13 octubre, 2009

Una opinión experta sobre los efectos keynesianos de la inversión pública

MINISTRO, EL GASTO PÚBLICO EN INFRAESTRUCTURAS NO ES LA PANACEA


Decíamos el otro día en el post "A endeudarse tocan" que CIU, en boca de su portavoz, había propuesto un serio debate en profundidad sobre "qué inversiones y gastos en infraestructuras son verdaderamente necesarios y urgentes en estos momentos y diferir los que así no lo sean, para mejores tiempos". Razonable propuesta que fue recibida por el resto de grupos políticos con la más absoluta indiferencia. Y el tema no es baladí. En otra ocasión ya advertíamos al ministro Blanco que los costes de inversión de las infraestructuras gravitan sobre el presupuesto, antes o después, a pesar de toda la ingeniería financiera que se quiera aplicar. Por ello, las infraestructuras no son la panacea universal, ni todas ellas crean riqueza y empleo, ni está claro que en situaciones como la presente, ayuden a resolver, de forma significativa, la crisis. Otras políticas fiscales, en sentido contrario a la subida impositiva recogida en los presupuestos 2010 por el gobierno, pueden ser más eficaces para luchar contra la crisis a corto plazo, aunque invertir en infraestructuras, de forma selectiva, siempre venga bien, como dice el autor citado más abajo. Pero como las propuestas de la oposición parecen ir por ahí, pues se pone en funcionamiento aquello tan atávico de "godella y no enmendalla". Y así nos va.
En los programas fiscales actuales, los gobiernos ponen el énfasis en el gasto público para inversiones en infraestructuras, y no han hecho demasiado caso a los consejos de los economistas de reducir también los impuestos directos y las cotizaciones sociales que encubren una fiscalidad adversa sobre el empleo. Estudios empíricos corroboran la hipótesis de que una reducción de del IRPF y, sobre todo, del impuesto sobre sociedades tiene a medio plazo un mayor impacto positivo sobre la producción que el aumento del gasto público ("efecto incentivos"). Mejorar y modernizar las infraestructuras económicas, siempre viene bien. Ahora queda por ver, cuándo y con qué intensidad repercutirán las medidas previstas. Esto es lo menos a lo que hay que esperar; no tiene sentido debatir continuamente nuevos programas de reactivación económica, como pretendía el presidente Obama durante la reciente cumbre del G-20 en Londres. Estamos viendo que al contrario de lo que sugieren los manuales de economía, no es nada fácil realizar proyectos de inversión pública con rapidez y respetando los criterios de la eficacia y la eficiencia. Sobre todo no es fácil a nivel de los municipios. El problema principal es que los necesarios procedimientos administrativos y las consabidas actuaciones de oposición por parte de determinados segmentos de la población (incluídos los activistas ecológicos) demoran la realización de inversiones concretas.

Estas palabras corresponden al Profesor Juergen Donges, Director del Instituto de Política Económica de Colonia y Ex Presidente del Consejo de Expertos Económicos de la República Federal Alemana, pronunciada en su
última conferencia: : "Políticas Económicas en la crisis y después ¿Va a ir todo mejor?". Madrid, [28/05/2009] en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid.

Dos conclusiones: no todas las inversiones en infraestructuras gozan de los efectos del conocido multiplicador keynesiano, ni invertir en infraestructuras, presionando el déficit público, es mejor que aplicar otras medidas de índole fiscal, tales como aquellas que reduzcan la cuantía de determinados impuestos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uno se pregunta, si de esos seiscientos asesores que dicen que tiene Zp, alguno le dice cosas sensatas y razonables, o bien no le hace caso a ninguno y se deja llevar por el que más le tire…, porque no está tomando medidas muy populistas como para que le voten 11 millones de españolitos esperanzados.
Con las infraestructuras que tenemos se siguen formando largas colas en fines de semana como este del Pilar. La crisis tampoco será tan jodida para todos, porque la gente tiene dinero para salir y en ciertas ciudades del norte, no se encontraba una cama el sábado por la noche. Los que vivan del chiringuito playero ya han hecho su agosto y estarán ya en el paro, pero los que no tienen esta temporalidad no notan esa crisis tan manifiesta.
Pero uno se pregunta si los dineros públicos –incluidos esos lingotes de oro que han salido del Banco de España- son para el bien del pueblo o par enriquecer a los amigos del gobierno, sea para hacer aeropuertos que no tengan servicio, sea para las empresas de suministro de energía eléctrica, o para empresas de televisión, sea para estaciones de tren encargadas a Moneo, sea para armas para nuestras Fuerzas Armadas, -eso sí, en misiones de paz- sea para comprar coches nuevos con el plan renove, sea para Bancos y Cajas…que al final no repercute en las PYMES ni en la economía doméstica, ni en la sanidad pública reduciendo listas de espera, ni con programas de asistencia a personas discapacitadas, ni mejoras en las pensiones mínimas de viudedad Y así podríamos seguir… haciendo a los ricos cada vez más ricos y a los pobres cada vez más pobres.