Los operadores privados toman posiciones en los mercados exteriores

Renfe Operadora: es la hora de la internacionalización, mañana es tarde

Por
J. Enrique Villarino Valdivielso
Renfe Operadora

Si Renfe Operadora quiere llevar a buen puerto la estrategia de liderar la liberalización de los mercados de transporte ferroviario no debe contentarse solamente con afianzar su presencia en el mercado nacional de viajeros y mercancías.

Los medios, de unos meses acá, recogen, diariamente, noticias sobre alianzas de operadores ya acreditados en España con empresas de otros paises para llevar a cabo joints ventures conjuntas o bien las solicitudes pertinentes para poder operar en terceros paises, sólos o acompañados.

Por otro lado, también operadoras públicas como la francesa y la alemana han llegado a acuerdos para optar, conjuntamente, a parte del mercado europeo de alta velocidad y constituirse en los paises antaño denominados del este, en operadores de referencia.

Hasta ahora, que se sepa, la operadora pública española solamente amplía sus negocios en el ámbito nacional de la mano de otras compañías en operaciones puntuales y concretas como la gestión de la red ferroviaria del puerto de Gijón con Continental Rail y la plataforma marítima de Zaragoza con la Autoridad del Puerto de Barcelona y Acciona.

La internacionalización de los mercados de transporte es ya un hecho incuestionable. La globalización y los avances tecnológicos conducen a ello de forma inexorable, se quiera o no. Más vale anticiparse al devenir de los tiempos que llegar tarde y perder las ventajas competitivas que, sin duda poseemos.

Renfe Operadora ha diversificado su oferta de trenes y detenta por tanto el conocimiento no sólo del mantenimiento sino, dentro de nada, de la fabricación de al menos tres tipos de vehículos y está por ello en mejores condiciones que otras operadoras internacionales para llevar a cabo alianzas tecnológicas y soluciones de explotación.

Como explotador puede aportar las soluciones de ancho mixto en paises que van a tener la misma problemática que nosotros y, dicho sea de paso, los mismos extracostes que ello nos va a suponer, en los períodos transitorios, largos períodos transitorios, al ancho UIC.

En los aspectos comerciales son posibles alianzas para liderar los futuros sistemas de venta y de distribución donde hay que estar presentes, en las múltiples fórmulas que se abren, para no sólo liderar el sector de las ventas ferroviarias de las grandes distribuidoras, sino estar integrados con nuestro principal competidor y al tiempo aliado, la aviación. Sin duda, la aviación debe ser el aliado que nos acerque a nuestro país los grandes flujos turísticos europeos y trasatlánticos y debemos ser una opción más cuando alguien desde Minesota o la Tierra de Fuego esté planeando su viaje de negocios o turismo a Europa.

Respecto de las infraestructuras, hasta hace pocos meses los actuales responsables de la construcción y gestión de las mismas han sido nuestros colegas de negocio. ¿Qué problema hay en que salgamos al exterior de la mano?. ¿Qué problemas puede haber de aliarnos con los grandes grupos constructores para ir juntos a grandes proyectos de infraestructuras y vender franquicias llave en mano?. Hace unos días comentaba con otros colegas de trabajo lo que podría ser llegar a explotar nuevas líneas de AV en paises del golfo arábigo que seguro llegarán a ejecutar y a cuya ejecución deberíamos ser los primeros en llegar. A este proyecto le bautizamos como el proyecto Qatar (del emirato del mismo nombre y de catar o iniciar o degustar). No sería para menos.

Debemos tener la ambición de no conformarnos con nuestro raquítico mercado interior aunque dupliquemos o más nuestra demanda de viajes. A la escala de la nueva situación eso no es nada y casi puede alcanzarse sin hacer nada o haciendo más bien poco. El listón de nuestras ambiciones debe estar en los mercados europeos y americanos y en la venta de la cadena completa: fabricación, mantenimiento, operación, comercialización. Si lo primero lo vamos a empezar a hacer y todo lo demás lo venimos haciendo hace ya muchos años, ¿qué problema hay para que no lo hagamos?. Sólo es cuestión de voluntad y de oportunidad. Ahora es el momento, ahora o, quizá, nunca.

La internacionalización debe ser una más, y no la menos importante, de nuestras estrategias de negocio. De ella oigo hablar poco o, por decirlo en román paladino, nada. Es una pena porque si no ampliamos los horizontes de nuestras actividades puede ser que el día de mañana nos quedemos sin nuestro horizonte porque haya venido alguien y como un cliente nos escribió al respecto de nuestra campaña publicitaria: "vayan Uds al futuro, que allí les estaremos esperando".