Ojo, Ministra
Entre las últimas decisiones adoptadas por el gobierno figura que el 1º de Julio de 2013 estará en marcha ¿qué?: ¿la liberalización, o la privatización de la Operadora pública RENFE?. Mientras, la empresa se fraccionará en cuatro empresas, como ha venido propugnando FTF, las que corresponden a sus actuales áreas de actividad: viajeros, mercancías, trenes y mantenimiento de trenes y se preparará a la operadora para que pueda competir, dejando atrás el monopolio conformado en 1941 por la amalgama de las históricas compañías privadas existentes con anterioridad a la guerra civil. Durante esta primera etapa liberalizadora, al igual que ha ocurrido con las mercancías, se procederá a abrir el mercado a otros operadores privados interesados en la operación de líneas y RENFE será, por tanto, una competidora más.
Parece claro que de este
esquema quedan excluidos los servicios de Cercanías y de Media Distancia, que
serán re-definidos como Obligaciones de Servicio Público, ya que FOMENTO está
estudiando cuáles de los servicios existentes deben ser considerados como tales
y cuáles, no. Según declaraciones recientes, los que no cumplan como OSP serán
cerrados o el servicio será prestado por el BUS. Lo que no está aclarado de
este paquete de OSP es su futuro a medio y largo plazo, ya que una alternativa
que hace años se ha venido manejando es su transferencia a las CCAA, al igual
que ha ocurrido con el caso de Cataluña. De momento, pensamos que este
gobierno, no se plantea ahora mismo segunda derivada alguna, que bastantes
derivadas tiene ya.
Hay algo, no obstante, que no nos encaja: primero, había gran prisa en
sacar adelante las privatizaciones, más tarde, se echa marcha atrás y se
posponen unos meses, y finalmente, se iba a posponer hasta el final del año
2014 para acompasarlas al ritmo de liberalización de la UE, pero, inesperadamente, se
esperan medidas para el próximo viernes, Consejo de Ministros. No encaja
que el proceso se adelante a ya mismo, si no es por la urgencia de hacer caja,
y al mismo tiempo sólo se plantea una tímida liberalización, que es la entrada
de operadores privados, que pagarán sus surcos, comprarán o alquilarán sus
trenes, contratarán a su personal y se pondrán a operar. Pero esto no es
vender, no es hacer caja.
Pero, ojo, Ministra. Hemos leído por ahí que a lo largo
del proceso RENFE Operadora tendrá la
ocasión de vender o alquilar a los nuevos operadores los trenes que ya no
utilice por haber sido ocupados sus surcos por una nueva operadora privada y no
ocupar otros nuevos. De ser así, no se olvide de traspasar al personal, directo
e indirecto, correspondiente y el resto de costes asociados a los servicios
que deja de prestar. Porque si no hace un pan con unas tortas. Le hace un gran
favor a los privados que no tendrán que adquirir nuevos trenes, la operadora pública
se quedaría con más exceso de plantilla de la que ya tiene y le facilitará la
competencia de los nuevos operadores frente a RENFE. Piénselo y eche los
números: ¿Qué es mejor?: ¿vender activos
con el personal a los nuevos operadores y hacer algo de caja, o no dar
facilidades a éstos? Porque sería bueno y necesario que todos compitiesen en
igualdad de condiciones. ¿O, no?
En cinco días, la
respuesta, o la respuesta a medias, a lo que nos tiene acostumbrado este
gobierno.
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