07 septiembre, 2018

El cese del Dr de Seguridad de RENFE necesario, pero no suficiente

El martes tarde, miembros de la Asociación de Víctimas del accidente del tren Alvia se reunían con el ministro Ábalos. Hoy viernes, conocemos la "dimisión"  -lo lógico es pensar que ha sido impulsado a ello por Fomento- del Director de Seguridad en la Circulación de RENFE, D. Antonio Lanchares.


Cuesta pensar cómo una persona imputada formalmente por un juez por los hechos acaecidos con anterioridad y posterioridad al día del accidente, seguía todavía en su puesto de máximo responsable de la Seguridad en la Circulación de RENFE, sin que la Operadora Pública le hubiera relevado de sus funciones.  Es más, parece ser que este director quiso dimitir a finales de 2017, dimisión que no le fue aceptada por el presidente de RENFE De la Serna.

Los jueces deberán delimitar hasta dónde llegan sus responsabilidades dolosas, pero es evidente que sus actuaciones solicitando a su colega de ADIF la retirada del sistema ERTMs, sin tomar medida paliativa alguna, supuso una presunta actuación en contra de lo que deberían ser sus responsabilidades por su cargo, además de otras evidentes.

Cuesta también pensar que otro responsable de seguridad, en este caso de ADIF, D. Andrés Cortabitarte, también imputado por la Justicia, mantenga el puesto al que fue destinado y que la empresa, ni Fomento por el momento, hayan establecido relación alguna de este responsable máximo de la seguridad del Administrador de Infraestructuras, con los hechos del accidente.

FTF sostiene que hasta ahora solo se ha dado un primer paso, muy corto, en la aclaración de responsabilidades y responsables, según los grados que correspondan, en relación con el accidente del tren Alvia. El hecho de sentarse en unos despachos de Castellana, 67 o en cualquier otras dependencias de RENFE no deberían fijar la frontera entre responsabilidades.

En Castellana, 76 se han sentado responsables con diversos grados, políticos y no políticos, que después del accidente han sido ascendidos a cargos ministeriales, presidencia del Congreso, Secretaría de Estado, etc, así como los ministros que bajo sus mandatos se tomaron decisiones trascendentales para la concurrencia de hechos fatales, que con posterioridad fueron catapultados al parlamento europeo y la presidencia del español.

No solo existen responsabilidades penales, profesionales, técnicas, etc sino que también existen responsabilidades políticas, que el parlamento español debe depurar, a través de la comisión creada al efecto.

Para finalizar esta nota, decir que sería injusto depurar responsabilidades personales de empleados de RENFE sin que la Operadora ferroviaria depure sus responsabilidades empresariales e institucionales mediante una comisión de investigación auténticamente independiente, formada por profesionales competentes, sin concomitancias ni contaminaciones espúrias y completamente desvinculada de cualquier dependencia ministerial e institucional.

La Agencia Ferroviaria Europea lo dejó meridianamente claro hace ya bastantes meses: ni la investigación llevada a cabo por la CIAF entró en clarificar aspectos clave del accidente, ni esta comisión ha tenido, ni tiene la independencia funcional de la Administración del Estado, ni del poder político.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"pero es evidente que sus actuaciones solicitando a su colega de ADIF la retirada del sistema ERTMs, sin tomar medida paliativa alguna"

¿Circular con ASFA Digital homologado y testado en la línea no es tomar una medida paliativa?