Calviño, la más lista del gobierno, se equivoca el 154,5% en sus previsiones

Pasa por ser la más estudiada y leída del gobierno. Alta funcionaria de la UE, se prestó a llevar las riendas de la economía española bajo el trapicero presidente de este gobierno, que solo se puede explicar por un afán y una ambición sin límites. Allá ella, que se ha jugado el poco o mucho prestigio profesional que podía tener, por ser el escudo de un trilero y un sueldo oficial más bien modesto para la responsabilidad del cargo.

El indicador adelantado del gobierno  de crecimiento del PIB español para el segundo trimestre era del 2,8%. Casi vencido el mes de Septiembre, se confirma el fiasco de la previsión al registrarse un crecimiento del 1,1%, que ha sobrepasado a la oficial en 1,7 puntos porcentuales. Es decir, que la previsión de la ministra Calviño ha sido un 154,5% mayor que la realidad.

Nótese que nosotros no echamos la culpa de esta imprevisión a los funcionarios y técnicos que hacen su trabajo profesionalmente, pero que los políticos suelen cortocircuitar con frecuencia para adecuarlos a sus intereses partidistas.

El PIB es la parte más estrecha de un embudo en la que convergen muchos factores económicos y que única y exclusivamente que no es poco, nos muestra el dato del crecimiento del sistema económico nacional. El indicador económico más expresivo y utilizado para medir la evolución de una economía.

Pero, el PIB no lo es todo. Existen otras variables que convergen en su formación que son interesantes de analizar. Vamos algunas de ellas.

Veamos el consumo: éste ha crecido un 3,5% gracias al consumo de los hogares y prácticamente no ha crecido ni en las instituciones sin fines de lucro, ni en la aportación de las administraciones públicas. O sea, que no nos cuenten historias chinas de que el gobierno ha hecho o hace, cuando los datos hablan por si mismos.

La inversión, llamada en la jerga económica la Formación Bruta de Capital, ha sido negativa en el 2º trimestre en todos sus componentes: la inversión en capital fijo que integra los activos fijos materiales como pueden ser las viviendas, maquinaria, etc, como los inmateriales relativos a la propiedad intelectual. Los empresarios ante la incertidumbre existente no solo se han mostrado reacios a invertir, sino que se han producido desinversiones reales. No se nos oculta a nadie que la inversión es el crecimiento de mañana.

Por el lado de la demanda, en el contexto de bajo crecimiento e incertidumbre, las exportaciones han tenido un crecimiento mínimo del 0,9%, al tiempo que las importaciones lo han hecho al 4,2%. Podemos decir por tanto, que el bajo crecimiento alcanzado ha tenido el soporte en el consumo de las personas y las importaciones. Si el consumo de los hogares falla, cosa nada descabellado que puea producirse, no habrá crecimiento no ya en un futuro sino en el corto plazo.

Desde el punto de vista sectorial, todos los sectores excepto los servicios han perdido producción, siendo la Construcción la que lo ha hecho en mayor medida con un -2,5%, a la que le sigue nuestra depauperada Industria con el -1,0% y la Agricultura con el -0,8%. Los Servicios han crecido un limitado 1,4%, luego de tantas trabas, cierres y limitaciones acaecidas respecto de su actividad, que han hecho que el comercio, el transporte y la hostelería haya decrecido un -0,4%. Por el contrario, las actividades intangibles como las artísticas y recreativas y la información y las comunicaciones son las que más han crecido con el 11,2% y el 5,0%, respectivamente.

Finalmente, para rematar este sombrío panorama económico nacional, nos referimos a la productividad de la economía española, que tanto en la productividad por puesto de trabajo a tiempo completo, como la productividad por hora efectivamente trabajada han tenido un comportamiento negativo con el -1,1% y el -9,3%, respectivamente. ¿Con esta productividad, cómo va a crecer la producción?

La ministra Calviño tendrá, sí o sí, que reformar los Presupuestos porque la realidad nada tiene que ver con los supuestos en que éstos se fundamentan y cualquier medida derivada está condenada al fracaso. Esta señora, a pesar de ello sigue diciendo que "estamos saliendo de la crisis sin dejar a nadie atrás". Pues, ni estamos saliendo de la crisis ni, además, no estamos dejando a nadie atrás, a pesar de las subvenciones a los infinitos tenderetes y al pensamiento y la comunicación única, que ha subido la deuda de esta nación a la estratosfera.

Ministra, ¿dónde ve usted la recuperación?