07 octubre, 2020

RENFE debe dar explicaciones a los ciudadanos e instituciones sobre la gestión de frecuencias

 Son muchas las quejas de particulares, medios de prensa e instituciones en todas las regiones por la no recuperación de frecuencias de trenes y de que se produzcan aglomeraciones en períodos punta y determinados trayectos. Mientras otros modos terrestres como el autobús urbano y de larga distancia, así como los metropolitanos, van poco a poco recuperando el número de frecuencias, Renfe va a un ritmo mucho más pausado.


En estos momentos, la empresa pone en servicio actualmente la mitad de la oferta anterior a la pandemia. Las quejas se dirigen fundamentalmente a la posición de  Renfe reacia a aumentar el número de servicios y frecuencias entre diversas ciudades españolas pese al aumento de la demanda. , y mantiene que su intención es ampliar la oferta a medida que se normalice esta demanda.

Resulta difícil de entender que la demanda de ferrocarril no siga unas pautas de recuperación similares al resto de modos terrestres y sea el modo que más tardíamente esté recuperando  servicios. Estamos de acuerdo con Renfe cuando afirma en los medios que «impacto de la bajada del PIB, el aumento del teletrabajo y otras causas, como puede ser la preferencia por el vehículo privado a la hora de hacer desplazamientos tanto de trabajo como de ocio, al menos hasta que haya una vacuna o tratamiento», hará que descienda la demanda de viajes en al menos 2020 y 2021 o incluso por más tiempo debido al teletrabajo.

Desde este Foro siempre hemos criticado el despilfarro en adquisiciones innecesarias de trenes, en las dotaciones excesivas de frecuencias en líneas de muy débil tráfico, con servicios que pueden ser prestados por otros modos con menor coste para las arcas públicas, de servicios ferroviarios recurrentes cuando no existe demanda suficiente que lo justifique, etc,. Pero, Renfe no debe permanecer impasible sin salir al paso de estas quejas, con datos que avalen el por qué no se ponen en servicio las frecuencias  necesarias para satisfacer la demanda.

Renfe, tiene medios para conocer y establecer previsiones de la demanda de viajes a corto plazo. Tanto en la Larga y Media Distancia, como en los servicios de Cercanías. Por lo que se refiere a la LD-MD dispone de un sistema de ventas, que hace ya muchos años fue pionero entre las administraciones ferroviarias europeas, el denominado SIRE (Sistema de información y reserva de billetes), hoy existente en casi todas las compañías ferroviarias. 

Este sistema permite conocer como se va produciendo la venta en tiempo real, para reforzar la oferta si ello fuese necesario. Además, pensamos en FTF  -aunque creemos no se viene haciendo-  que sería posible recoger estadísticamente la demanda insatisfecha, es decir aquellas plazas que se soliciten, bien en ventanilla, bien por la web oficial, para un tren y día determinados. Con estos datos se puede conocer con todo detalle si existe capacidad disponible o es necesario reforzar la oferta mediante las correspondientes señales de alarma al llegar a un determinado porcentaje de la capacidad total vendida, cosa que SIRE sí incorporaba.

En el caso de Cercanías, la cosa es un poco más complicada ya que existen abonos de transporte multimodales y se rompe la identidad de 1 plaza = 1 viajero y los títulos de transporte no están vinculados a un determinado tren. Quien esto escribe, en los 12 años en que desarrolló su desempeño profesional en Cercanías, promovió y colaboró en la implantación de un sistema de conteo de la demanda a nivel de tren, mediante las huellas de las pisadas de los viajeros en los sentidos de subida y bajada de los coches que impactan en unas alfombrillas situadas en los escalones de acceso al vehículo.

La explotación de estos datos nos permitía conocer para los trenes equipados con las alfombrillas los viajeros subidos y bajados por estaciones, así como las cargas de tráfico producidas en cada momento a lo largo de un trayecto. Podíamos medir las densidades de ocupación medidas en viaj/m2 y los niveles de confort o aglomeración de viajeros. Por aquel entonces (segunda mitad de los años 90) los estándares que considerábamos como admisibles eran entre 2,0 y 4,0 viaj/m2. Por encima de este valor durante reiterados períodos a lo largo del día había que implementar medidas de refuerzo, bien por el doblamiento de composiciones o de nuevas frecuencias.

Por consiguiente, no entendemos que Renfe no de explicaciones a la opinión pública y a los organismos públicos locales, autonómicos, etc, de cuál es la situación de ocupación de plazas y previsiones de demanda a corto plazo de los trenes que sirven sus respectivos territorios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una empresa pública tan politizada, nunca puede responder con agilidad a las necesidades de la demanda, porque su carga protocolaria de cargos iluminados por el espíritu santo, no da para más, porque nadie se juega su dinero privado, porque pagan todos los contribuyentes, no un dueño que se juega su capital, aunque sea en una sociedad anónima.
El problema, como vemos con el gobierno diariamente, es de estructuras con el nombramiento de incompetentes que no saben gestionar lo que se les encomienda (en el caso de que se les encomiende algo) porque el dinero se los gastan en estos cargos nombrados a dedo en vez de I+D+i. El problema es que estas empresas no tienen que competir por una cuota de mercado. Es un problema de arrinconamiento de las personas capacitadas que pueden dar soluciones rápidas a problemas. Los técnicos de formación saben de la tecnología y de la organización necesaria, como para que la empresa se adapte rápidamente a los cambios. Los zotes son el azote. Y a ellos no les interesa que funcione, por sus oscuros intereses. Al final alguien se pregunta si la misión de la empresa es el transporte de viajeros, o el mantenimiento de una jarca de inútiles desorganizados, en sillones de despachos de primera división. La solución, como con el gobierno, es evidente: colocar en su sitio a las personas según su saber hacer y no mantener un nido de enchufados 'ágrafos', aunque ya se sabe que lo 'público' no es de nadie (pero lo tenemos que pagar entre todos). Al gobierno no le importan todos estos trabajadores de las distintas empresas que a consecuencia del Covid deben ir al ERTE, pero no puede soportar que los designados a dedo en las empresas públicas, los echen, a dedo por incompetentes. Si no cambia el gobierno, no va a cambiar la des-organización de las empresas públicas. Y luego critican a Amancio Ortega, o a Juan Roig, o a los Cosmen, o a...