26 septiembre, 2009

TELEPRESENCIA: UNA AMENAZA PARA EL TRANSPORTE DE NEGOCIOS



Crisis, costes, tiempo, inmediatez, medioambiente, conciliación, etc, son razones para que la telemática aplicada a las comunicaciones a distancia y las reuniones -la llamada telepresencia- avance a marchas forzadas. Nada que ver con la multiconferencia ya que permite otras prestaciones que ésta no posee y que como toda tecnología emergente, con gran recorrido por delante.

Esta nueva tecnología es todo un torpedo en la línea de flotación al negocio del transporte de personas y muy en concreto, a los viajes por razones de negocio. Sin duda los operadores más afectados serán las líneas aéreas y el tren de alta velocidad por ser los más usados por los segmentos business y, en menor medida, el autobús de larga y media distancia. Ninguno de ellos puede competir -ni de lejos- en costes con esta nueva tecnología.

Es una evidencia estadística la pérdida de clientes del transporte en general y no es aventurado afirmar que ya se ha producido también una caída de la demanda en los viajes de negocio y por tanto una reducción importante en la rentabilidad de las operadoras de transporte. ¿Qué pueden hacer éstas y en concreto, la alta velocidad ferroviaria?: Pues, uno, no empeñarse en vender viajes de calidad a altos precios no competitivos con estas tecnologías ni los servicios low-cost. Dos, reconvertir la casi totalidad de las plazas de clases club, preferentes, business, etc a plazas turista a fin de no tener que malvender a última hora las plazas caras como se ha visto obligado a hacer hace tiempo el transporte aéreo y que ahora a empezado a imitar la alta velocidad, so pena de llevar vacías plazas de la gama alta, incluso con demanda insatisfecha de la clase turista. Esto es: producir caro y vender barato. Tres, reenfocar la estrategia al largo plazo y establecer alianzas con los mayoristas turísticos para blindar, cautivar y cautivizar la demanda de turismo, que compense los descensos en el mercado de negocios. Cuatro, no dar la espalda a la industria de la telepresencia y crear, conjuntamente con ella, nuevos productos tecnológicos aplicables a bordo, que añadan valor y hagan más atractivo este segmento de viajes. Y, cinco, ¿por qué no?, establecer alianzas societarias con este nuevo negocio que presenta favorables perspectivas de rentabilidad.

Ánimo, queda mucho trabajo por hacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con la robótica desaparecieron muchos puestos de trabajo duro. Con las escavadoras de minas desaparecieron muchos picadores (el resto con los planes del gobierno). Y con la informática están desapareciendo ejércitos de administrativos de distintas categorías (un PC sustituye una cadena de especialistas en administración e informática: programadotes, perforadotes de fichas...) Y con la telemática se verán resentidas las empresas de transporte. Hace muchos años se telecontrolaron a los astronautas y su nave. Hoy hay reticencias para telecontrolar trenes ¿...? ¿Quién renuncia al progreso? ¿No sería bonito, práctico y muy de agradecer... no tener que coger ningún medio de transporte para ir a trabajar? Luego, que la industria del ocio que se lo curre .
Los empresarios flexibles, que ahora se dediquen al transporte y vean que no les va bien..., se pasarán a las industrias audiovisuales y venderán ocio a la carta. Los que no, que le pidan una subvención al gobierno.