26 marzo, 2021

Andrés Novillo deja RENFE

Andrés Novillo dejó RENFE después de toda una vida profesional dedicada al ferrocarril. Permitidme que os diga que me cuesta creerlo, pero de lo que estoy seguro es que después de 27 años de haberle conocido: Andrés y vacacionar, son términos incompatibles.

Andrés Novillo

Conocí a Andrés en el año 94 cuando llegué a trabajar en las Cercanías de RENFE, que no muchos años atrás había refundado Javier Bustinduy con los criterios de un verdadero modo de transporte metropolitano moderno, tal y cómo lo conocemos hoy. En esos primeros años de los noventa del pasado siglo, las Cercanías dieron el gran salto y no me duelen prendas en decir, porque es verdad, que uno de los artífices, muy destacado, que hicieron posible este cambio fue Andrés Novillo, junto con otras muchas personas más.

Mucho se ha escrito sobre que uno de los principales factores de éxito de este modo emergente de transporte fue la disponibilidad de recursos para renovar y conformar una flota de trenes nuevos, pero con ser esto cierto, no es menos cierto que el verdadero milagro estuvo en las personas que lo llevaron a cabo con su saber, su entrega y dedicación. En el caso de Andrés, de forma callada y tesón constante.

A lo largo de los 10 años en que ambos coincidimos en Cercanías, Andrés y yo trabajamos juntos en innumerables proyectos y puedo dar fe que como buen manchego que es, es inasequible al desaliento. El tesón y la constancia en el trabajo así como en todas las cosas de la vida son otras dos virtudes que le adornan.

Sobre Andrés como Jefe de Coordinación de la Producción, recayó la responsabilidad de coordinar la gestión de toda la producción y la operación de todos los núcleos de Cercanías en una docena de las principales ciudades españolas: las dos grandes metrópolis y prácticamente todas las grandes áreas urbanas españolas.

Como las Cercanías son muy madrugadoras, la gente de los núcleos y Andrés y su equipo madrugaban con ellas. Por la misma razón, como las Cercanías se acuestan tarde, Andrés y todos los equipos cerraban tarde el chiringuito. Y como las Cercanías no cierran los fines de semana ni festivos, pues Andrés y otros muchos, tampoco desconectaban.

Volví a coincidir con Andrés en Alta Velocidad, donde él ya estaba cuando yo llegué en 2006 donde fue Director de Producción, en unos años en que se dio impulso a nuevas líneas, configurando un mapa muy parecido al que tenemos hoy. Su rigor y sentido del trabajo bien hecho han sido siempre otros dos pilares básicos de su desempeño profesional y al igual que en Cercanías, consiguió en Alta Velocidad tiempos de viaje y puntualidades comerciales muy importantes.

Su última etapa en Renfe la ha desarrollado en Mercancías, también como Director de Producción, donde Andrés trabajó en la racionalización de la producción, ajustando los medios humanos y productivos a la realidad, al tiempo que trabajando en la mejora de la calidad y prestaciones de puntualidad, fiabilidad y plazos de transporte. 

En el plano personal doy fe de que es un hombre muy familiar, que a pesar de sus muchas horas dedicadas a los trenes, siente verdadera devoción por María José, su esposa, y Clara su hija, hoy una docta doctora en Medicina, por aquellos años, Clarita. Se que esa devoción es recíproca y que de ahora en adelante va a resarcirlas de las muchas ausencias familiares, a causa de su desempeño laboral.

Su otra gente: su familia y su pueblo, Villacañas, donde vivía su madre por la que sentía admiración y donde su padre fue también ferroviario, fallecido a edad temprana. Al pueblo iba, va e irá  los fines de semana que podía donde hacía, hace y hará el deporte que más le gusta: coger la bicicleta y tirar millas junto a su gran amigo José Espada, también ferroviario y villacañero.

Andrés, te deseo y te deseamos los miembros de aquel grupo de Cercanías al que también perteneció Antonio Pin que recientemente nos dejó, así como a quienes también dirigiste en Alta Velocidad, Mercancías y otros desempeños, que disfrutes con salud largos años de esta nueva etapa con tu familia y amigos. Te lo mereces sobradamente.

Yo te agradezco la amistad con que me has distinguido siempre y lo mucho que del ferrocarril y la vida he aprendido de ti. Un fuerte abrazo.

José Enrique Villarino Valdivielso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien por Andrés (muchos años de felicidad en su 'jubilación') Mal por el ferrocarril. No hay cursillos que hagan a otra persona como Andrés. Se ganaría la confianza de sus jefes para darle libertad en sus iniciativas, par apostar por las partidas económicas que costarían sus proyectos. Con el Covid, los viajeros han disminuido en todos los trenes, lo cual da una excelente oportunidad para mejorar los servicios que luego ofrecerá la empresa. Las Cercanías, en las grandes ciudades, sin imprescindibles (los autos contaminan y no pueden acceden al centro) La alta velocidad puede aliviar mucho la carretera, si ofrece precios asequibles (como el AVLO). Las mercancías no se deben desmantelar para favorecer el transporte de los camiones. ¿Para cuántos trenes internacionales daría la carga del mercante atascado en el canal de Suez? ¿Quién tomará el relevo de Andrés en innovación del transporte ferroviario? ¿A quién le darán carta blanca para realizar sus proyectos de mejora? ¿A quién perjudicará que el ferrocarril funcione mejor? Bien por Andrés, que ahora puede disfrutar de la vida de una manera más familiar, más de su ocio y aficiones. Salud, larga y buena vida!

Anónimo dijo...

El ferrocarril español tiene mucho que mejorar, aunque vendamos AVE a Arabia. Si para que se optimice hacen falta muchos Andrés Novillo, me pregunto si entre toda la cúpula de la empresa no hay personas que tengan iniciativa y ganas de mejorar el servicio, aparte de mejorar su situación personal. Seguramente han llegado a un cargo (hayan llegado como hayan llegado) y se han apoltronado, ya sean titulados universitarios o simples bachilleres y no buscan la mejora de los viajeros ni del transporte de mercancías. Algunos trepas medran pisando a todos los que pueden y les roban las ideas para beneficio propio y ponerse medallas/ascensos. Y muchas veces eso es pan para hoy y hambre para mañana. Como en política. Y luego nos sorprende que ocupemos el puesto que ocupamos en el rankin internacional. Los Amancio Ortega siempre son admirables.