13 mayo, 2022

¡Cuidado con las tasas!

                                                                                                                                                                      ¿Nos cuentan siempre los medios, los expertos, los políticos, etc, la verdad a través de los números (en el 99,9% de los casos porcentajes)  que habitualmente nos cuentan?, ¿o son meros instrumentos manipulables para arrimar el ascua a su sardina? Cada vez que se utiliza una tasa o porcentaje debería quedar claro y muy bien definida a cuál de ellas se refiere, para que quien la ve u oye pueda valorar su verdadero alcance.

La tasa es un coeficiente que expresa la relación entre la cantidad y la frecuencia de un fenómeno o un grupo de números. La RAE la define, en una de sus acepciones, como: relación entre dos magnitudes. Tasa de inflación, de desempleo, de natalidad, etc. Este coeficiente se utiliza en ámbitos variados, como la matemática, la estadística, demografía, la biología, la economía, la sociología, etc.  

Pero, cuidado con las tasas que las carga el diablo. porque sirven tanto para un roto como para un descosido, según quien las utilice, incluso para demostrar lo que de antemano se quiere demostrar. Lo vemos constantemente en tertulias, medios, redes sociales, etc, en que unos por malicia para llevarse su gato al agua, otros porque malamente saben que es un porcentaje, se enzarzan en cifras sin ton ni son.

En el 90% de los casos las tasas suelen ser interanuales, es decir que comparan valores sean mensuales, trimestrales, cuatrimestrales, con los mismos valores del año anterior. En otros casos, se trata de tasas inter-período, como puede ser las tasas intermensuales que comparan un mes, trimestre, etc con el inmediato anterior. A estos efectos y sin entrar en mayores honduras como pueden ser tasas que se utilizan en los campos de la estadística o de la econometría, nos vamos a centrar en tres tasas basadas en los porcentajes. Veamos.

TASA SIMPLE: 

Es la tasa que contempla la evolución de dos valores, medidos en tanto por ciento, sin considerar la dimensión temporal a que se refieren. En el ejemplo se comparan 5 años ( podrían ser los que fuesen) y en el ejemplo que se muestra se comparan el valor en el momento 5 respecto del momento1, sin tener en cuenta la existencia de posibles valores intermedios, de existir. Lo que más frecuentemente se suelen comparar es el de un año con el mismo del año anterior (tasa interanual), o de un mes con el inmediatamente anterior (tasa intermensual).

TASA MEDIA SIMPLE:

Esta tasa tiene en cuenta la existencia (de existir) los valores de los momentos intermedios y su cálculo es la suma aritmética de cada uno de los porcentajes, con su signo, dividida entre el número de momentos.

TASA  ACUMULADA

Es la equivalente a la tasa media simple, en la que se tienen en cuenta el número de períodos y su formulación es la misma que la del interés compuesto. La tasa mide el valor medio que, a partir del valor inicial, aplicado acumulativamente un número de veces igual al de momentos, reproduce el valor final (del último momento)

Como vemos, existen diversas tasas para medir un mismo fenómeno y depende de cuál de ellas se apliquen, los resultados serán distintos (el lector puede comprobarlo aplicando los datos que figuran en el Anexo). De ello se valen, sobre todo los políticos, para "jugar" con la realidad que más les interesa en la presentación de los datos que más les convienen.

Por lo tanto, es muy importante saber la naturaleza de las tasas: si son anuales, o mensuales,  o anuales acumuladas, o simples, o medias simples, etc, para poder discernir con un mínimo rigor la consistencia de lo que nos estén contando.

Hoy día, quizá no es necesario mentir o falsificar los datos. Basta con manipularlos.

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ANEXO:

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