07 junio, 2021

España a la cola de competitividad

 

El Índice de Competitividad Regional (ICR) 2019 de la UE


La competitividad regional es la capacidad de una región para ofrecer un entorno atractivo y sostenible para que las empresas y los residentes vivan y trabajen. Lanzado en 2010 y actualizado cada tres años, el Índice de Competitividad Regional (RCI) permite a las regiones monitorear y evaluar su desarrollo a lo largo del tiempo y en comparación con otras regiones.

El Índice de Competitividad Regional (RCI) ha estado midiendo los principales factores de competitividad desde 2010 para todas las regiones de nivel NUTS-2 de la Unión Europea. Con más de 70 indicadores comparables, el Índice mide la capacidad de una región para ofrecer un entorno atractivo y sostenible para que las empresas y los residentes vivan y trabajen. El ICR, se desagrega en tres subíndices y 11 dimensiones para cada región con la posibilidad de comparar cada una con la media de la UE o sus pares.

La escala de medida "Z"

Se denomina escala Z  ( no confundir con la escala del mismo nombre del ferromodelismo) a una escala que permite homogeneizar en una misma escala gráfica dos o más escalas de amplitudes muy distintas. Para ello, cada uno de los valores de la nueva escala se obtiene restando al valor correspondiente la media aritmética de los valores de la variable de que se trate, dividido por la desviación típica de esos valores. Se utiliza en estadística para comparar variables (datos) procedentes de diferentes muestras o poblaciones, con valores de muy distinta amplitud.

El ICR  regional o nacional se expresa respecto del promedio de la UE (establecido en cero), calculado en el llamado índice Z. Este índice es una medida de la relación del valor del ICR regional con la media (promedio) del ICR de la UE, medida en términos de desviaciones estándar de la media. Si una puntuación Z es igual a 1, indica que la puntuación del punto de datos es una desviación estándar por encima de la media de la UE. Los valores positivos muestran una puntuación superior a la media de la UE; los valores negativos son inferiores a la puntuación media de la UE.

La expresión estadística es: 



La edición 2019 de l ICR se desarrolla de la siguiente manera:

Realiza un seguimiento del rendimiento de 268 regiones en 28 Estados miembros de la UE (se han fusionado 7 regiones de la capital con sus respectivas zonas de tránsito). Incluye 74 indicadores seleccionados de un conjunto de 84 indicadores candidatos (algunos indicadores utilizados en 2016 han sido reemplazados). Siguiendo el mismo marco y metodología de ediciones anteriores, los indicadores se agrupan en 11 dimensiones de competitividad capturando conceptos relevantes para la productividad y el desarrollo de largo plazo. A su vez, estas 11 dimensiones se organizan en tres subíndices, de la siguiente manera:

  1. SUB-ÍNDICE BÁSICO: Instituciones, Estabilidad macroeconómica, Infraestructura, Salud, Educación Básica
  2. SUB-ÍNDICE DE EFICIENCIA: Educación superior y aprendizaje permanente, Eficiencia del mercado laboral, Tamaño del mercado
  3. SUB-ÍNDICE DE INNOVACIÓN: Disponibilidad tecnológica, Sofisticación empresarial, Innovación

La mayoría de los valores de los indicadores disponibles abarcan el período 2015-2017 (algunos son tan recientes como 2018, mientras que algunos otros se remontan a 2014).

España en el mapa regional europeo de la competitividad


La Europa sureña y del este concentran las regiones con menor competitividad, negativa en la mayor parte de ellas. Es la Europa menos desarrollada, con menor riqueza y producción. Por el contrario, la Europa central y los países nórdicos, Inglaterra incluida concentran la mayor densidad de regiones con índices positivos y de mayor competitividad respecto de la media de las 268 regiones de los 28 países comunitarios. 

Las regiones españolas se alinean con las de los países antiguamente denominados "del este" en los menores registros, casi todas ellas con índices negativos.


Una visión en 2 dimensiones



Todavía más interesante quizá es la visión que nos posibilita el gráfico del tipo XY en el que en el eje Y se representan, de menor a mayor, los valores desempleo regional y en el eje X de abcisas los valores del índice de competitividad.

Cada una de los 268 regiones está representada por un punto vacío de color azul, mientras las regiones españolas figuran en color azul oscuro relleno.

El grueso de las regiones europeas se sitúan en el área definida por una tasa de desempleo inferior al 10% y -0,3 y +0,7 de índice de competitividad. 

Solamente tres regiones españolas, Madrid, Vascongadas y Cataluña forman un primer bloque que obtiene tasas positivas de competitividad y solamente dos, Vascongadas y Navarra, tasas de desempleo inferiores al 10%. A estas cuatro regiones de cabecera se podrían añadir Aragón y Cantabria.

Un segundo bloque estaría formado por ocho regiones, Valencia, Asturias, La Rioja, Galicia, Castilla y León, Baleares, Murcia y Castilla La Mancha, con tasas de desempleo entre el 10-15/16% e índices de competitividad en torno al -0,3.

El banderín de cola estaría representado por Canarias, Andalucía y Extremadura, afiliadas años ha a los últimos puestos en cualquier indicador económico y social. Como vemos, las regiones españolas culminan siempre las "crestas" del desempleo y solamente tres de ellas alcanzan índice de competitividad positivo. En Europa, por el contrario, la mayoría de los países tienen desempleo inferior al 10% y una competitividad positiva.

¿Qué quiere decir esto? Pues, algo muy sencillo: que nuestro desempleo y nuestra competitividad hunden sus raíces en vicios y problemas estructurales desde hace muchos años.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Este post nos enseña, con una visión muy didáctica sobre la competencia, como se sitúan las regiones españolas en el panorama europeo. Quien suscribe se pregunta por qué España está a la cola de la competitividad de las 268 regiones de los 28 países comunitarios, atendiendo a las 11 dimensiones organizadas en los tres subíndices: el básico, el de eficiencia y el de innovación.

Qué nos diferencia de Suiza, de Suecia, de Francia, de Reino Unido, de los Países Bajos, de Alemania, de Dinamarca...

Nuestro país destacaba por ser la nación con los habitantes más divertidos y amigables del mundo; sin embargo, el informe indica que el desempeño de España no es tan bueno en áreas como Gobernanza, Relaciones Internacionales o Educación & Ciencia.

España se encuentra entre los países cuya relación valor de marca / PIB es más baja de lo que se espera para el tamaño de la economía. Para aumentar la eficacia y eficiencia del gasto público en España, hay que mejorar la asignación del gasto en las diferentes políticas y generar una mayor eficacia del gasto en cada una de ellas.

En el caso de la educación, España presenta tasas de abandono escolar y resultados no acordes con su nivel de gasto, y se ha observado una mayor eficiencia en la esfera privada que en la pública. En el ámbito sanitario, en las Comunidades Valenciana y de Madrid se ha constatado que, mediante la gestión privada de hospitales, se logra un ahorro de costes próximo al 30% frente a los de gestión totalmente pública. También se podría mejorar la eficiencia a través de la reducción de la Administración paralela, es decir, racionalizar organismos públicos, una mejor evaluación de los empleados del sector público y la implementación de la retribución por objetivos han permitido mejorar el rendimiento de los mismos.

España tiene la necesidad de acometer un proceso de consolidación fiscal, que no debe hacerse por la vía del incremento de los impuestos, ya que perjudicaría el crecimiento de la actividad y del empleo, sino mediante la mejora de la eficiencia en el gasto, que presenta un amplio margen de mejora, siguiendo las recomendaciones del IEE.

Anónimo dijo...

España puede estar a la cola de competitividad, pero está a la cabeza con más políticos por número de habitantes, uno por cada 115. Se estima que podría haber más de 400.000 políticos en activo si se incluyen asesores y cargos de confianza.
Si se tiene en cuenta esta cifra, en España habría así más cargos políticos que médicos, policías y bomberos juntos. Son diputados, senadores, alcaldes, concejales, miembros de los parlamentos autonómicos o de las diputaciones provinciales, de las mancomunidades, de las empresas públicas… Y eso en un país con más de cinco millones de parados.
Con poco más de 100.000 políticos, uno por cada 800 ciudadanos, está Alemania. Y eso en un país federal, dividido en 16 lander y con un grado de descentralización mucho mayor que España.
Lo cierto es que no existe ni siquiera ningún informe oficial que cifre cuál es el número exacto de políticos que hay en España cobrando una nómina de la Administración, sea central, autonómica o local. España gasta en sueldos públicos 140.000 millones: una cifra equivalente al 12,5% del PIB y a los fondos que Bruselas ha fijado para España. Las autonomías se gastan casi la mitad de su presupuesto en pagar nóminas, algo inaudito e insostenible en cualquier empresa privada, dejando poco margen para la inversión.

Anónimo dijo...

Ábalos presenta en Madrid, el 7 de junio de 2021, la Estrategia Estatal de la Bicicleta. La Estrategia se divide en 10 áreas temáticas en la que se recogen 28 bloques de acción. La primer área tiene el objetivo de conseguir un mayor incremento en el uso de la bicicleta y un cambio cultural favorable hacia la movilidad sostenible.
El plan contará con una dotación económica de 5 millones de euros, como se recoge en los Presupuestos Generales del Estado de 2021, aunque también se contará con la ayuda de otros fondos europeos y partidas presupuestarias de administraciones y se abre la puerta a la participación del sector privado mediante proyectos de responsabilidad social corporativa.
Ábalos ha recordado que la bicicleta es una de las protagonistas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno, que contempla una inversión de alrededor de 3.000 millones de euros para la creación de zonas de bajas emisiones, itinerarios peatonales, aparcamientos, más espacio en los trenes y para la promoción del uso de la bicicleta.
Entre las medidas de la Estrategia, Ábalos destacó el fomento del cicloturismo a través de vías verdes, así como su trabajo con la Fundación de los Ferrocarriles Españoles "para mejorar la intermodalidad bicicleta-ferrocarril" con accesos o aparcamientos.
Bien por la bicicleta y el patinete eléctrico, pero 'Las bicicletas son para el verano' y me da que este chiringuito, como todos los demás, va a emplear el dinero en los enchufados en el departamento y no en la promoción de la bicicleta, ni de su uso, que bastantes bicis se han vendido en esta crisis, sin la promo del ministerio. Tantas, que no quedan existencias, ni recambios, en muchas tiendas. Y crece el mercado negro con bicicletas robadas.
Y todo esto no mejora la competitividad (la mayoría de las marcas no son españolas) pero sí aumenta la colocación de los enchufados/adas en estos chiringuitos a cargo de los contribuyentes, a los que les suben los impuestos para mantener a taanto... Algunos políticos quieren convertir, deliberadamente, este país en una república bananera que no lo va a reconocer ni la madre que lo parió.

Anónimo dijo...

Si la competitividad mide cómo utiliza un país sus recursos y capacidad para proveer a sus habitantes de un alto nivel de prosperidad, España dista mucho de ofrecer un nivel ecuánime de prosperidad a sus habitantes. Los economistas valoran unos índices, el gobierno otros, distintos. ¿Cuántas personas, en %, no alcanzan el mínimo deseable de calidad de vida, aunque el país tenga una renta per cápita alta (PIB entre el número de habitantes? ¿Qué % existe entre los más ricos y los más pobres? ¿Cuántos 'pobres' hay en el país que tienen que vivir de 'subvenciones' públicas? ¿Qué diferencias en la renta per cápita hay entre los más pobres del país y los más ricos? ¿Qué garantías ofrece este gobierno a los inversores, incluso del mercado libre internacional? ¿Cómo promociona y apoya el talento? ¿Dónde se gasta el gobierno el dinero público? ¿Cuál es el índice de corrupción en el gobierno, en los medios de comunicación y en los cargos de poder?

Anónimo dijo...

Según el último Ranking de Competitividad Mundial que realiza anualmente la escuela de negocios IMD, España se atasca en el puesto 36 de países más competitivos del mundo. España ha sufrido un empeoramiento en tres de los cuatro grandes indicadores analizados, tales como el rendimiento económico (de la posición 29 a 31), la eficiencia empresarial (de 39 a 42) y especialmente la eficiencia gubernamental (de 40 a 44). España se sitúa en la posición 59 en regulación del desempleo y el 53 en inestabilidad política.

El informe expone asimismo que España debe dirigir sus políticas a preservar y fortalecer el tejido empresarial, mejorar el clima de hacer negocios para reactivar la inversión e impulsar la digitalización y la investigación científica, así como el desarrollo y la innovación tecnológica. "No hay que olvidar el renacimiento de la industria, que debe apostar por un crecimiento de alto valor añadido", apunta.