El pasado día 23 Ábalos inauguraba pomposamente en la estación de Atocha el AVE low-cost denominado AVLO de la línea Madrid-Barcelona, bajo el eslógan de "Alta Velocidad para todos" a 7 euros según la propaganda oficial.
Pero resulta, que ni es para todos, ni es a 7 euros para todos. Efectivamente, temporalmente -aunque no se dice- un viaje en AVLO cuesta solo 7 euros desde la capital de España, Zaragoza o Barcelona, pero eso no parece ser así para los usuarios de otros destinos de la línea, como consta en la web de la compañía.
Solo un ejemplo, de entre otros destinos:
O sea, que Madrid - Barcelona le cuesta a un madrileño o un barcelonés 7 € pero a un bilbilitano o tarraconense que se quieran mover en AVLO entre Calatayud y Camp de Tarragona, les cuesta cualquiera de los precios de la tabla anterior, según el día de la semana. Entre 6 y casi 13 veces más.
No entendemos y alguien de la operadora, por ejemplo su presidente o el ministro Ábalos deberían explicar por qué menos kilómetros y peores horarios, en un mismo producto, cuestan más que Madrid - Barcelona. Inexplicable. Quizá sea que tengan mal programado el sistema de establecimiento de precios llamado Revenue Management, que deben exigir revisar a la empresa a la cual se lo adquirieron. Pero, quizá la culpa en este caso no haya que echársela a RM, sino a las personas.
Porque, señores, dos cosas: una, que existe una cosa que se llama publicidad engañosa, que en este caso consiste en dar un caramelo a unos pocos y decir que el caramelo lo es para todos. Hasta donde sabemos, lo eslóganes publicitarios todavía no los hacen las máquinas. Dos, que no es muy presentable que usuarios de la misma línea que pagan precios más elevados por servicios de menor coste, estén financiando a otros usuarios que producen mayores costes, se ven privilegiados en el precio y quizá sean los usuarios con mayores posibles.
Aunque la veracidad no se lleva mucho hoy día, una empresa que depende del presupuesto para cubrir buena parte de sus servicios, lo menos que puede hacer es no mentir, además de echar por tierra el prestigio corporativo del que tantas veces se alardea. Pero, hay que reconocer que visto lo que vemos todos los días en los políticos, aunque no todos, ya nada nos extraña ni espanta.
1 comentario:
Bueno, todos (o una gran mayoría) hemos asumido que éste es el gobierno de la mentira. De lo que decía el presidente que no haría..., de lo que decía el presidente que iba a hacer... y de ahí está. Y de ahí para abajo en el escalafón. Gran parte de los diputados, que se dicen representantes del pueblo, se lo consienten. (Aznar impulsa a Díaz Ayuso como futura líder del PP. Ciudadanos se arrima al sol que más calienta...) Y gran parte del pueblo se lo permite y ya no digamos de los lameculos de los estómagos agradecidos -o votos cautivos, eufemísticamente-.
España, de los 69.500 millones de los fondos covid de la UE en 2021, recibirá 19.000 millones, una cantidad inferior a los 27.000 millones de euros incorporados a los Presupuestos del Estado de 2021, a cuenta de los 70.000 millones en ayudas asignados por Europa a España hasta el 2026. El Gobierno de Sánchez esperaba recibir 8.000 millones más este año. Para obtener el primer desembolso -de unos 10.000 millones, según fuentes de la Comisión Europea- España tendrá que garantizar el cumplimiento de 48 reformas. Y mientras, se permite hacer propaganda engañosa, en este tema y en otros muchos y cargar de gastos a los contribuyentes.
Los distintos gobiernos han conseguido que el pueblo 'pase de política' para que los políticos puedan hacer y deshacer a su antojo. Y así llegaremos a vivir como está Venezuela, los lameculos de Maduro viven bien, los que no... Por supuesto, los beneficiados no quieren que nada cambie.
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