02 mayo, 2014

Adiós, Señoría

Foto: La Voz de Galicia
El Juez Luis Aláez que instruye la causa del accidente de Angrois dejará en breve este sumario para pasar a otro juzgado de lo penal, respondiendo a una solicitud que el interesado había cursado con anterioridad y que ahora se lleva a efecto. En otras ocasiones similares a la comentada, titulares de una causa  han proseguido, no obstante, hasta la finalización de la misma.

Pocas veces los ciudadanos de a pie podemos decir adiós, con admiración, respeto y cariño al funcionario que ha entendido en nuestros asuntos, en este caso con la Justicia, que abandona el caso Angrois. Esto debería ser lo cotidiano, lo normal, porque los funcionarios, llamados servidores públicos, no son otra cosa que eso. Gente que su trabajo consiste en hacer cosas positivas para sus congéneres: administrar sus dineros de la mejor manera, protegerles de los ladrones, usureros, criminales, defenderles de agresiones exteriores y, como no, administrar justicia, aplicar las leyes conforme a derecho, con cordura, prudencia y mesura. Y otras muchas cosas más.

Esto es lo que hasta ahora ha hecho el juez de instrucción Aláez, encargado del fatídico accidente ferroviario de la curva A Grandeira en el lugar de Angrois de Santiago de Compostela. Ha llevado a cabo su instrucción sin estridencias, sin protagonismos, como servidor de las partes y buscando la verdad ante todo. Porque, ya lo hemos dicho en otras ocasiones, creemos que la Verdad antecede a la Justicia y ésta descansa en la Verdad, no en otra cosa. Un juez instruye entre los intereses de las partes, buscando la verdad de los hechos, en unas aguas procelosas y vientos que intentan torcer, muchas veces a través de formas poco adecuadas, su timón para cambiar su derrota.

En este proceso, el juez Aláez ha entrado al fondo de la cuestión. A poco que se sepa de ferrocarril, cualquiera se apercibe de que es un proceso complejo, con mil matices, mil peculiaridades, con una terminología gremial que echa para atrás a cualquiera no mínimamente iniciado en el argot ferroviario. Para no errar es necesario un cierto manejo de tecnologías punteras y seleccionar bien las opiniones para que nadie pueda darle gato por libre. Sus autos no desmerecen de otras opiniones técnicas de buenos profesionales y conocedores expertos.

Nosotros, FTF, ni conocíamos, ni conocemos al juez Aláez, pero nos parece un garante imparcial de los derechos de las víctimas, las pobres víctimas que se fueron a quienes honramos; garante también de los derechos de los otros afectados, los supervivientes y de sus familiares. De siempre hemos estado con las víctimas, sean por la causa que sean. Son siempre la parte más débil porque ya no están y han pagado muy caro el haber estado donde estaban y no nosotros.

El juez Aláez ha hablado a través de sus autos, que es la forma habitual y correcta de un juez de hacer saber sus resoluciones y parece que ha hablado con sentido y con contenido. No podemos decir lo mismo de otros servidores públicos, fiscal y abogacía del Estado, que interpretando mal el principio de jerarquía que pretende amordazarles, han confundido jerarquía con sumisión, con obediencia debida. Para estos funcionarios rige también, y sobre todo, el principio de legalidad que descansa en el Derecho y la Justicia.

Como siempre, mal los políticos y los designados por ellos. Intentando zafarse y echando balones fuera. Intentando que un sólo hombre cargue con las culpas de otros muchos más, en un caso que está más claro que el agua: un despiste al que sumar un fracaso estrepitoso de toda una gestión tecnológica, contaminada por el uso arbitrario y punible de políticos irresponsables, que dejaron inerme a un hombre frente al destino aciago de aquella víspera que iba a ser festiva.

Gracias Señoría por estos 10 meses de instrucción. Que su marcha no sea una penalidad, un obstáculo más para esclarecer la Verdad y hacer Justicia a las víctimas. Hasta siempre, tiene y merece V.I. nuestro respeto y consideración.

6 comentarios:

Emilio dijo...

Me uno a ese respeto y consideración, se los ha ganado a pulso. Es una pena que no pueda finalizar la instrucción.

Saludos.

Anónimo dijo...

Fíjate qué casualidad, justo ahora. Evidentemente el gobierno no quiere que se llegue a una culpabilización de los políticos. ¿qué ocurrió con el juicio del atentado del 11 M? ¿Qué le ha pasado al juez de Blesa? Y no sigo preguntando

Anónimo dijo...

Opino que deberiamos no vender la piel del oso antes de cazarlo. Habrá que dejar un tiempo para ver como desarrolla el caso el proximo Juez que coja el caso. Entiendo que el honorable Juez Alaez ya ha encauzado bastante bien los derroteros del caso del peor accidente ferroviario de España.

Anónimo dijo...

De los escarmentados salen los avisados.
No es que tenga razones para desconfiar del nuevo juez, es que no creo en la justicia cuando los inculpados son los políticos o sus amigos. En estas empresas públicas hay responsabilidades políticas y su impunidad me indigna. Los responsables de las corrupciones (entendidas éstas como el conjunto de actitudes y actividades mediante las cuales una persona elegida o nombrada se dedican a aprovechar los recursos del Estado para de una u otra forma enriquecerse o beneficiar a parientes o amigos)lo mínimo que se merecen es un escrache, diario, en la puerta de su casa y en la de su trabajo.
En este caso se han beneficiado empresas y personas y no se han protegido las vidas de los viajeros. Como castigo se les dará un cargo de mayor responsabilidad, en otra empresa pública, o en su ámbito de influencia.

Anónimo dijo...

Transparencia. Luz y taquígrafos, cámara y micros. Nada de documentación censurada a los medios. Los medios son del poder. El país no quiere saber. El país no se opone. El país consiente. Aquella reunión de indignados en Sol ya se olvidó. Hay muchas razones para demandar justicia a los jueces ¿Son independientes del poder ejecutivo? ¿Consentirían algo así los alemanes, los holandeses, los ingleses, los....?

Anónimo dijo...

OPERACIÓN CONTRA EL FRAUDE EN LOS SOBRECOSTES FERROVIARIOS
La fiscalía destapa un caso de corrupción en las obras del AVE a Barcelona Nueve detenidos de Adif y Corsan, la adjudicataria de un tramo del trazado en Barcelona. Según la Fiscalía Anticorrupción, la empresa se benefició ilegalmente de unos seis millones de euros procedentes de las arcas públicas. A cambio de avalar ese fraude, “cualificados funcionarios” de Adif recibieron dádivas y dinero de los directivos de la contratista. Seguro que el antiguo presidente y primo del rey es intocable