14 octubre, 2013

Fomento y Renfe ocultan y tergiversan la verdad de la bajada de precios y descuentos

El crecimiento del 11,6% de viajeros, incluidos los nuevos servicios, no ha compensado el 11,1% en que se ha degradado la percepción media y las pérdidas en el área de viajeros han pasado de -16 millones de euros en 2012 a -58 en 2013


La finalidad no es otra que mantenella y no enmendalla y decir que todo ha ido muy bien con la política que se inició aquel aciago 8 de Febrero con un descenso nominal medio de las tarifas del 11% y la generalización de descuentos a troche y moche, que todavía se siguen practicando.

Tapujos y medias verdades

No podemos decir que RENFE, Fomento, el Secretario de Estado o la Ministra mientan estrictu sensu, pero faltan a la verdad, o dicen la media verdad, que es peor que mentir. No es la primera vez que echan las campanas al vuelo y la última, a cuenta de los datos de viajeros e ingresos de Alta Velocidad-Larga Distancia, por un lado y AVE, por otro. Cuentan sólo una parte de la historia.

La bajada de precios y la ensalada de descuentos, que sin orden ni concierto se han implantado, las pretenden encubrir metiendo todo en el mismo saco del Revenue Management, de estreno reciente. Lo que es un sistema de gestión de precios, que empezó siendo un sistema de gestión de asientos y que inauguraron hace años las compañías de aviación y hoy disponen de él hasta ALSA, que ya es decir, nada tiene que ver con los descuentos que Renfe se inventa para dar por el gusto a la ministra y el politburó ministerial.


Ha pasado lo que ya advertimos en Febrero

Todos nos acordamos de aquello que dijo la ministra de que había mucha gente que no había viajado nunca en Ave y que si los trenes iban medio vacíos, pues que era una pena y que café para todos, abaratando el negocio, para mayor disfrute general. Lo cual, no es en sí mismo malo. Y ya sabemos, en este país, la palabra de ministro es casi, casi, palabra de Dios y todo el mundo a perder el culo para hacer el mandado ministerial.

Pero, ha pasado, lo que tenía que pasar. Lo que ya avisamos unas cuantas veces y que VozPópuli adelantaba la semana pasada. Que la cosa no podía funcionar y que la aventura de “AVE pá tós” iba a ser letal para el negocio. Vamos a ver y miren ustedes: se sea ministro, empresario, o el porquero de Agamenón, desde que los hititas llevaban sus cuentas en unas tablillas de arcilla, lo que mide si una cosa es negocio o no lo es, es lo que llamamos “resultados”, en un documento contable que se suele llamar “cuenta de pérdidas y ganancias”. Porque los resultados pueden ser, o pérdidas, o ganancias.


Lo importante

No son los ingresos, o las ventas, o los costes, o los gastos lo relevante, en última instancia. Vender más casi siempre es bueno (excepto cuando no lo es, por ejemplo, si cuanto más se vende, más se pierde, caso muy frecuente en Renfe Operadora; lo que hemos dado en llamar “la propensión a perder de Renfe”). Lo mismo que producir lo mismo, o más, gastando menos. Es decir, hacer más, más cosas, con menos. Ser eficaces (hacer bien las cosas) y/o ser eficientes (ser productivo, no sólo económicamente).

Importan los resultados, como este mismo nombre indica, que son la síntesis de los ingresos y los costes. Los resultados pueden ser mejores, o peores, porque suban o bajen los ingresos o los costes, en uno u otro sentido.

Pues bien, lo que dicen los responsables políticos son verdades parciales: de un trimestre, del mes de Agosto, del nº de viajeros, de los ingresos, de la línea Zutanita, de la línea Perenganita, etc y estas medias verdades no se parecen en nada a la verdad de los hechos.

Lo qué ha pasado

La concatenación esperada de los hechos y lo que se ha producido es lo siguiente: bajar los precios y hacer más descuentos, supone deteriorar la percepción media, el ingreso medio por billete, salvo que el nº de viajeros crezca tanto, que aunque descienda el precio del billete, los mayores ingresos absolutos compensen el descenso del billete medio. En el fondo de este mecanismo funciona una cosa que se llama elasticidad, de la demanda al precio y que hay que tener muy clara cuál es, antes de lanzarse a aventuras.

Hasta aquí, todo más o menos claro. Pero, otro pero, esto funciona bien cuando hay exceso de capacidad y se puede absorber  a los nuevos viajeros con la misma oferta de servicios, sin incurrir en nuevos costes. Esto, que parece una evidencia (cómo no, si los trenes iban medio vacíos) no es tan evidente en el transporte, en que la captación de nuevos viajes no depende sólo (es de lo que menos depende) de que haya asientos libres en los servicios ya programados, sino de nuevas alternativas de viaje, nuevos O-D, nuevas frecuencias, nuevos productos, etc.

Por tanto, bajar precios, lo que favorece que haya más viajeros, se traduce fácilmente en más oferta, en más frecuencias de servicios o más km recorridos. Por tanto más trenes recorriendo más km, más consumo de energía, más maquinistas, más interventores, más servicios a bordo, etc. En definitiva, más costes.

Evidentemente, con la percepción media degradada y con elasticidades en contra, con más viajeros pero no bastantes para que generen ingresos suficientes para absorber los mayores costes de producción, es inevitable que se produzca un mayor déficit, es decir, mayores pérdidas. Esto es lo que ha ocurrido y ahora lo demostraremos con números.


La verdad, con números

En lo que va desde el 1º de enero al 31 de Agosto, los resultados numéricos de Alta Velocidad-Larga Distancia, han sido los siguientes:

1.- / El nº de viajeros transportados pasó en los ocho primeros meses de 2012 a 2013 de 15,0 a 16,8 millones, con un incremento del 11,6%

2.- / No obstante, la percepción media, como nos temíamos, se vio degradada en dicho período, en comparación con en el mismo período de 2012 en un  11,1 %, pasando el precio medio del billete de 50,6 a 45,0 euros..

3.- / No obstante, la oferta de plazas, que en 2012 alcanzaba sólo un 40,2% de ocupación, pasó de 35,2 a 36,1 millones de plazas, es decir 820.000 nuevas plazas, con sus consiguientes nuevos costes asociados, no compensados por las 847.000 nuevas plazas ocupadas, a precio más barato..

4.- / Finalmente, como consecuencia de todo lo anterior, los ingresos de tráfico evolucionaron negativamente, con una pérdida del 0,7%, pasando de  761 a 756 millones de euros, cinco millones menos.

5.- / Conclusión: menores ingresos de tráfico y mayores costes de producción, sólo puede dar como resultado un empeoramiento del margen de contribución.

6.- / Para el conjunto de viajeros comerciales, las pérdidas hasta el 31/08 de este año empeoraron en -42 millones (-16 millones en 2012 y -58 en 2013)


Bueno, esto es lo que hay. Desde aquí retamos a Fomento y a Renfe Operadora a decirnos públicamente, desde estas mismas páginas, que las cosas no son cómo nosotros las hemos expuesto, que no tenemos razón y que los números son otros. Si los números son otros, pues hubiera sido muy sencillo, si en un ejercicio de transparencia democrática, se ya hubiesen publicado en la web de Renfe o Fomento.

Además, ello impediría que se intente intoxicar a la opinión pública con datos parciales, traídos a colación cuando pintan bien para los intereses que en cada momento se quieran defender, y por quien se quieran defender. Pedimos más rigor y transparencia a las instancias institucionales. Con los datos no se chalanea, entre otras cosas, porque los datos no son ni de Renfe, ni de Fomento, sino de los contribuyentes que los han pagado, al tiempo que no conviene olvidar, nos guste, o no, que la verdad suele ser sólo una.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien por FTF, que nos ha proporcionado un claro resumen de lo que ha pasado y no las perlas falaces que sueltan de vez en cuando a los medios y éstos se tragan.

Anónimo dijo...

Se tragan? O están obligados a publicar? Estas noticias requiere un seguimiento que los periodistas, a no ser de una publicación especializada, no van a investigar. FTF parece que está especializado en estos temas

Anónimo dijo...

Anónimo delas 16:41
No,aquí nadie está obligado a publicar nada, pero los medios no están sólo para vocear y amplificar lo que dicen los políticos en sus ruedas de prensa o en las notas que reparten los gabinetes de comunicación ministeriales o de las empresas públicas. Y tragárselo sin más.

Anónimo dijo...

Yo creía que según fuese la tendencia de un medio, así sería de tendencioso en la transmisión de sus comunicaciones, no de la información, sino de la interpretación. Seleccionar unas noticias sobre otras, o callar, ya es presentar una forma de realidad y ocultar otra. La frase: 'Fomento y Renfe ocultan y tergiversan la verdad de la bajada de precios y descuentos' lo evidencia y lo resume.

FTF, Foro del Transporte y el Ferrocarril dijo...

Son Fomento y Renfe las que emiten noticias de tergiversación: un día dicen que en Agisti el M-MBC creció un 24%. Otro día, que el Ave de Alicante transportó a XXXX viajeros; otro más, que el AVE ya le come al avión el XX% de los viajeros, y siempre con la coletilla por medio de la bajada de precios de febrero.
A esto es a lo que FTF llama ocultar y tergiversar la verdad, que es la que decimos en este post.

Luego, el 99% de los periódicos, los medios, publican lo que ya les ha escrito los gabinetes de comunicación y no se cuestionan el contenido de lo que les han servido.

Pero, no nos distraigamos en la forma de si los medios así o asao. Hablemos del hecho en sí, de que se toman decisiones sin evaluar y estudiar de gran alcance, sólo por razones políticas y electoralistas.
Hablemos de ésto. Y también de la jeta que tienen los políticos por tomar estas medidas y querer intoxicar a los ciudadanos.

Anónimo dijo...

Los de RENFE y el ministerio se acojonan ante la gilipollez de cualquier chiculiquatre, lo que nos va a costar más dinero de lo caro que ya nos sale ese servicio de catering de los trenes.
Ya está bien.

Anónimo dijo...

Temo discrepar en eso de las decisiones sin pensar de los políticos.
Los políticos, como los medios de comunicación, están al servicio de los ciudadanos que mejor les pagan.
Los políticos ostentan un poder, otros, en la sombra, tienen poder para manejar a los políticos y a los medios. Hay mucha literatura sobre el tema.
Los españoles estamos muy bien domesticados e intoxicados.
Se pueden denunciar mil irregularidades diarias, nadie se va a oponer, ni los sindicatos, porque son empresa -y colocan a sus designados , como la empresa a los suyos-, ni los empleados, porque saben, que dentro de la arbitrariedad, pueden perder más que ganen. Los altos directivos crean sus empresas filiales, los trenes pueden circular en vacío, las mercancías... en fin, cada uno lucha por sus intereses
Es de agradecer que este blog diga cosas distintas a la web de Renfe.

Anónimo dijo...

Todos los sectores tienen sus grandes dificultades:"La época de vacas flacas la padecemos todos, no solo la justicia, también la sanidad, la educación, los servicios sociales... Todos son muy importantes", subraya Leopoldo Tolivar, catedrático de Derecho Administrativo. Y yo digo que las vacas flacas vienen a consecuencia del derroche en unos servicios, en unas obras... en las que no prima el interés común y sí el interés particular y la justicia lo está consintiendo, porque la justicia depende de los políticos, que son los que eligen los altos magistrados, que son los que van juzgar sus delitos.

Anónimo dijo...

¿Ya no participan aquí los maquinistas a demostrar lo poco que ganan y lo duro que es su trabajo y la gran responsabilidad que soportan sobre sus espaldas? El descuido en el límite de velocidad acabó con justificar lo injustificable

Anónimo dijo...

Ya no cuentan esos maquinistas que se comen un bocadillo en la cabina y pasan el día de navidad trabajando 12 horas?

FTF, Foro del Transporte y el Ferrocarril dijo...

Amigos, venga,venga, ....atengámonos al contenido del post de cada caso y no traigamos nuestras obsesiones, pegue o no pegue; aprendamos a debatir y no colocar cada cual su historia.
Dejemos a los maquinistas en paz, lo mismo que a los factores o los interventores, o a los técnicos, o a ... Cuando proceda decir algo, lo doremos, lo dirás. Ahora no va de eso.
Pensemos todos más en los viajeros, hya tela que cortar

Anónimo dijo...

Los viajeros, los clientes, el respetable público, en general, es el que menos importa en esta guerra y en todas las demás. No se piensan los servicios en función de las necesidades del público y eso como público me jode un montón, que me quieran engañar, que me meen encima y me digan que llueve. Son muchas las hijoputeces que como público, como clientes de cualquier servicio estamos soportando y ni el defensor del pueblo, ni la ocu, ni facua, ni... los sindicatos, hacen nada. Me jode que se derroche el dinero público, pero otros lo ganan. Seis millones de parados serían suficientes para armar una revolución, si nadie dice nada es porque lo soportan bien con una economía sumergida, porque de los 600€ de pensión del abuelo no vive una familia de 4 miembros. Ahora que el tren lleve Wifi y servicio de restauración en vascuence, en catalán, en gallego, además de en inglés, en alemán, en italiano y ahora también en chino, me parece menos importante que se cubran los servicios esenciales con una calidad buena y un precio módico y el que quiera distinguirse con servicios privados y exclusivos, que los pague al 100%. Y en este blog, en este foro ya se han tratado estos temas. Y nos quejábamos de Zp!