02 febrero, 2021

In memoriam: Antonio Pin Lombardero


Me dice un amigo común, Andrés Novillo, que ha fallecido Antonio Pin. Conocí a Antonio allá por el año 1994 en que me incorporé a Cercanías de Renfe, después de otros desempeños, donde él ya llevaba algunos años procedente de una larga trayectoria profesional en otra empresa ferroviaria como es Metro de Madrid.

Antonio Pin
Tuve la suerte de caer en un grupo de trabajo de la Dirección de Planificación, como casi nunca he conocido en mis casi cuarenta años de actividad laboral. Casi mesa con mesa coincidí con Antonio con quien enseguida hicimos algo más que compañerismo, o sea amistad, acrecentada además por nuestra condición de paisanaje común galaico, de Lugo y de municipios fronterizos. Castroverde en donde están mis raíces familiares y de infancia., y Baleira, donde nació, en ese hermoso valle donde todavía regalan las águilas su vuelo a todo aquel que se atreva a elevar su mirada, casi hasta el infinito, desde donde otean el apresurado nacer del río EO, arropado por un manto de verdes prados.

El hecho de este paisanaje tan próximo por el que compartíamos paisajes, querencias, gustos, sabores, costumbres e idioma, aderezado por la morriña que todos los gallegos tenemos por nuestra tierra cuando estamos lejos de ella, acrecentó si cabe todavía más nuestra amistad.

Antonio era ante todo una buena persona, una excelente persona y un compañero siempre servicial y dispuesto a remover Roma con Santiago cuando se trataba de echar una mano a quien fuese o lo necesitase. Antonio era empático con y para todo el mundo. Antonio era también un buen profesional, con una amplia y dilatada experiencia en todo lo que fuese la operativa ferroviaria y con una dedicación en tiempo e interés por el trabajo encomiables. No le importaba madrugar, al igual que otros compañeros, ya que una parte de su trabajo era que todas las mañanas los trenes estuvieran en situación de revista para salir a las vías en las mejores condiciones y transportar cómodamente a nuestros viajeros. 

Aquellos doce años que compartí con Antonio y con el resto del grupo en Cercanías fueron sin duda los  mejores y más emblemáticos años de las Cercanías españolas y también los míos profesionalmente. Para Antonio el trabajo más que una rutina era una vocación de servicio, vocación que Antonio siempre compartió y contribuyó a acrecentar. Antonio tenía también amigos en compañeros de los distintos núcleos de Cercanías con los que mantenía una estrecha relación por razones de trabajo de coordinación y supervisión del servicio.

De Antonio me consta también el amor por su familia y más en concreto de lo que puedo opinar, por Estrella, su mujer y Monse, su hija adorada, así como la dedicación durante algún problema de salud de su mujer. Incluso, a ambos nos era próximo el barrio madrileño donde residía la familia ya que en el castizo Carabanchel era donde residían y donde yo rematé mi bachillerato en un colegio para Huérfanos del Ejército en la emblemática Puerta Bonita. Quién me dice que alguna vez no hayamos coincidido en algún partido en el campo del Pegaso a cuatro pasos de Puerta Bonita.

Desde aquí, cómo no, envío mi pésame más sincero y cariño para Estrella, Monse y la familia más cercana: yerno, nietas, suegros, así como para el resto: hermanos y demás familiares. Creo no ser temerario si me permito hacerlo también en nombre de quienes hemos trabajado con Antonio en Cercanías, en el grupo al que me he referido al inicio de esta nota: Andrés Novillo, Jesús Juanas, A. Carrillo, Daniel García, Rafael Benayas, Emilio Palomares, Isidro Díez, Paco Moreno, Andrés Hidalgo, Victorino Olloqui, Pepe Soler, José Espada, Juan Luis Argudo, Emilio Abengózar , Rafael Fernández, Antonio Carvajal, Antonio Fierrez, Manolo Gómez, Juan Antonio Pérez  y otras muchas personas de las gerencias de Cercanías y compañeros de otras direcciones, admitiendo y pidiendo perdón porque habrá alguien que no haya citado, como suele ocurrir. 

Ya nos lo dijo él en su carta de despedida con motivo de su jubilación: "Me voy como compañero de los quehaceres diarios, no como amigo, que eso se es para siempre". y que entonces recogimos en la nota de homenaje que también publicamos en este Foro. (  https://forodeltransporteyelferrocarril.blogspot.com/2006/06/amigo-y-colaborador-de-ftf.html  )

Allá donde estés, Antonio, amigo, te envío, te enviamos, un abrazo muy, muy fuerte. Para suplir tu presencia nos queda a todos tu memoria, ese misterio que trasciende el paso del tiempo. A su familia le enviamos nuestro cariño, consuelo y nuestra entera disposición para todo aquello en que podamos serles útiles.

Antonio, descansa en paz.

José Enrique Villarino Valdivielso

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NOTA: Toda persona que lo desee, puede dejar en "Comentarios" el mensaje que estime oportuno para la familia, amigos o sobre la persona de Antonio Pin.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Josè ENRIQUE.

Anónimo dijo...

Cuando se han compartido experiencias emocionantes, cuando una persona se va, siempre quedan los recuerdos de esas sensaciones intensas. Conocer a gente muchas veces es circunstancial, compartir lugares también, pero congeniar con algún compañero, da otra perspectiva a ese tiempo-espacio, sea en el colegio, sea en la mili, sea en el trabajo... Hay compañeros que pasan, para nosotros, sin mayor pena ni gloria y en cambio otros nos dejan un eterno recuerdo. Antonio dejó un recuerdo bueno y no es el tópico de cuando alguien fallece: '...con lo buena persona que era!'. Su familia se puede sentir muy confortada con lo que denotan escritos como el de José Enrique. RIP

Unknown dijo...

Fue la etapa en la que se conformaron las actuales Cercanías de Madrid...... Descansa en paz.

Unknown dijo...

Gracias.
Mi más sentido pésame a la familia.
También aparte de compañero compartíamos barrio y alguna reunión familiar.
Un fuerte abrazo para la familia

Unknown dijo...

Gracias a todos por vuestro aprecio y recuerdo hacia mi hermano.

José Luis Suárez dijo...

Conocí a Antonio en 1989 cuando vino de Metro,al PM de Chamartín fueron varios años trabajando dia a día con el, con Manuel Álvarez y Domingo Calzado.Mi más sentido pésame.
Jose Luis Suárez Calzon

Adolfo Serna. dijo...

Acompaño en el sentimiento a su familia y me uno a los comentarios que habeis manifestado, sobre su buen hacer y buen caracter.
Muchas Gracias Jose Enrique por tu carta y comunicado.

Montse dijo...

Gracias José Enriqe por las palabras dedicadas a mi padre. Gracias de mi madre igualmente.

He intentado escribir unas lineas antes pero el dolor es tan inmenso..., que no he podido y, ahora, con lágrimas en los ojos, lo hago.

Gracias a todos los compañeros mencionados y a los que no, que compartieron momentos con él.
Adoraba su trabajo, le gustaba compartir momentos con sus compañeros, los "renferos" como yo siempre os llamo y es que formaba parte de esa familia. Siempre he pensado que había nacido para este trabajo.

Aprendí de él, entre otras muchas cosas, que, si bien no todos los días en el trabajo, en la vida misma, eran buenos, siempre se debía sacar lo bueno de ello y, hasta de lo reguar, algo siempre se aprendía.

Ahora descansa en su terra galega, en esa terra meiga, mágica, de la cual siempre tenía morriña.

En la luz en la que está para siempre se sentirá orgulloso de tus palabras y de todas las de compañeros, amigos y familiares.

Gracias, José Enrique, por hacer que viva porque todo recuerdo de aquellas personas que han pasado por nuestras vidas, con una maleta llena de cosas buenas como la de mi padre, seguirán vivas al ser recordadas.

Gracias de todo corazón.

Estrella y Montse.

José Enrique Villarino Valdivielso dijo...

Las gracias son para vosotras, Estrella y Montse. Lo único que he hecho es mostrar públicamente el gran aprecio que tengo por vuestro marido y padre y dar voz también a todos aquellos y muchos más que no conozco que también le consideraban una buena persona, un buen amigo y un buen profesional.
Os reitero, mi disposición y la de todos para todo aquello en que os podamos ser de utilidad.
Un fuerte abrazo