17 octubre, 2019

¿Cómo afectó la crisis a los resultados de las empresas españolas?

Pues, la solución a la pregunta la tienen ustedes un poco más abajo en la tabla que publica la Agencia Tributaria con datos correspondientes a 2017, los últimos publicados.

Aunque los datos son de hace dos años son suficientemente expresivos y representativos para hacernos una idea bastante aproximada de la rentabilidad de nuestras empresas y su evolución a lo largo de la grave crisis que se inició en 2007.
           
Resultados de las empresas españolas, presentados en el 
impuesto de Sociedades. 
Ejercicio 2017

           

Los datos son los que se desprenden de las liquidaciones de las empresas al fisco y como figura en la tabla, en 2017 existían algo más de 1,3 millones de empresas que presentaron declaración en el impuesto de Sociedades, por un importe positivo de 124.705,5 millones de euros de ganancia. A una media de 95.316 euros por empresa. En esta media, cabe de todo: unas habrán ganado mucho y otras poco, o bastantes, habrán tenido pérdidas, unas más y otras menos.


Entre 2008 y 2013 la crisis económica se llevó por delante 50.000 empresas 




Entre 2004 y 2007 a.i. se crearon 250.000 empresas al rebufo de la bonanza del ciclo económico y la burbuja inmobiliaria.

En 2008, el crecimiento se detuvo y a partir de este año hasta 2013 se destruyeron 50.000 empresas.

A partir de este año y hasta 2017 se crearon 100.000 nuevas empresas para sobrepasar ligeramente el 1.300.000.


Según la Agencia Tributaria, en 2017 el 41,5 de las empresas tuvieron pérdidas por valor de 94.432 millones ( 147.050 de pérdida media)


Veamos ahora, cuántas ganaron y cuántas tuvieron pérdidas. Pues del 1,3 millones de empresas, solamente algo más de la mitad  -el 58,5%-  presentaron resultados positivos, con una media de ganancia de 286.161 euros por empresa y una ganancia total de 219.706 millones de euros. Por el contrario, 542.556 tuvieron pérdidas por un importe total de 94.431 millones, a razón de una media de 174.050 euros por empresa.

En términos macroeconómicos, las ganancias (Rdos positivos) han supuesto un 22% del PIB, mientras que las pérdidas el 9,4%.


La crisis afectó de manera especial a las empresas ya en pérdidas al inicio de ésta

El gráfico de la izquierda muestra la evolución de los resultados desde los años 2004 a 2017, ambos inclusive.

Se observa perfectamente la caída del beneficio medio neto y no tanto del beneficio medio de aquellas empresas que tuvieron resultados positivos. Por el contrario, el beneficio medio negativo (pérdida) se hunde en los años de la crisis más aguda, sin ni siquiera volver todavía a los niveles de pérdidas de 2014.

Sin embargo,  el beneficio medio de las empresas que obtuvieron rdo positivo, se ha mantenido  durante los 14 años, con descensos ligeros en los años más duros de la crisis.

De 2004 a 2012 la pérdida media por empresa se multiplicó por cuatro 

Por tanto, la crisis cuadruplicó la pérdida media de las empresas, mientras a que aquellas que se pudieron mantener en beneficios, la crisis les afectó en mucha menor medida, con ligeros descensos en sus beneficios. Como consecuencia de ello, el resultado medio neto pasó de un beneficio medio de 100.000 euros en 2004 a una pérdida media de igual importe en 2012, el año crítico de todo el período. Sólo en 2017, este resultado medio neto recuperó los niveles de 2004, en pleno ciclo alcista de la economía y la burbuja financiera.

A algunos todo lo dicho les ha parecido poco y nos quieren llevar de nuevo al precipicio.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

España es un país en crisis permanente. Cuando los potentados no obtienen los beneficios esperados, dicen (intentan convencernos) que el país entra en crisis. En estos últimos años entramos en crisis porque se desinfló la especulación de la vivienda. Los precios por metro cuadrado subían en progresión geométrica de año en año ¿y quién podía pagar eso? Las hipotecas no se pueden pagar si se está en el paro. Todas las empresas implicadas se resintieron. Los bancos se resienten. Al final llegamos a concluir que los organismos reguladores no regulan, permiten la inflación y favorecen el enriquecimiento de los más adinerados y el empobrecimiento de los más pobres. Y cuando la deuda llegó a ser un problema para los bancos, actuó el gobierno y el problema se hizo más evidente. A pagar la fiesta de los ricos entre todos! Pujol y su equipo se llevaba el 30% de cada obra, grande o pequeña y nadie le tosía. Y los perroflautas se concentraban en la Puerta del Sol. El derroche era la insignia del gobierno. Y muchas empresas entraron en concurso de acreedores. Y más despidos y más paro. Hacienda aprieta bien el cinturón a los asalariados de bajo nivel adquisitivo, pero a los que más ingresan y no pagan, les favorece con una amnistía. ¿Culpamos de la crisis al dueño del taller mecánico de la esquina, al panadero que baja el precio de la barra de pan, o al gobierno que no sabe gobernar, como ahora, que no saben (y no quieren) resolver la 'crisis' de Cataluña? Y todo esto repercute en el turismo de todo el país, en el comercio, importaciones- exportaciones, en la economía de todo un país. ¿Cuántas empresas se han ido de Cataluña? ¿Cuántas empresas están cerrando en España, cuántas se están llevando la producción a otro país? Las cosas pasan por algo. ¿Quién apuesta por invertir en este país ante este panorama que nos ofrece este gobierno? Y el anterior. Y el anterior.

Anónimo dijo...

Un total de 72.000 bares, cafeterías y restaurantes cerraron desde el inicio de la crisis en 2008, se perdieron 100.000 empleos hasta noviembre de 2013 y los establecimientos que siguen activos han reducido su rentabilidad de manera importante, según datos de la Federación Española de Hostelería (FEHR). "Son restaurantes que no han podido resistir la crisis", han pasado de un escenario de gran demanda a una situación de una oferta abundante, lo que les ha obligado a reducir precios. "Hemos pasado de ser un sector donde los precios subían por encima del IPC, a subir la mitad de lo que lo hace este índice, mientras que el resto de los costes siguen creciendo".

Estas situaciones auto-regulan el mercado. Hubo un tiempo en el que muchos se aventuraron a poner un bar, una cafetería, viendo el éxito de la época de bonanza, sin tener formación alguna en el sector hostelería y ganaron mucho dinero, otros no superaron la crisis y se arruinaron. Hubo gente que se supo adaptar a otro sector y hubo gente que fue al paro.

En situaciones críticas se producen cambios cualitativos revolucionarios. A alguien se le ocurre una solución a un problema y eso hace avanzar y progresar, como individuo y como sociedad. Los de la hoz (con martillo o sin martillo) se vieron desplazados por la cosechadora (con las correspondientes consecuencias para los braceros) Y los del arado con la mula o de pareja de bueyes, fueros sustituidos por el tractor. No creo que a nadie se le ocurra volver al pico y para para acabar con el paro, en vez de usar la excavadora, o el minador, o la tuneladora. Las soluciones no las va a dar el Gobierno, las soluciones las aportan las personas con talento.

Anónimo dijo...

Aquellos polvos traen estos lodos. El sistema de pensiones está amenazado por el incremento del gasto y la reducción de las cotizaciones, entre otros factores, y su sostenibilidad está en entredicho. Ingresos por cotizaciones, gasto en pensiones de jubilación, tasa de dependencia... el sistema de pensiones está en jaque por estos motivos. En 2050 estará obsoleto. Las previsiones señalan que en 2050 habrá 6 jubilados por cada 10 personas en edad laboral. El gasto es superior a las cotizaciones incluso con la recuperación económica. El paro se disparó durante la crisis y eso tuvo consecuencias dramáticas, pero eso ya se ha corregido. Los datos más dramáticos son ahora los de tasa de dependencia y la pensión media sobre el salario medio. Llega más gente al sistema, pero la gente que llega a jubilarse lo hace con un salario superior al de los trabajadores. En 2009 había 262.000 pensiones superiores a los 2.000 euros, mientras que en 2019 hay 920.000 pensiones superiores a esta cuantía. Una subida “tremenda”.

Anónimo dijo...

Incluso antes de 2007 ya había analistas que auguraban una etapa de recesión económica. Barajando todos los indicadores anunciaban lo que después resultó inevitable, porque desde ninguna instancia les hacían caso. Hay que aprovechar la temporada de las vacas gordas. Cuando llegaron las vacas flacas, los que pudieron desaparecer desaparecieron con lo que pudieron. Decían que el crecimiento negativo era inevitable por la globalización. Y no!.

Las empresas familiares, que representan aproximadamente entre el 75 y el 80% del universo empresarial, con operaciones que generan casi la mitad del PB mundial, se vieron pilladas sin un proyecto empresarial, entendido como iniciativa, decisión y responsabilidad para la búsqueda de una finalidad económica, con capacidad organizativa y una actuación eficiente en el mercado.

Cuando el Estado es de muy alta iniciativa y participación privada, el gobierno puede tener más dificultades para intervenir en las empresas. Cuando el Estado es de economía más intervencionista, es más responsable de la situación por la que atravesarán las empresas y los ciudadanos. Y más cuando intenta engañar a los ciudadanos con eufemismos de que no hay crisis. En vez de engañar, por qué no se puso (ni se pone) a trabajar, desde todas las instituciones públicas, para atajarla (la crisis). Era mejor dejar hacer: unos agitan el árbol y otros recogen las nueces. Tan culpable es quien da el tiro en la nuca, como quien manda hacerlo. El muerto al hoyo. Las consecuencias ya las sabemos en 2019.

Mirando atrás se nos pueden ocurrir muchas soluciones. Mirando hacia adelante nos podemos preguntar si estamos preparados para enfrentarnos a la crisis que se nos avecina. Se puede creer en quimeras, pero la barriga hay que llenarla todos los días, y la comida no puede ser virtual, debe ser real, que alimente. Además hay que pagar gastos fijos, hay que criar a los hijos y ayudar a los nietos.

Es siempre el gobierno quien debe dar confianza y seguridad los ciudadanos con sus acciones y no con sus discursos, echando balones fuera y prometiendo hasta el hartazgo y después más, mientras Barcelona arde. Todos los ciudadanos somos responsables de la situación, incluidos los que no estén comprados por una institución política y no coman de esas 'nueces'. Entre todos vamos a pagar los destrozos ocasionados en estos días por el vandalismo consentido y alentado. Dios nos ampare!!!

Anónimo dijo...

Como continuación de una crisis que los gobiernos no han sabido gestionar, estamos abocados a más recesión: Seat interrumpe su producción por las protestas y manda a 6.800 trabajadores a casa. La firma automovilística cierra la línea de producción de su planta de Martorell debido a los cortes viarios de las Marxes per la Llibertat. Este paro técnico de día y medio, de las tres líneas de producción de Martorell (emplazamiento donde se fabrica el modelo Seat Ibiza, Arona y León, además del modelo A1) implica interrumpir la producción de, aproximadamente, 3.200 automóviles.
18/10/2019- Cataluña continua siendo la región con mayor saldo negativo entre entradas y salidas de empresas. Cataluña tiene 93 empresas menos este trimestre. Desde enero el 25% de las empresas que se han mudado a Madrid procedían de Cataluña. Un total de 5.454 empresas se han ido de Cataluña desde finales de 2017, según los datos del Colegio de Registradores de España. “Nos estamos convirtiendo en antipáticos para nuestros potenciales clientes y proveedores del resto de España”. "Si esto no se soluciona ya, Cataluña se dirige a la muerte lenta", avisa el líder de los empresarios.

Anónimo dijo...

La crisis: entre todos la mataron y ella sola se murió.

Entre los que la mataron la Administración pública española ha comprometido más de 81.000 millones de euros en “infraestructuras innecesarias, abandonadas, infrautilizadas o mal programadas” y que "no responden a los criterios de rentabilidad social exigibles". Es la conclusión del informe ‘Aproximación a la geografía del despilfarro en España: balance de las últimas dos décadas’.

El estudio que considera que en la obra pública española se han sucedido cuatro formas de “despilfarro” en los últimos 20 años: corrupción, obras infrautilizadas, proyectos inútiles y priorización inadecuada de inversiones. Las estimaciones del cuerpo de geógrafos ponen de manifiesto que en determinados periodos, como el boom económico del 2000-2008, la cifra llegó a alcanzar hasta un 20% del Producto Interior Bruto (PIB).

El informe indica que se han llevado a cabo excesivas inversiones en infraestructuras impulsadas y ejecutadas por la Administración General del Estado como ferrocarriles, autopistas y autovías, puertos y aeropuertos y desaladoras, además de proyectos, eventos e inversiones fallidas o infrautilizadas acometidas por las Comunidades Autónomas y los gobiernos locales.

Atendiendo a criterios de eficiencia económica y rentabilidad social, el informe de la Asociación de Geógrafos considera que las líneas de alta velocidad (AVE) han supuesto en las últimas dos décadas una asignación inadecuada de 26.240 millones de euros de dinero público. Una cifra que corresponde a más de la mitad de los 42.000 millones invertidos en el mismo periodo. existen “demasiadas estaciones millonarias, líneas cerradas e innecesarias, tramos abandonados a mitad, sobrecostes desproporcionados y desfases bajo sospecha. Todo ello sin haber realizado un correcto análisis coste-beneficio y, a menudo, con estimaciones de usuarios o ingresos influidas por una coyuntura de euforia económica tan evidente como efímera”. Entre ellos, destacan los gastos “innecesarios” en la línea Madrid-Barcelona-frontera francesa, con un total de 8.966 millones de euros, la línea entre Valladolid y Santiago de Compostela con casi 5.000 millones o la variante de Pajares con un “despilfarro” de más de 3.500 millones de euros.

En lo que respecta a las carreteras, y según las estimaciones del cuerpo de geógrafos, el gasto se sitúa en 5.952 millones de euros, de los que casi 5.000 millones corresponden a las ocho autopistas de peaje construidas a partir del año 2000. Precisamente ha sido este modelo de peaje el que recoge los peores resultados, al entrar en quiebra nueve de las sociedades que han tenido que ser rescatadas por el Estado por su falta de rentabilidad.

En lo que respecta a las comunidades autónomas y los ayuntamientos el “sobrecoste” ha alcanzado los 34.600 millones de euros en obras públicas “innecesarias” como equipamientos culturales o científicos, parques y ciudades temáticas o grandes eventos. Cataluña, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Aragón, Andalucía, Asturias y Castilla-La Mancha suponen más del 90% del total de los recursos públicos mal utilizados. Una asimetría que no se explica solo por el desigual peso poblacional y de recursos, sino que también “obedece a estrategias y proyectos impulsados por responsables políticos que finalmente han resultado una carga que ahora resulta difícil de gestionar”.

La lista de derroches es muy larga y de todas esas obras alguien sacó buena tajada y nadie ha pedido, ni pide, responsabilidades a nuestros gestores de nuestra Hacienda Pública.

Anónimo dijo...

Hasta 2010, cuando la situación era tan grave que se empezaba a hablar del posible "rescate" de España, los socialistas en el gobierno y Zapatero en Moncloa, no empezaron a reconocer que España estaba atravesando una situación crítica y no había brotes verdes, ni luz al final del túnel.

El verdadero drama de la crisis laboral española fue su larga duración: aunque la pérdida de empleo arranca en 2007 y solo se empieza a invertir en 2013, en el mismo 2013 empezó a invertirse de nuevo negativamente hasta 2018. Y ha terminado por empeorarse más en 2019. Sin embargo, el Gobierno socialista insiste en mirar hacia otro lado y negar la evidencia.

"No he dejado de escuchar anuncios amenazadores, previsiones catastrofistas y resultados desastrosos, pero lo cierto es que España está en una fase de crecimiento y todos los expertos prevén que siga siendo así en 2019 y 2020", afirmó Calviño el pasado septiembre.

Tras un verano negro para el empleo, los datos de septiembre volvieron a certificar una subida del paro. Los indicadores adelantados avisan de una caída de la actividad. La industria está en crisis y la confianza de empresarios y consumidores evoluciona a la baja. El entorno internacional no ayuda: tensiones comerciales, incertidumbre en torno al Brexit… El propio presidente del gobierno, Pedro Sánchez, lo empezó a reconocer a comienzos de octubre, cuando admitió que "hay riesgo de crisis económica".

El paro alcanza hoy al 14% de los trabajadores, llegando al 32% entre los jóvenes menores de 25 años. Tenemos dos veces más paro que en 2007 y nos situamos muy por encima del promedio europeo (ronda el 6,5%).

Las cuentas de las Administraciones están lastradas por una deuda cercana al 100% del PIB. Pagar los intereses asociados a dichas emisiones acarrea anualmente un desembolso cercano a los 32.000 millones de euros. El peso de nuestra deuda pública es tres veces mayor hoy que en 2007.

España genera uno de cada cuatro euros del déficit de toda la Eurozona, a pesar de que representa menos del 10% de la producción económica de los diecinueve países integrados en la moneda común. Además, el déficit esperado para 2019 es similar al de 2018, de modo que las Administraciones siguen gastando alrededor de 30.000 millones más de lo que ingresan en concepto de impuestos.

Sólo en subvenciones, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal estima que el desembolso anual llega al entorno de los 35.000 millones de euros. Por tanto, aunque el problema de España es de gasto, la buena noticia es que hay margen para gastar menos y gastar mejor, siempre que exista voluntad política de avanzar en dicha dirección.

Anónimo dijo...

La crisis que no cesa. Cada vez que una administración cambia el color de Gobierno, el personal de confianza tiembla, pensando en el frío que hace en la calle cuando llegue el nuevo mandatario.
Dícese enchufado aquella persona que obtiene un cargo por influencia. Hoy, en la democracia, los enchufes son los sistemas más comunes para colocar a los parientes: hijos, hijas, hermanas, hermanos amigos, amigas, sobrinos, sobrinas y, si coincide, la vecina. El Conde de Romanones acuñó la frase: “Haga usted las leyes”, “que ya haré yo los reglamentos” y a él también se le atribuye: «si no existieran hijos, yernos, hermanos y cuñados, cuantos disgustos se ahorrarían los jefes de Gobierno».
La Constitución dice en el artículo 103: 3.- La ley regulará el estatuto de los funcionarios públicos, el acceso a la función pública de acuerdo con los principios de mérito y capacidad, las peculiaridades del ejercicio de su derecho a sindicación, el sistema de incompatibilidades y las garantías para la imparcialidad en el ejercicio de sus funciones.
Los partidos políticos son los culpables de todos los enchufes de este país. Cuando están en poder echan la red a la caza y captura de todos aquellos que fueron fieles a la causa. No elijen por el currículo, ni por la preparación, elijen por amistad, por familiaridad o por el pago de fidelidad. Creo que la mayoría de las empresas si eligieran entre esos enchufados estarían abocadas al fracaso.
Es vergonzoso ver los nombramientos que hacen los políticos para ocupar cargos directivos de personas que no han trabajado nunca, que tienen un carné y se les premia por servidumbre. Lo más indecoroso e inmoral es que los sueldos de estos enchufados sobrepasan lo inimaginable. Estamos premiando en este país al inútil y estamos depreciando al válido, al esforzado. No se premia al sacrificado profesor que soporta las incomprensiones sociales. No se premia al investigador. Ni premiamos al galeno que vela por nuestra salud. Lo criticamos y lo vilipendiamos como culpables de que no me solucionan mi problema, mi enfermedad.
Es de vergüenza que los políticos hablen de legalidad cuando son ellos los que están cometiendo los mayores atropellos. Los políticos deben mirar hacia aquellos que se esfuerzan para conseguir un empleo público que, mediante una oposición, pura y dura, sacrifican su vida, su economía, sus horas de sueño.
Por desgracia, seguirá habiendo enchufes, porque los políticos no sirven al ciudadano, sirven a los suyos y a sus causas. Muchos que se afilian a los partidos o a lo sindicatos lo hacen como objetivo único: lograr un puesto en la Administración. Así nos va en este país. Que sigan los enchufes. Y los que preparan una oposición que sigan esforzándose.
Concursos amañados con perfiles adaptados al candidato enchufado, con tribunales entregados a la causa, proclives al candidato. Y todo esto se amasa por los partidos. Y estos han creado una red de clientelismo que está facilitando el acceso a la administraciones a todos aquellos que tienen enchufe.
Treinta mil 'enchufados' en la Junta andaluza. Susana Díaz ha mantenido una administración paralela a la oficial.
El PSOE de Móstoles se resiste a la moción de censura que propone Más Madrid y Podemos. Después de varios escándalos, que ocuparon portadas durante semanas, por las contrataciones a dedo de familiares y amigos, los grupos que mantenían la Alcaldía para Posse, piden al PSOE una solución una vez retiran el apoyo de sus concejales al Gobierno municipal mostoleño.

Con políticos así no es de extrañar que una crisis suceda a otra peor con el doble de paro y el triple de deuda que en 2007.

Anónimo dijo...

Ya entraron en vigor los aranceles que EEUU ha impuesto a una lista infinita de productos agroalimentarios europeos. Los productos más emblemáticos de cada mercado serán los más perjudicados, por la sencilla razón de que son los que más se venden en el exterior. En el caso de España, el mayor varapalo se lo ha llevado el aceite de oliva, que vende 405 millones de euros a EEUU, frente a los 299 millones del vino, otra de las grandes víctimas. El sector, indignado, culpa a la inacción del Gobierno de Pedro Sánchez de no haber encontrado ninguna solución al conflicto.
"Somos los más perjudicados y el Gobierno no ha hecho nada para evitarlo. Mira como al final no han metido al champán francés, solo a algunos vinos. Es que si meten al champán francés, arde París. Francia se levanta", declara con rabia el secretario general de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva), Rafael Pico. Para el secretario general de Asoliva, mientras que su sector está a punto de desaparecer del país de Donald Trump, otros países competidores celebran el arancel. "Las penalidades de España son la alegría de Grecia e Italia", lamenta. Además de los países competidores, otra parte beneficiada por los aranceles estadounidenses podrían ser los consumidores españoles.
Mª Angeles Ruiz Ezpeleta, experta en comercio internacional del EAE Business School, cree que los principales perjudicados "van a ser los productos de baja calidad, no los que aportan valor añadido, como un aceite de oliva o un rioja... un rioja no lo puedes sustituir por nada". La experta cree que será el consumidor estadounidense "el que acabará pagando los 2 euros que se va a encarecer en Walmart la botella de rioja". Ruiz Ezpeleta también cree que Canadá ofrece una muy buena oportunidad, así países como China, para buscar alternativas de negocio a EEUU.


Anónimo dijo...


El “que inventen ellos” de Unamuno sigue vigente. España sigue estando en el furgón de cola de la UE en materia de investigación. España sigue varada, según el informe sobre innovación. España se aleja de Europa y Europa se aleja de China. Su espíritu emprendedor atraviesa una etapa de capa caída, sus empresas no quieren ni oír hablar de invertir en innovación y las patentes brillan por su ausencia.
El Estado despilfarra miles de millones de euros cada año en ayudas y subvenciones públicas cuya lectura debería indignar a los contribuyentes.
La cuenta de resultados ¿de la crisis?: De investigador contra el cáncer a agricultor en un pueblo de Palencia. (Domingo, 6 octubre 2019). El doctor palentino Sergio de Cima se ve obligado a trabajar en el campo tras acabarse los fondos para su proyecto en el Centro de Investigación contra el Cáncer. Pese a la necesidad de aumentar el gasto en investigación para salvar vidas, en España se invierte menos de seis euros por persona al año en investigación sanitaria, siendo solo un euro para la lucha contra el cáncer. Esa aportación de los españoles sirvió para que el palentino Sergio de Cima Martín, doctor en biología, pudiera trabajar durante los tres últimos años en el Centro de Investigaciones contra el Cáncer de Salamanca, pero la financiación para el proyecto en el que estaba inmerso ha terminado.
«Veía complicado continuar investigando y mi padre se había jubilado como agricultor. Así que he decidido seguir con sus tierras para ganarme la vida», explica De Cima, que cambiará la lucha contra el cáncer por la agricultura en Villarrobejo, con 140 habitantes censados, después de haberse formado en algo que nada tiene que ver con lo que va a trabajar a partir de ahora.
Ha sido mucha la inversión pública destinada a formar a un persona como el doctor De Cima, y de tantos otros como él, un dinero que se ha gastado y que ahora no va a revertir en la sociedad. «La ciencia es como una pirámide. Acabas tu carrera y luego te dan becas para hacer tesis. De ahí, pueden salir 1.000 doctores, pero luego no hay sitio para seguir investigando porque las plazas postdoctorales que salen pueden suponer un 20% de las doctorales. Entonces, el 80% que sobra se tiene que buscar la vida», apunta este biólogo palentino, que trata de ver este cambio como algo positivo.
El objetivo de alcanzar el 2 por ciento de la inversión en I+D+i sobre el PIB en 2020 es "imposible de lograr en la práctica" según el informe, que corrobora que ni el sector público ni el privado reducen las diferencias con la UE.