07 enero, 2014

Los cánones de ADIF

Los cánones ferroviarios no han hecho más que subir en los últimos años, a fin de aliviar las cuentas de Adif y por tanto los PGE (Presupuestos Generales del Estado). Otras triquiñuelas como partir Adif en dos está también orientado a que las inversiones en AVE se escabullan del presupuesto y no computen en el déficit público. En España, frente a otros países europeos en que los cánones son neutros para el sistema, una parte la pagan los viajeros (de los servicios comerciales) y otra, los contribuyentes.


Las cantidades que Renfe Operadora paga a Adif en concepto de cánones, sean del tipo que sean, no paran de crecer. Nada más y nada menos que 502 millones de euros en 2013, que se espera se conviertan entre 560 y 590 millones en 2014.

Adif está achuchando y subiendo las tarifas, entre otras cosas que ahora veremos, para subir el listón cuando operen privados e incrementar muy sustancialmente sus ingresos ya que detenta una importante deuda y el recurso a los presupuestos es una vía muy difícil en momentos de duro ajuste presupuestario para poner coto al desbocado déficit público.



Partiendo de la base de que todos los fondos que maneja el sector público solamente tienen un origen que no es otro que el bolsillo de todos los contribuyentes, la financiación de las infraestructuras de carretera y del ferrocarril  tienen tratamiento distinto. En las carreteras que hace el Estado (otra cosa son las autopistas privadas que deberían financiarse con los peajes que cobran), los costes de inversión los sufraga el propio estado con cargo a los impuestos de todos los contribuyentes mediante la caja general de los PGE.

Distinto es que para resarcirse de ello, el Estado, en vez de cobrar a quien use estas infraestructuras (que en algunos casos ya lo hace) imponga impuestos a la adquisición de los vehículos, a su circulación y a las gasolinas y gasóleos que los mueven.

No obstante,podemos decir que los que circulan por las carreteras (sólo son excepción algunos casos, que cada vez van siendo más),las carreteras las sufragan todos los contribuyentes, así como su posterior mantenimiento anual.

En el caso del ferrocarril, existe un concepto de coste para las operadoras (hasta ahora sólo Renfe y los empresas privadas de mercancías, pero dentro de nada también las privadas de viajeros) que son los cánones de todo tipo (circulación de trenes, ocupación de andenes, paso de viajeros por estaciones, maniobras, etc, etc) que abonan a Adif, el Administrador de la Infraestructura y el que regula el tráfico para cubrir los costes de prestar este servicio.

Cuando Adif era Mantenimiento de Infraestructura de Renfe, no había cánones de ningún tipo y los costes de mantenimiento de la infraestructura se pagaban a Renfe al tiempo que el resto de conceptos de déficit para resarcir a la operadora de este gasto.

A raíz de la separación de la gestión de las infraestructuras y las operaciones ferroviarias, se implantaron los cánones para que Adif no gravitase en exclusividad sobre los PGE. Es por ésto por lo que en vez de pagar estos costes la generalidad de contribuyentes, se optó porque los sostengan las cuentas de pérdidas y ganancias (resultados) de las operadoras, que, a su vez, ellas trasladan vía precios a los viajeros usuarios del ferrocarril. Así pues, los viajeros financian parte de los gastos que cuesta organizar u gestionar los tráficos y el mantenimiento de la red ferroviaria.

Por definición, los impuestos no son finalistas. Finalistas son las tasas. Se recauda una tasa para pagar un servicio concreto. Así ocurre, por ejemplo, con la denominada tasa"de basura" ya que quien no genere basura, pues no debe pagarla. Por el contrario,uno paga el impuesto de la renta, el de sociedades, el de patrimonio donde éste exista, etc, etc y todo el dinero va a parar a una caja común, con el que luego se hacen y mantienen carreteras, vías, etc.

¿Es mejor o peor que las infraestructuras y su mantenimiento las paguemos todos, con independencia de que éstas nos beneficien o no y podamos usarlas o no? Caso del sr de un pueblo de las Batuecas que no tiene AVE. Según la teoría hacendística, el señor de las Batuecas efectivamente no dispone de AVE pero el Estado le pagará subvenciones por otros conceptos, por ejemplo agrarios. El principio que rige en los impuestos es el de solidaridad. Nosotros pensamos que los costes de inversión de las infraestructuras deben ser sufragados con impuestos, pero no así su mantenimiento.

Por tanto, los cánones deben cubrir exclusivamente los costes de mantenimiento de la red y sus instalaciones así como el coste de organizar los tráficos ferroviarios y no repercutir a las operadoras ni un euro más. En este sentido creemos que algunos de los cánones ferroviarios serían muy discutibles bajo esta perspectiva. Por eso hemos criticado las bajadas de precios y descuentos practicados en AVE desde febrero pasado, porque aunque se incrementasen los viajeros y los ingresos, no lo han hecho los resultados, empeorándose éstos y ese empeoramiento lo han tenido que sufragar ciudadanos sin AVEs, para que otros que sí se beneficiasen de los menores precios y descuentos.

Por último, en España, como ya dijimos, pagan cánones los servicios comerciales (AVE, LD, Mercancías) y las OSP como sin la Media Distancia y Cercanías. En buena parte de Europa, allí donde existen cánones, los servicios comerciales están exentos, no así los servicios de interés público. Ello quiere decir que los cánones tienen un efecto neutro sobre el sistema ferroviario ya que los servicios comerciales no los pagan y los de OSP si los abonan, pero luego el Estado se los devuelve mediante la subvención de compensación de los déficits anuales. Es decir, los cánones ferroviarios los pagan todos los contribuyentes vía impuestos. En España, parte y parte, una los impuestos (todos los contribuyentes) y otra los viajeros. Lo que hay que hacer es que cada cual no pague más de lo que le corresponde.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Quien hizo la ley hizo la trampa. Hay que cambiar las leyes para impedir las trampas. ¿A quién benefician estas leyes? Porque no todos somos iguales ante la ley, como vemos con la Infanta Cristina y demás altos cargos políticos. Nuestro sistema es un paripé, una pantomima para favorecer a unos contra otros.

Anónimo dijo...

No hay dinero en los presupuestos para ADIF, pero sobra dinero para cambiarle el nombre a algunos hospitales madrileños, mientras se cierran alas. Los militares tienen otra seguridad social

Anónimo dijo...

Al gobierno ahora le importa mucho la ley del aborto, la muerte de los no-natos y no les importa la vida de los dependientes, a los que se les reduce su prestación. No les importa la vida de los vivos cuando compra armamento y mantiene fábrica de armas. También mantiene el monopolio del tabaco, aunque en las cajetillas se diga que el tabaco mata. Mata la desesperación ante la corrupción del gobierno

Anónimo dijo...

¿Estará en la intención de algún político llegar a una situación insostenible para justificar una privatización, una venta a esos amigos del gobierno, como ya han hecho con otras empresas públicas?