dichos estudios presentan una panorámica, actualizada a 2006, de la alta velocidad europea, comparada con el sector aéreo y en ellos se analizan, entre otras cuestiones, aspectos tales como: los principales factores determinantes de las cuotas de mercado en el tren y el avión, los costes de operación de cada modo, las previsiones de evolución a 5-10 años de las cuotas de mercado y los costes de operación y otros temas como el e-ticketing, handling y aspectos de seguridad, basados en las experiencias obtenidas en los distintos países estudiados.

Se trata de una lectura muy recomendada si queremos sacar a pasear a nuestra hispánica testa para que se airee con las cosas que se cuecen más arriba de los pirineos e, incluso, más allá de nuestra nunca bien ponderada SNCF en cuyos confines también existen otros ferrocarriles. Una pequeña pega, que están en la lengua de Shakespeare, porque a la UE no le parece que todavía la lengua de Cervantes tenga méritos probados suficientes para incluir una humilde traducción al igual que con la que cuentan los ciudadanos del Reino Unido, Francia, Alemania, etc. ¡Una pena!

2 comentarios:

An dijo...

y no seria mejor buscar una complementaridad en vez de competitividad :) digo yo

Anónimo dijo...

Las traducciones europeas deberían contar con el español como primera opción, por su influencia en el mundo. Por ser la lengua del futuro.