Cualquier comparación de datos mensuales de movilidad, como de cualquiera otra índole, entre 2021 y 2020 carece de sentido por la anormalidad que a efectos estadísticos supuso 2020 y, aunque en menor medida, también 2021.
Dado que la comparación en tasa anualizada mensual de los meses de 2021 con los de 2020 arrojan unos altísimos porcentajes poco ilustrativos en si mismos, el INE nos presenta la comparación del acumulado del primer semestre entre ambos años, que atempera los valores a una escala más comprensible.
Aun así, el transporte de viajeros de larga distancia sigue sin remontar a números negros, mientras que sí lo han hecho las cercanías y la media distancia, como venimos comentando meses atrás.
Por modos, las cercanías crecen más que la media distancia, liderando los mayores crecimientos dentro de cada modo el autobús.
Por el contrario, la larga distancia se mantiene todavía en números negativos en todos los modos: aéreo peninsular, autobús y ferrocarril, siendo este último el que obtiene las menores pérdidas, seguido del autobús y el aéreo peninsular que es el modo que más se ha visto afectado por las pretendidas medidas anti pandemia, siendo los valores de cada modo los que figuran a pie de gráfico.
Pero, no sólo existe el efecto mal llamado pandemia, que debería expresarse como efecto "medidas antipandemia", sino que en 2021 ya existe un nuevo operados en el mercado de la larga distancia. ¿Ha contribuido este nuevo operador a que la caída de este segmento haya sido algo menor, o por el contrario en nada ha influido?
Difícil respuesta de no conocer los datos desagregados en el segmento ferroviario entre el operador público y el operador, o el día de mañana, los operadores privados. Difícil cuestión se nos antoja a plantear al Instituto Nacional de Estadística, que se va a escudar en el secreto estadístico, al no quedar amparada su confidencialidad al tratarse de un único operador privado. Pero, nos preguntamos: ¿acaso no se han estado publicando durante años y años los datos, fácilmente identificables del operador público de larga distancia, al ser el único en este segmento?
No obstante, lo vamos a intentar, como intentamos, y con éxito, la desagregación entre la larga distancia convencional y la de alta velocidad.
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