14 septiembre, 2006

La experiencia hasta ahora parece descartarlo




¿Puede una compañía pública gestionar servicios de bajo coste, integrados en su negocio tradicional?
Por
José Enrique Villarino Valdivielso
D.G. de Alta Velocidad-Larga Distancia
RENFE Operadora
El artículo anterior apuntaba algo en este sentido. Martinez Millán de la FEAV decía algo así como la imposibilidad de una compañía de bandera, heredera de un antiguo monopolio, de gestionar servicios de low-cost. Razón no le falta.Dos son los tipos de problemas que hacen que lo anterior sea bastante verdad.
Por un lado están las distintas estructuras organizativas que soportan ambos servicios. Habitualmente una lenta, pesada e ineficiente estructura de la gran empresa pública, incluso de la no pública, que es incapaz de asumir cambios sobre la marcha y que opera, casi siempre por no decir siempre, con unos costes operativos altos o muy altos como consecuencia de las sucesivas incrustaciones, a modo de capas geológicas, de incrementos salariales alcanzados por unos sindicatos a los que el poder político de turno quiere tener apaciguados, cueste lo que cueste.
En segundo lugar, no es habitual encontrar entre los gestores públicos personas que tengan claro que su gestión debe gravitar orientada al margen. La inercia de siempre por la cual se abandona cualquier iniciativa en el campo laboral para no enfrentarse a los todopoderosos sindicatos, a cualquier presión de los lobbies que conforma el universo variado de grandes proveedores, hacen que la gestión de costes quede postergada a la gestión de los ingresos, menos complicada y más lucida. Las grandes corporaciones y más las grandes corporaciones públicas son todo lo contrario, de alto-coste y, por tanto, incapaces por la inercia de muchos años bajo el regimen del monopolio, de cambiar para ser todo lo contrario.
La gestión del bajo coste en general, y más en concreto en el transporte, requiere de independencia de gestión y empezar de cero. Requiere también de gestores no contaminados por hábitos del pasado y con una nueva mentalidad, abierta al riesgo y la eficiencia.

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