11 noviembre, 2009

Primero fue la crisis del sistema financiero, la próxima será la del sistema monetario y económico


LA SEGUNDA CRISIS

Por
José Enrique Villarino Valdivielso
Economista


La primera ya la estamos sufriendo. Ha sido una oleada -permítasenos la expresión- de mierda que invadió todas las economías al destaparse las hediondas subprimes y otros productos financieros, llenos de detritus. El sistema financiero mundial, salvo un par de excepciones, tembló sacudido por un terremoto de miedo y desconfianza. Prestos, acudieron los estados y gobiernos al quite con nuestro dinero. Mientras, los auténticos afectados, es decir, ud y nosotros, aguantando la vela y soportando el empobrecimiento de más de un 50% de lo poco que teníamos. Este es el panorama y a esta crisis todavía le queda "tela marinera de tiempo"(*). Algo así como una década. A nosotros, bastante más ya que seguimos erre que erre sin poner coto, ni amagos de solucionar ninguno de nuestros problemas económicos caseros y autóctonos: enorme deuda exterior, enorme déficit estructural presupuestario , muy baja productividad, próxima quiebra de las cuentas de las CC.AA y ayuntamientos, destrucción de nuestro Producto Interior, insoportables tasas de desempleo, deflación persistente, abultada dependencia tecnológica del exterior, nefasto sistema educativo, escasa formación ... y así en este plan. No nos olvidemos, mientras no haya crecimiento del PIB, al menos del 3%, no habrá creación neta de empleo.


Sobre este panorama, se cierne un nuevo tsunami, de mayor calado todavía: la CRISIS del SISTEMA MONETARIO y, por ende, ECONÓMICO. Esta situación viene definida por un sencillo esquema, que es el siguiente: Progresiva caída de la cotización del USD y progresivo crecimiento del precio de la onza de oro que ya ha superado los 1.000 $. Esta mezcla es pura TNT. La quiebra del sistema monetario. Desde que, como consecuencia de la Conferencia de Bretton Woods, al finalizar la II Guerra Mundial, el USD quedó ligado al oro se produjo un auge del comercio internacional en las décadas de losaños 50 y 60. Fue en 1971 el Presidente Nixon quien agobiado por los costes de la guerra de Vietnam decretó la no convertibilidad del dolar a oro y lo que desató las devaluaciones e inflaciones de los años 70. El dólar vive hoy una crisis de confianza fruto de la abultada deuda exterior USA y un abultado endeudamiento público, al tiempo que los bancos dejan de atesorar dólares como reservas, en favor de lingotes y onzas de oro. El USD lleva camino de dejar de ser la base del sistema monetario porque es un activo que cada vez vale menos -si falta confianza, ni siquiera el valor del papel-, pero lo malo es que a nadie conviene que este tinglado deje de funcionar. Para Europa es insostenible un cambio euro/USD a 1,5 porque frena sus exportaciones. Para nosotros, ni digamos.

¿Volveremos de nuevo -no ya al patrón oro- sino al patrón de cambios oro anterior a 1971? No soy adivino, pero lo que está claro es que vendrán tiempos peores si la ecuación por la que el dólar continúa pendiente abajo y la onza de oro cuesta arriba, la solución es = NUEVO DESASTRE.

(*) Expresión típica sevillana

Otras referencias:
Antal Fekete: La desaparición de las bases del oro y sus implicaciones para el sistema monetario internacional
Antal Fekete: Carta abierta a Paul Volcker



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