12 enero, 2023

¿Qué pasa en Adif y Renfe?

                                                                                                                                                                          ¿Qué pasa en Adif?, ¿qué pasa en Renfe? Son las preguntas que nos hacemos visto lo visto respecto de la calidad que en los últimos tiempos prestan ambas compañías, la administradora de la infraestructura y la operadora pública.



Para hacerse una idea, vayan a InfoAdif e InfoRenfe en Twitter y vean el rosario de incidencias y retrasos que se producen con una frecuencia que hace años era desconocida. Día sí y día también es la tónica casi general. 

Las causas de cualquier incidencia sólo pueden tener su orígen en tres motivos: la infraestructura, los trenes y las personas, bien por una de ellas, o dos, o las tres a la vez. 

El responsable de la infraestructura y las estaciones es su administrador, es decir el Adif. Respecto de los trenes, la responsabilidad de la calidad en la explotación, que se traduce en la puntualidad, la frecuencia de los servicios, etc es Renfe. 

Las personas de ambos organismos son el tercer eslabón para que los trenes circulen sobre las vías como es debido y en las mejores condiciones. Ellos deben tener la adecuada y mejor formación posible para que se traduzca en un buen desempeño profesional, donde el viajero sea el epicentro de su actividad.

Adif cuenta con buenos profesionales, pero con un problema desde hace muchos años: escasez de inversiones en todo aquello que no se la alta velocidad, que ha concentrado la mayoría de las inversiones en el ferrocarril. Como los déficits de las cuentas del estado han sido crecientemente muy abultados y la caracterización legal de Adif lo permite, éste ha acudio a la financiación externa, que ha hecho que, a día de hoy, tenga una deuda empresarial muy elevada.

Los trenes y la responsabilidad de su explotación corresponde a Renfe. Desde hace años una estrategia y política de la empresa ha sido la externalización progresiva de los trabajos de mantenimiento de su parque circulante, para desde hace años internalizar el mantenimiento de los mismos en los respectivos contratos de compra. Quizá, el seguiniento de este mantenimiento no sea todo lo preciso que las circustancias requieren, así como la edad y cortedad de buena parte del parque existente en las áreas de las OSP y especialmente de Cercanías.

En cuanto a las personas, creemos que ambas compañías han desarrollado estrategias de cambio respecto lo que ha venido siendo históricamente un descenso de  la plantilla sin cubrir las bajas de puestos clave, para reponer principalmente puestos de gestión con jóvenes con altas competencias y no tanto de puestos de explotación, hasta muy recientemente. Para rematar esta falta de competencia que sí tenían los ferroviarios ya jubilados, la separación de Renfe y Adif ha traído como consecuencia una falta de interlocución entre la infraestructura y la explotación ferroviaria.

La paradoja es que contando con puestos de estructura servidos por jóvenes muy competentes, no ocurre lo mismo en las áreas de explotación, insuficientemente dotadas y con personal que ni de lejos tiene todavía las competencias profesionales de los ferroviarios que prácticamente nacieron y desarrollaron toda su vida profesional entre trenes. Y no hay que olvidar que quienes madrugan, sacan los trenes todos los días, resuelven los imprevistos y siguen el minuto a minuto su marcha son los profesionales de la explotación.

Como ya hemos comentado, si añadimos la sequía inversora y los déficits de mantenimiento tanto de la inftaestructura, sobre todo en la red convencional, como la que llevan a cabo los fabricantes de los trenes, quizá no equivoquemos el tiro a la hora de encontrar las causas del actual deterioro en la calidad del servicio.

Mientras, los responsables políticos tanto de Adif como Renfe y no digamos los del Ministerio del ramo, están a otras cosas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ni que lo hubieras vivido...😜